El jefe de las tropas en Irak pide m¨¢s tiempo
El general Petraeus advierte que una retirada precipitada tendr¨ªa "consecuencias devastadoras"
Con la expectaci¨®n y los nervios de las grandes ocasiones en la historia del Capitolio, el jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, el general de cuatro estrellas David H. Petraeus, pidi¨® ayer al Congreso un acto de fe en su capacidad de reconducir la guerra y le solicit¨® unos meses m¨¢s, hasta el pr¨®ximo marzo, antes de tomar decisiones sobre una significativa retirada de tropas. Petraeus advirti¨® que una salida precipitada de aquel pa¨ªs provocar¨ªa m¨¢s violencia y potenciar¨ªa a Al Qaeda, y asegur¨® que ser¨ªa un atrevimiento aventurar el n¨²mero de soldados que pueden quedar en Irak a partir de julio de 2008. "Un repliegue precipitado de nuestras fuerzas tendr¨ªa probablemente consecuencias devastadoras", dijo Petraeus en la C¨¢mara de Representantes de EE UU.
El general Petraeus puso todas sus medallas y condecoraciones sobre la mesa para tratar de convencer a un Congreso y una opini¨®n p¨²blica contrarios a la guerra de que las cosas han mejorado notablemente en los ¨²ltimos meses, que el objetivo de un Irak estable es todav¨ªa posible y que, sin esconder ninguno de los obst¨¢culos por salvar, la continuaci¨®n del esfuerzo militar merece la pena.
"Creo que los problemas de Irak exigir¨¢n un esfuerzo de largo plazo. No hay respuestas f¨¢ciles ni soluciones r¨¢pidas. Aunque creemos que este esfuerzo puede tener ¨¦xito, llevar¨¢ tiempo. Es necesario reconocer, no obstante, que un repliegue precipitado de nuestras fuerzas tendr¨ªa probablemente consecuencias devastadoras", dijo Petraeus ante una sesi¨®n conjunta de los comit¨¦s de Fuerzas Armadas y Relaciones Exteriores de la C¨¢mara de Representantes. Hoy comparecer¨¢ ante el Senado.
Contra la opini¨®n de organizaciones pacifistas que han puesto en duda la independencia del general y que trataron ayer en varias ocasiones de interrumpir su discurso con gritos, Petraeus prometi¨® que hac¨ªa este informe de acuerdo con su propio criterio, sin intervenci¨®n del Pent¨¢gono ni de la Casa Blanca. El jefe de las fuerzas en Irak asegur¨® que "se ha producido un declive generalizado de la violencia" y que "los objetivos originales del refuerzo de tropas se han cumplido en t¨¦rminos generales". Petraeus destac¨® que los actos de violencia se han reducido en ocho de los ¨²ltimos 12 meses, y afirm¨® que el n¨²mero de incidentes en las ¨²ltimas dos semanas es el m¨¢s bajo desde junio de 2006.
Petraeus cit¨® tambi¨¦n progresos significativos en lo que respecta a la desarticulaci¨®n de santuarios de Al Qaeda, la captura de extremistas chi¨ªes, la reducci¨®n del n¨²mero de asesinatos de car¨¢cter ¨¦tnico o religioso y la mejora de la preparaci¨®n del Ej¨¦rcito iraqu¨ª.
Diagn¨®sticos contradictorios
Este diagn¨®stico contradice otros mucho m¨¢s pesimistas facilitados en los ¨²ltimos d¨ªas al Congreso por investigadores de prestigio, como la Oficina de Control del Gobierno. Algunos expertos han puesto en duda los m¨¦todos de contabilidad del Ej¨¦rcito en Irak y han acusado a Petraeus de minusvalorar las cifras m¨¢s pesimistas.
En todo caso, es el informe presentado por Petraeus el que servir¨¢ de base para las decisiones que el presidente George W. Bush anunciar¨¢ esta misma semana en un mensaje televisado a la naci¨®n y el que ser¨¢ discutido para sentar la posici¨®n del Congreso. La mayor¨ªa dem¨®crata, decididamente contraria a respaldar los planes de Bush, tendr¨¢ m¨¢s dif¨ªcil negar la solicitud de un prestigioso jefe de las fuerzas armadas.
En ese papel, Petraeus pidi¨® ayer que le dejen continuar con el calendario que ¨¦l tiene previsto. Este calendario incluye un progresivo repliegue a partir de este mismo mes con la salida de una unidad de marines que formaba parte del refuerzo de 30.000 hombres y mujeres concluido en junio. Una brigada completa ser¨¢ retirada a mediados del mes pr¨®ximo y cuatro m¨¢s en los primeros siete meses de 2008, de forma que el n¨²mero total de soldados a mediados de julio sea de unos 130.000, similar al que hab¨ªa antes del refuerzo.
A partir de ese momento, Petraeus recomienda no hacer m¨¢s pron¨®sticos: "No creo que sea razonable hacer un c¨¢lculo de m¨¢s reducciones de tropas al menos hasta mitad de marzo pr¨®ximo". Petraeus reconoci¨® que algunos en Washington, acuciados por su deseo de reducir el n¨²mero de soldados, pueden sentirse tentados de cambiar la naturaleza de la misi¨®n, de la consecuci¨®n de estabilidad para Irak a la simple labor de lucha antiterrorista. "Hacer ese cambio ahora ser¨ªa, desde nuestro punto de vista, prematuro", advirti¨®.
Las palabras de Petraeus fueron precedidas por otras de sus m¨¢s distinguidos anfitriones dem¨®cratas y republicanos, que pusieron en evidencia el clima de profunda divisi¨®n pol¨ªtica en el que habr¨¢ que responder ahora a la solicitud del general. Por primera vez desde el comienzo de esta guerra, Bush no est¨¢ en el centro del hurac¨¢n. En silencio y recluido en su despacho en la Casa Blanca, el presidente tuvo, sin embargo, su mejor d¨ªa en muchos a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.