"Ni miedo, ni nada. Hay que comer", dicen los marineros

El Nuevo Pepita Aurora parti¨® la noche del martes al mi¨¦rcoles desde Barbate rumbo a Marruecos. Entonces, las condiciones meteorol¨®gicas en el Estrecho no eran tan adversas como al d¨ªa siguiente. En aguas norteafricanas el pesquero lleg¨® casi a llenar sus bodegas de pescado fresco.

El barco, como el resto de la flota gaditana con licencia para faenar en el caladero marroqu¨ª, inici¨® el regreso por la ma?ana cuando ya se conoc¨ªa el fuerte temporal que sacud¨ªa el Estrecho. "La necesidad es lo primero. ?Qu¨¦ crees que tenemos?, ?un premio por jugarnos la vida? S¨®lo tratamos de ganar para comer", explicaba ayer Rafael Oliva, el patr¨®n mayor del Benamahoma, el pesquero que auxili¨® a los ocho tripulantes del Nuevo Pepita Aurora que salieron con vida. Desafiaron al viento para poder vender los boquerones frescos. Porque si no volv¨ªan no vend¨ªan. Porque si no vend¨ªan no cobraban.

Muchos marineros congregados alrededor de la lonja coincid¨ªan ayer en relatar viajes por el Estrecho con m¨¢s viento que el registrado estos dos ¨²ltimos d¨ªas en la zona del naufragio. "Fue un golpe de mar. Ha ocurrido y ya est¨¢", se resignaba Oliva. Pero otros se resist¨ªan y explicaban que los marineros cumplen ¨®rdenes de patrones y armadores que, seg¨²n denunciaron, anteponen los intereses econ¨®micos a los riesgos del viaje.

Vender r¨¢pido

Familiares de los tripulantes siniestrados tambi¨¦n reconoc¨ªan que sus parientes asumen el peligro. "A todas estas criaturas lo que les hace falta es el dinero. Cuando tienen mucho pescado lo que se trata es de vender r¨¢pido para conseguir mucho", aseguraba Antonio Crespo subido a su motocicleta en medio del puerto barbate?o. Sus dos hermanos, Gabriel y Jos¨¦, marineros en el Nuevo Pepita Aurora, pudieron salvar la vida. "Est¨¢n desmayaos y tienen que buscarse las papas y contra eso no hay nada. Ni miedo ni nada. Hay que comer. Y si ma?ana tienen que salir a la mar, saldr¨¢n y ya est¨¢", a?adi¨®.

En el puerto de Barbate se recordaba ayer que el barco siniestrado s¨ª qued¨® fondeado recientemente en las aguas m¨¢s calmadas de Marruecos a la espera de que amainara un temporal en el Estrecho cuando fue apercibido, junto a otros tres pesqueros, por haber sobrepasado los l¨ªmites que impone el acuerdo entre el pa¨ªs norteafricano y la UE. Entonces, al contrario que el mi¨¦rcoles, en las bodegas no hab¨ªa pescado que vender.

Fuentes de la Subdelegaci¨®n del Gobierno de C¨¢diz detallaron que no existe una ley que pueda prohibir a un barco privado navegar con meteorolog¨ªa adversa. Las normas restrictivas s¨®lo afectan a barcos de l¨ªneas regulares.