El 'regalo de Dios' para Grecia

Theodoros Papaloukas (Atenas, 30 a?os) no deja de bromear con Panagiotis Vassilopoulos, carne de banquillo con Kakiouzis, Tsartsaris y Dikoudis por delante, mientras afina la punter¨ªa desde la l¨ªnea de triples. El enorme base de dos metros es el cabecilla del vestuario griego y aborrece la separaci¨®n de clases. "Somos m¨¢s que un equipo, una familia. Da igual que juguemos mucho o poco, que seamos o no titulares, el primero es igual que el duod¨¦cimo", suelta Papaloukas, que ayer no pudo evitar la derrota griega frente a Rusia (61-53). Da igual que meta cuatro de cada cinco lanzamientos desde el per¨ªmetro. La estrella del CSKA se cabrea que da gusto. "?Aaarrrggghhh!", retumba en el Palacio de Deportes granadino. Antes, Papaloukas ya se ha hartado a lanzar tiros libres. "Se me dan bien, pero no soy infalible", dice con modestia el alma de Hellas. Que se lo pregunten a serbios e israel¨ªes, que despu¨¦s de apretar las tuercas al vigente campe¨®n de Europa perdieron sus opciones de triunfo cuando el seleccionador heleno, Panagiatis Giannakis, sac¨® a su comod¨ªn, a su "hombre para todo", que tambi¨¦n vale de escolta y de alero, en los minutos finales.

"?Si me molesta no salir de inicio? En esos momentos recuerdo lo que un entrenador me dijo: Lo importante es salir y convertirte en el mejor del partido", asiente Papaloukas, que se siente "bendecido". Quiz¨¢ porque su explosi¨®n fue muy tard¨ªa. Hasta los 23 a?os no debut¨® con la selecci¨®n. Tampoco en la Euroliga. "Era bueno pero siempre hab¨ªa alguien mejor que yo. Estoy donde estoy por mi capacidad de trabajo". Lejos queda la bronca que le montaron los fan¨¢ticos del Olympiakos hace seis a?os, cuando tras una temporada desastrosa le lanzaron "un mont¨®n" de euros con su cara impresa. "Pero luego, cuando ya estaba en el CSKA, me recibieron con una gran ovaci¨®n. La gente cambia", replica.

Aunque es un pedazo de pan, Papaloukas puede ser un t¨¦mpano de hielo: "La presi¨®n es para Espa?a, que es la campeona del mundo y adem¨¢s juega en casa. No se puede hablar de venganza, aunque nos ganaran en la final de Saitama. El deporte no es similar a la pol¨ªtica". Papaloukas no se pronuncia sobre su nominaci¨®n como mejor jugador de 2006 para la FIBA por delante de Gasol. "??l es buen¨ªsimo y fue MVP en Jap¨®n, y yo en la Final Four...! ?Pero por algo mi nombre significa regalo de Dios!", se aleja encantado de la vida.