El ADN hallado en el coche alquilado puede ser de Madeleine
La polic¨ªa portuguesa ha encontrado evidencias firmes de que el ADN encontrado en el maletero del coche utilizado por la familia McCann corresponde a la peque?a Madeleine con un 99% de probabilidades, seg¨²n asegur¨® ayer la cadena brit¨¢nica de televisi¨®n Sky News. La pareja alquil¨® ese veh¨ªculo cinco semanas despu¨¦s de que anunciaran a las autoridades la desaparici¨®n de la ni?a.
El fiscal del Tribunal de Portim?o responsable de la investigaci¨®n en Portugal recibi¨® el informe policial, y ahora deber¨¢ decidir si hay indicios suficientes para acusar a alguno de los tres arguidos (sospechosos formales) o si hacen falta nuevas diligencias. "La decisi¨®n se conocer¨¢ lo m¨¢s r¨¢pido posible", dijo a este diario el portavoz de la polic¨ªa judicial, Olegario de Sousa.
?Por qu¨¦ no fueron m¨¢s lejos en sus inculpaciones los investigadores lusos si, como han dejado traslucir, est¨¢n convencidos de la solidez de las pruebas que imputan a los McCann? No hay respuestas f¨¢ciles a esta pregunta. Una posible raz¨®n es que la sospecha de muerte accidental y ocultaci¨®n de cad¨¢ver no les pareci¨® suficiente como para solicitar una medida cautelar tan grave como la prisi¨®n preventiva. Por lo dem¨¢s, la mano izquierda de la diplomacia brit¨¢nica se ha hecho patente en el caso pr¨¢cticamente desde que la noche del 3 de mayo la polic¨ªa recibi¨® el aviso de que Madeleine hab¨ªa sido raptada en el Ocean Club.
Mucho menos discreto, pero igual de importante, ha sido el papel central de los medios. Un peri¨®dico de Lisboa recordaba ayer que una cadena de televisi¨®n brit¨¢nica conoci¨® la noticia de la desaparici¨®n de la ni?a antes incluso que la propia polic¨ªa portuguesa por una llamada realizada desde el Algarve. Desde ese momento, los McCann se han sentido arropados por los medios de su pa¨ªs, que informaban puntualmente de cada movimiento de la pareja y empujaban con la fuerza de un ej¨¦rcito para que se investigase una ¨²nica hip¨®tesis: el rapto de Maddie. En el otro campo de batalla, la polic¨ªa portuguesa -impedida por ley de comentar en p¨²blico sus investigaciones- utiliza a los medios nacionales para transmitir sus tesis.
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