"Vi a los que se me ahogaban"
Jos¨¦ Crespo no sabe nadar pero lleva 32 de sus 47 a?os faenando en un barco. El pasado mi¨¦rcoles salv¨® la vida cuando el cerquero en el que regresaba despu¨¦s de pescar en Marruecos, el Nuevo Pepita Aurora, volc¨®. "Fueron tres golpes de mar. El primero nos cubri¨® de agua, el segundo nos tumb¨® y el tercero nos volc¨®". Qued¨® atrapado bajo la embarcaci¨®n. "Se form¨® una c¨¢mara de aire pero si me quedaba ah¨ª sab¨ªa que no sal¨ªa". Vio una luz y trat¨® de salir a la superficie. "Alguien tir¨® de m¨ª y el patr¨®n me lanz¨® un salvavidas". Fueron momentos de pesadilla. "Trat¨¦ de ayudar a mis compa?eros". A algunos, entre ellos a tres tripulantes que siguen desaparecidos, los vio hundirse en el mar. Al mar al que no piensa regresar. "Me buscar¨¦ otro trabajo pero no vuelvo al barco ni dejar¨¦ que mis hijos se dediquen a esto", dej¨® claro ayer.
"Me buscar¨¦ otro trabajo, pero no vuelvo al barco ni dejar¨¦ a mis hijos dedicarse a esto"
"Las olas eran muy grandes. Nos tapaban. Se perd¨ªan. Nos ahog¨¢bamos todos"
"Fueron tres golpes de mar: uno nos cubri¨® de agua, otro nos tumb¨® y el tercero nos volc¨®"
Para Jos¨¦ es el segundo naufragio. "Tambi¨¦n me ca¨ª cuando trabajaba en Canarias". Pero entonces ni soplaba el viento a 100 kil¨®metros por hora ni las olas alcanzaban los siete metros. "Cuando est¨¢bamos en Marruecos las aguas estaban calmadas". Cuando el barco entr¨® en el Estrecho, lo sacudi¨® el temporal. "De buenas a primeras nos dio una andanada de mar. Y yo llam¨¦ al patr¨®n. 'Jos¨¦, cierra y echa popita que nos vamos al fondo". As¨ª reclamaba que la popa se pusiera contra las olas. "La cosa se arregl¨®. Se nos fue el arte al agua pero pudimos salir navegando 15 o 20 minutos". Lleg¨® entonces el segundo golpe de mar. Ya entonces el barco estaba lleno de agua. El tercero fue el definitivo. "La tercera ola nos volc¨® y a m¨ª me pill¨® debajo del barco. No perd¨ª el conocimiento. Me qued¨® una burbuja de aire".
Jos¨¦ Crespo temi¨® en ese momento crucial el final de su vida. "Yo dije 'aqu¨ª me ahogo', porque apenas s¨¦ nadar. Mir¨¦ a la derecha. Vi la luz del d¨ªa, cog¨ª aire, me tir¨¦ y sal¨ª para arriba, aunque tragando agua, pude salir a la superficie". Los dem¨¢s tripulantes estaban a su alrededor tratando de mantenerse a flote. "Los compa?eros y el patr¨®n nos tiraron los roscos [salvavidas]. Cog¨ª uno. Las olas eran muy grandes. Nos tapaban. Se perd¨ªan. Nos ahog¨¢bamos todos". La salvaci¨®n lleg¨® en otro barco que, como el Nuevo Pepita Aurora, tambi¨¦n volv¨ªa de faenar en Marruecos. "De buenas a primeras vimos al Benamahoma. Yo le pregunt¨¦ al patr¨®n. 'Jos¨¦. ?Y el barco? ?Falta mucho? ?Est¨¢ cerca? Que no podemos m¨¢s". El jefe les animaba. "Ya viene ah¨ª, aguanta', nos dec¨ªa. De pronto vimos el barco. Y nos salvamos porque ya est¨¢bamos casi listos".
Crespo vio sumergirse a algunos de los marineros que siguen desaparecidos. "De los cinco, tres estaban fuera del barco. Y, si hay alguno dentro, tiene que ser entre el comedor y el camarote de abajo, porque s¨¦ que bajaron para buscar salvavidas. Tienen que buscar en las literas donde duerme la gente de popa. Yo dorm¨ªa all¨ª y lo vi todo. Los que se me iban y los que se me ahogaban".
El testimonio de Jos¨¦ Crespo increment¨® la desaz¨®n e incertidumbre de los familiares desaparecidos que permanecen aferrados a la necesidad de noticias de primera mano en el interior de la lonja de Barbate. Ayer recibieron la visita de la ministra de Fomento, Magdalena ?lvarez, quien quiso ofrecerles un mensaje de apoyo y confianza en el operativo de rescate. Pero no convenci¨®.
Mientras ?lvarez ofrec¨ªa una rueda de prensa en otras instalaciones, los parientes exigieron con gritos a las c¨¢maras de televisi¨®n que quedaban fuera de la lonja que entraran. En un ambiente exaltado y de tensi¨®n, los allegados denunciaron sentirse abandonados. "Lo han dejado hundirse. Un hermano m¨ªo est¨¢ hay abajo. No hay derecho", criticaba un familiar. "Vienen con corbatitas pero no van a consolarnos", a?ad¨ªa otro. "?Mi hermano se muere!", exclam¨® una mujer. Hubo gritos, golpes y desmayos y la Guardia Civil expuls¨® de la lonja a los medios de comunicaci¨®n, un lugar cuyo acceso tras la tragedia ha sido restringido a personal autorizado y parientes cercanos. Como muestra de solidaridad, la cofrad¨ªa de pescadores de Barbate acord¨® anoche salir hoy a la mar para buscar a los cinco que todav¨ªa no han sido encontrados. Tres tripulantes ya han sido enterrados y los otro ocho sobrevivieron.
Para los compa?eros desaparecidos Jos¨¦ Crespo s¨®lo tiene recuerdos llenos de dolor. En el Nuevo Pepita Aurora viajaba el hermano de Jos¨¦, Gabriel, de 24 a?os, quien tambi¨¦n salv¨® la vida. Los Crespo siempre han estado vinculados al mar. Pero Jos¨¦ se niega a regresar. "No pienso volver a la mar. Ahora s¨ª le he cogido miedo".
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