Agrocombustibles

El uso de los t¨¦rminos "bio" y "eco" est¨¢ protegido, de igual forma que lo est¨¢ el "queso manchego" o el "vino de Rioja", para aquellos productos agroalimentarios elaborados sin el empleo de productos qu¨ªmicos de s¨ªntesis y, por tanto, respetuosos con el medio natural y la salud de los consumidores, adquiriendo por todo ello unas connotaciones positivas para el p¨²blico en general.

No han faltado, ni faltar¨¢n, quienes pretendan utilizar indebida e interesadamente los citados prefijos para achocolatar pr¨¢cticas o productos enga?osos.

Ante los efectos imparables del cambio clim¨¢tico, aparecen impulsados por el beneficio econ¨®mico que genera para las grandes multinacionales agroindustriales, los que ladinamente han sido bautizados como "biocombustibles" ("biodi¨¦sel" y "bioetanol").

Y ahora viene la pregunta: ?por qu¨¦ se les ha llamado biocombustibles y no agrocombustibles, dado que provienen de cultivos agrarios? ?Es inocente el uso del prefijo "bio"? No. Se trata de una utilizaci¨®n perversa del t¨¦rmino, toda vez que en el proceso de producci¨®n de estos cultivos, para la obtenci¨®n de combustibles, se est¨¢n cometiendo tropel¨ªas medioambientales que, a su vez, tienen efectos sociales deplorables para muchas culturas ind¨ªgenas y campesinas del planeta.

Quienes hemos venido luchando por cuanto de verdad y bondad implican los t¨¦rminos "bio" y "eco", nos sentimos vulnerados por este uso ileg¨ªtimo y devastador del concepto, proponiendo a los medios de comunicaci¨®n y ciudadanos en general denominarlos "agrocombustibles" ("agrodi¨¦sel" y "agroetanol"), para reflejar exactamente el aut¨¦ntico significado de estos nuevos carburantes; de no ser as¨ª, y seguir en esta progresiva erosi¨®n de tan nobles conceptos, pronto los bancos, para suavizar los efectos de la subida del Eur¨ªbor, ofrecer¨¢n las "biohipotecas" como algo m¨¢s entra?able y menos doloroso; o los fabricantes de calzado vender¨¢n las "ecoalpargatas", que seguro ser¨¢ la novedad rutilante para el pr¨®ximo verano playero.