Hasta el subsuelo de la humanidad
Un libro difunde en Portugal e Italia la reciente obra africana del pintor valenciano Uiso Alemany
El artista pl¨¢stico Uiso Alemany vive un momento productivo pr¨®vido. Tras su aventura brasile?a en los museos ?scar Niemeyer de Curitiba y el Museo do Estado de Pernambuco, irrumpi¨® en Portugal, donde se ha convertido en uno de los artistas preferidos de la galer¨ªa Art Lounge de Lisboa. Adem¨¢s, la Galer¨ªa Contempor¨¢nea de Pescara, en Italia, le ha ofrecido un taller para que se instale en esa ciudad que fue la patria de D'Anuncio y produzca obra para una exposici¨®n que tambi¨¦n mostrar¨¢ en Mil¨¢n.
Ambas galer¨ªas acaban de editar un libro sobre la reciente obra de Alemany inspirada en Mal¨ª, pero realizada en cuatro ciudades distintas en las que el pintor dispone de estudios: Lisboa, S?o Paulo, Bataban¨® (Cuba) y Valencia. Su idea era empaparse del contexto de Mal¨ª y definirlo desde cuatro situaciones diferentes en dos continentes distintos, Europa y Am¨¦rica. El pintor ha llevado su obsesi¨®n por el humano africano, que en su interior creativo se distorsiona, desenfoca y disloca, hasta el paroxismo. "Si enfocas muy bien, en ?frica sacas lo anecd¨®tico, pero el poso que queda en tu alma tienes que sedimentarlo y descifrarlo a trav¨¦s de otra situaci¨®n", razona.
Se trata de m¨¢s de 300 obras motivadas en ?frica pero que acaban siendo diferentes porque cada espacio le ha dado su sustantividad. La galer¨ªa Art Lounge de Lisboa mostrar¨¢ una selecci¨®n esta obra (un centenar de realizaciones) a partir del 25 de octubre. Luego lo har¨¢ Pescara y tambi¨¦n Mil¨¢n, donde la Galer¨ªa Contempor¨¢nea abrir¨¢ una sala. Estas obras, con el resto de realizaciones malienses recogen en el libro reci¨¦n publicado titulado ?frica para ciegos, en el que dos estudiosos del arte (Fernando Castro Fl¨®rez y Rom¨¢n de la Calle) y dos artistas (Jos¨¦ Mederos y Antonio Helio Cabral) abordan el significado pl¨¢stico y la serie de Mal¨ª y la figura de Alemany.
Alemany, que no se proclama como "un pintor de f¨®rmula que se autoplagia", se siente movilizado por los espacios, los ambientes, los climas y las etnias. ?Por qu¨¦ en ?frica? "Es un continente m¨¢gico, con unas condiciones y unas religiones tan primitivas y ancestrales que producen sobrenaturalidades", alega. "La obra que he pintado en Lisboa", refiere, "tiene que ver con la de Bataban¨®, S?o Paulo y Valencia, pero no mucho". "Todas tienen una dicci¨®n que difiere. La de Valencia es mucho m¨¢s abstracta que ninguna, es el ?frica que ha removido mis tripas. No se trata de un debate entre arte figurativo y abstracto, sino de la huida de la sensibilidad de lo anecd¨®tico para meterse en el subsuelo de la humanidad, en tus v¨ªsceras y en tus propios excrementos, en lo bonito y lo m¨¢gico que hay en la gente", matiza. El pintor insiste en que para ello hay que alejarse porque la proximidad s¨®lo permite ver lo anecd¨®tico, que es algo que no le interesa.
Alemany no se considera ni figurativo ni abstracto. No quiere estar apresado por ning¨²n mecanismo, y persigue ser una persona con criterio propio y ser libre. Defiende que la obra pl¨¢stica no guarda relaci¨®n en la reproducci¨®n ni en la imitaci¨®n de la realidad sino "en la invenci¨®n de espacios que puedan ser habitados filos¨®fica e intelectualmente". En ese sentido considera que el Renacimiento fue "un paso atr¨¢s en la pintura" porque el g¨®tico hab¨ªa logrado establecer la referencia de los esquemas mentales (demonios y v¨ªrgenes que no pertenec¨ªan a la realidad). "El Renacimiento sustituy¨® estos esquemas mentales por el hombre y la mujer, cre¨® la primera polaroid. Pintar la imagen tal como es no me parece interesante", se posiciona.
"No critico a Vel¨¢zquez, pero como no estoy maniatado y no tengo verg¨¹enza, puedo opinar: prefiero a Domenikos Theotok¨®poulos, El Greco. Es el inmenso artista que no ha estado nunca bien valorado y tiene una obra que te pone los pelos de punta. El Greco se adelanta. ?l ya era Bacon, la transvanguardia italiana. Ah¨ª es donde est¨¢ la carne de la pintura, Hay que estar m¨¢s dislocado y descentrado para ver la realidad profunda, la que est¨¢ en el subsuelo de la humanidad", reclama.
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