Nuestros fant¨¢sticos
Uno de los ¨¦xitos m¨¢s importantes de esta selecci¨®n espa?ola, aparte de que evidentemente los Pau, Felipe, Juan Carlos, Rudy y compa?¨ªa forman una generaci¨®n extraordinaria (son nuestros fant¨¢sticos), es que todos sus componentes son capaces de asumir su rol perfectamente. Todos poseen un nivel de juego buen¨ªsimo y podr¨ªan exigir mayor protagonismo o entrar en una guerra de egos. Pero la actitud de los jugadores desde que conviven y salen del hotel, hasta que bajan del autob¨²s, se preparan en el vestuario, saltan a la pista, son dirigidos y relevados por Pepu, se esfuerzan en la cancha o vibran en el banquillo con cada canasta, marca la diferencia.
Forman un grupo de amigos que cuando llega el verano se juntan para jugar y pasarlo bien. Estoy seguro de que han trabajado muy duro y con mucho esfuerzo. Todos vienen de ser importantes en sus respectivos equipos, pero son capaces de cambiar el chip y aceptar una situaci¨®n m¨¢s secundaria, sin ning¨²n tipo de ego y comprometi¨¦ndose cien por cien con el equipo. Tenemos la suerte de que en nuestra selecci¨®n esta situaci¨®n viene siendo habitual en los ¨²ltimos campeonatos y os aseguro que esto es dif¨ªcil que ocurra.
No he conocido ning¨²n jugador que est¨¦ contento con lo que juega o con su situaci¨®n dentro del equipo. Siempre nos quejamos por algo. Recuerdo una temporada en el Bar?a en la que estaban jugadores como Djordjevic, Gurovic, Rentzias, etc. Como en todas las temporadas siempre hay altibajos, en uno de aquellos momentos malos nos reunimos con el entrenador, A¨ªto Garc¨ªa Reneses. El segundo entrenador nos entreg¨® un papelito y un bol¨ªgrafo a cada uno. A unos cuantos se nos escap¨® una sonrisa. El entrenador nos dijo que cada uno pusiera en el papelito cu¨¢ntos minutos cre¨ªa que ten¨ªa que jugar. Evidentemente, para que la respuesta fuera absolutamente sincera no hac¨ªa falta firmar el papelito. Cada uno respondi¨® y luego se hizo el recuento de minutos. Ya os pod¨¦is imaginar la respuesta: necesitar¨ªamos partidos de 180 minutos en lugar de los 40 reglamentarios para poder jugar los minutos que cada uno quer¨ªa.
Con esto quiero explicar que tener a todo el mundo contento es imposible. Pero en esta selecci¨®n, como en aquel equipo, lo importante es el colectivo por encima de lo que pueda aportar cada jugador. Da igual qui¨¦n juegue. Lo que cuenta es que el equipo gane. As¨ª lo han explicado estos d¨ªas jugadores que han perdido por momentos la titularidad, como Garbajosa o Navarro. Esa ilusi¨®n, tanto dentro como fuera de la pista, hace que tengas un plus para lograr el ¨¦xito.
No s¨¦ si al final ser¨¢n campeones de Europa pero podemos estar orgullosos de lo que han conseguido hasta ahora con esa qu¨ªmica, con ese buen rollo. Evidentemente, sin olvidar el nivel de los jugadores con los que cuenta Pepu que hace que ver jugar a este equipo, al margen del resultado (desde luego, si ganan como hacen casi siempre, mejor), sea un aut¨¦ntico placer.
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