Kasp¨¢rov: "Putin dirige Rusia como si fuera el KGB"
El l¨ªder opositor y ex campe¨®n de ajedrez predice luchas internas en el r¨¦gimen
El ajedrecista contra el esp¨ªa puede ser la batalla que se libre en Rusia en los pr¨®ximos tiempos, porque el presidente Vlad¨ªmir Putin ha encontrado en el antiguo campe¨®n mundial a uno de sus m¨¢s furibundos detractores. Gary Kasp¨¢rov (Bak¨², Azerbaiy¨¢n, 1963) arremeti¨® ayer en Madrid contra los modos autoritarios y el poder desp¨®tico de Putin al presentar su libro C¨®mo la vida imita al ajedrez (Debate).
"La designaci¨®n de V¨ªktor Zubkov como primer ministro", coment¨® Kasp¨¢rov en un coloquio con periodistas, "ha sido una sorpresa para aqu¨¦llos que intentan seguir una l¨®gica pol¨ªtica. Pero en la Rusia de hoy esa l¨®gica no sirve. Putin sigue siendo un hombre del KGB [el servicio de espionaje de la ¨¦poca sovi¨¦tica] y dirige el pa¨ªs como esta organizaci¨®n, como si fuera una operaci¨®n secreta. Para ello ha de utilizar a gente de absoluta fidelidad y confianza, como Zubkov, destinado a ser el guardi¨¢n del sitio".
"No volveremos a la guerra fr¨ªa, porque a los rusos ricos s¨®lo les interesa el dinero"
No descarta Kasp¨¢rov que Putin aspire a un tercer mandato en 2008, una posibilidad excluida en la actual Constituci¨®n. "Si Putin abandona el cargo, se abrir¨¢ una lucha entre las facciones en el poder, y si permanece en su puesto derrumbar¨¢ el ¨²ltimo pilar que sostiene la Constituci¨®n", comenta uno de los mejores ajedrecistas de la historia, que combina el juego agresivo con la cautela.
Enfundado en un traje sobrio, adornado con una corbata discreta y utilizando un ingl¨¦s excelente, Kasp¨¢rov anunci¨® graves crisis en Rusia por "el aumento constante de las diferencias entre ricos y pobres, por la falta de inversiones en servicios e infraestructuras y por los enfrentamientos que se producir¨¢n en el seno del r¨¦gimen". Este brillante estratega califica sin dudar al sistema ruso de "dictadura", proclama que el ¨²nico inter¨¦s de la ¨¦lite es "ganar dinero" y emplaza a los grupos de la oposici¨®n a unirse contra Putin.
A juicio de este dirigente del Frente C¨ªvico Unido y de la coalici¨®n Otra Rusia, las fuerzas opositoras deben agruparse para precipitar el final del r¨¦gimen. Otra Rusia no participar¨¢ en los comicios por las inmensas trabas pol¨ªticas y burocr¨¢ticas para registrarse como partido. "En todos los procesos de lucha contra una dictadura, llega un momento en que hay que unir a la oposici¨®n porque la prioridad pasa por acabar con el totalitarismo".
Concede poca importancia Kasp¨¢rov a las bravatas y amenazas del r¨¦gimen ruso contra Occidente, y apostilla que "al fin y al cabo las fortunas de los ricos de Rusia est¨¢n invertidas en los bancos y en las inmobiliarias occidentales". "No creo", opina, "que volvamos a una nueva guerra fr¨ªa porque lo que inspira siempre a los magnates rusos es el dinero. En realidad, toda la pol¨ªtica exterior est¨¢ orientada a obtener beneficios. O sea, que Mosc¨² vende armas, por ejemplo, a Ir¨¢n o Siria para que Oriente Pr¨®ximo se mantenga como una zona inestable y eso permita mantener altos los precios del petr¨®leo". En cualquier caso, Gary Kasp¨¢rov critica el doble rasero que Occidente emplea al conceder a la Rusia de Putin un "halo democr¨¢tico".
Desde que se retirara del ajedrez profesional en 2005, el jugador que asombr¨® durante d¨¦cadas al mundo y venci¨® en 1996 a una m¨¢quina dise?ada para vencerle, se ha concentrado en utilizar su inmenso talento en favor de una causa pol¨ªtica. "Fue una decisi¨®n de envergadura que obviamente no tom¨¦ de la noche a la ma?ana. En definitiva, estaba hastiado de la situaci¨®n en mi pa¨ªs y ten¨ªa dos opciones: o me marchaba a vivir al extranjero o me quedaba y luchaba para cambiar las cosas". Gary Kasp¨¢rov opt¨® por el compromiso pol¨ªtico a partir de una decisi¨®n moral, y es muy consciente de que esta elecci¨®n resulta mucho m¨¢s dura para aquellos opositores al r¨¦gimen de Putin que no cuentan con la protecci¨®n que brinda una popularidad mundial.
No obstante, Kasp¨¢rov se mueve con guardaespaldas por Rusia, nunca vuela en viajes de larga distancia de Aeroflot, no come ni bebe a bordo si ha de utilizar la l¨ªnea a¨¦rea rusa y siempre elige restaurantes de gente de confianza cuando se desplaza por Mosc¨² u otras ciudades rusas. "El riesgo existe e intento proteger a mi familia y protegerme yo", concluye.
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