Badalona instalar¨¢ c¨¢maras de vigilancia en una conflictiva zona de ocio nocturno

Contra el vandalismo juvenil de los fines de semana, c¨¢maras de videovigilancia. ?sa es la receta que el Ayuntamiento de Badalona pretende implantar en una conflictiva zona de ocio nocturno de la ciudad. La Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra est¨¢n explorando los lugares id¨®neos para colocar los dispositivos. El objetivo es detectar y minimizar los incidentes que se reproducen las noches de los viernes y s¨¢bados. Los actos inc¨ªvicos -quema de contenedores, peleas callejeras, rotura de mobiliario urbano- han generado un fuerte malestar entre los vecinos.

Situado a escasos metros de la playa, casi en la frontera del municipio de Montgat, Can Rib¨® es un pol¨ªgono industrial que acoge empresas de tama?o mediano. Eso, por la ma?ana, porque pasada la medianoche se convierte en un foco de atracci¨®n para cientos de j¨®venes del ¨¢rea metropolitana y del Maresme. Las discotecas y los bares musicales -enganchados unos con otros, al estilo de las casas unifamiliares- se llenan los fines de semana.

A la salida, casi a primera hora de la ma?ana, algunos j¨®venes sobreexcitados por el alcohol gritan y montan esc¨¢ndalo. Abandonan el lugar andando desordenadamente, o a toda prisa si lo hacen en coche. En ese contexto, las peleas y los altercados de todo tipo son habituales. Pese a que siempre hay alguna patrulla de la polic¨ªa auton¨®mica rondando la zona, los incidentes son inevitables.

Las calles son oscuras y los escondites, f¨¢ciles de encontrar para los inc¨ªvicos. As¨ª que, en noches de descontrol, m¨¢s de un coche y m¨¢s de dos "acaban perdiendo el espejo retrovisor", admite el jefe de la Guardia Urbana de Badalona, Conrado Fern¨¢ndez. "No hay situaciones de gran violencia, pero s¨ª gamberradas que resultan muy molestas para los vecinos", abunda.

Para evitar que los vecinos paguen los excesos de unos pocos, el Ayuntamiento de Badalona propuso, en la reuni¨®n de la Junta Local de Seguridad celebrada la semana pasada, instalar un sistema de videovigilancia. El proyecto se enmarca en una revisi¨®n global del protocolo de actuaci¨®n para la zona de Can Rib¨®.

"Ahora debemos realizar unos esfuerzos enormes y, en proporci¨®n a ellos, los resultados son peque?os", argumenta el jefe de la Polic¨ªa Local. Las c¨¢maras aumentar¨¢n la eficacia policial en el per¨ªmetro de Can Rib¨®, donde comienza la zona residencial. Un centro de control visionar¨¢ las im¨¢genes en directo y podr¨¢ enviar al lugar a la patrulla m¨¢s cercana. "La idea es poder transmitir esa informaci¨®n a las agendas electr¨®nicas de los agentes", precisa Fern¨¢ndez.

Pero la iniciativa va para largo. Los m¨¢ximos responsables policiales del municipio deben elaborar ahora un informe que justifique, con ¨ªndices de delincuencia, la instalaci¨®n de c¨¢maras. Por ley, debe existir siempre un "riesgo razonable" para la seguridad. En el documento se deben fijar, adem¨¢s, "los lugares m¨¢s indicados" para que las c¨¢maras invadan lo menos posible la intimidad de las personas, record¨® el primer teniente de alcalde, Ferran Falc¨® (CiU).

?se es el criterio con el que trabaja la Comisi¨®n de Dispositivos de Videovigilancia, el organismo que determina si la instalaci¨®n de c¨¢maras en la v¨ªa p¨²blica est¨¢ justificada en aras de la seguridad p¨²blica. El Departamento de Interior concede, en ¨²ltima instancia, la autorizaci¨®n. En Catalu?a apenas existe una veintena de dispositivos p¨²blicos.