Bergen huele a salm¨®n y madera
Casas de colores, mercados y sabores de mar en la ciudad noruega
A punto de aterrizar, la costa de Bergen tiene cierto aire de gigante desmembrado: acantilados abruptos de donde cuelgan cascadas y r¨ªos impetuosos, pedazos de terru?o verde untados a la roca, roca que lo englute todo, flores, abetos, ganado, ni?os; carreteritas serpenteantes que van a morir en casas, casas solitarias que asoman al vac¨ªo, en donde el solo hecho de vivir es toda una haza?a. Y es que, cuenta la Prosa Edda -la fuente m¨¢s exhaustiva de la mitolog¨ªa escandinava, posterior a la era vikinga-, este paisaje fue creado a partir del gigante de la escarcha, Ymir. Sus enemigos cogieron sus sesos, los lanzaron al aire, y de ah¨ª brotaron las nubes; con la carne crearon colinas, llanuras y estepas; con su sangre llenaron las cuencas de los r¨ªos; con sus dientes y huesos fabricaron rocas y monta?as; con su pelo, los ¨¢rboles y los arbustos; con el sudor de sus axilas, el mar, y as¨ª sucesivamente.
Adem¨¢s de ser la ciudad de la que parten la mayor¨ªa de las excursiones a los fiordos (Sognefjord, Hardangerfjord, Nordfjord o Geirangerfjord, entre otros) que recorren la costa oeste noruega hasta la frontera con Rusia, Bergen es ideal para visitarla en tres o cuatro d¨ªas, no se necesita mucho m¨¢s. El problema para el resto de Europa son sus precios elevados, que se hacen notar sobre todo en el alojamiento y en la restauraci¨®n. Existen, sin embargo, hostales de absoluta confianza en los que se puede hacer uso de la cocina y sala de estar por 500 coronas noruegas la noche (60 euros aproximadamente) y donde no se est¨¢ nada mal.
Otro escollo a salvar es la lluvia: en Bergen llueve una media de 260 d¨ªas al a?o, sin tregua, en cualquier estaci¨®n del a?o. Tanto es as¨ª, que los habitantes han desarrollado un truco curioso: se puede recorrer la ciudad de cabo a rabo saltando de un centro comercial a otro sin que te caiga ni una sola gota.
Sensaci¨®n de calma
Son peque?os inconvenientes porque, en conjunto, Bergen merece la pena, y mucho. Ante todo, es sensaci¨®n de calma, un sereno vac¨ªo, luz que lo invade todo (en el mes de junio, la sombra de la noche apenas logra ara?ar unas cuantas horas) y tambi¨¦n olor. Basta con pasear por el mercado de Torget, situado en el puerto desde donde salen las excursiones en barco a los fiordos, para percibir el olor del salm¨®n (que se ofrece a la venta con pan, a modo de aperitivo), salazones de arenques y bacalao, cangrejos, gambas y otras much¨ªsimas variedades marinas. O la fragancia untosa y carnal del fiambre de reno, arce y ciervo; o el olor intenso de las pieles y cueros curtidos que tambi¨¦n est¨¢n a la venta.
Lo curioso y sorprendente para muchos, o al menos a m¨ª me lo pareci¨®, es que en este mercado callejero, los vendedores (noruegos con tupidas barbas de color platino que nos escrutan con ce?o bonach¨®n), adem¨¢s de hablar un ingl¨¦s de Oxford, aceptan tarjeta de cr¨¦dito.
Hay otro olor que flota en el aire, sobre todo en la zona conocida por el bryggen (muelle), y es el olor a madera. Esta zona es el lugar del asentamiento originario de la ciudad en la Edad Media. Se reconoce f¨¢cilmente porque es la foto t¨ªpica que ofrecen las gu¨ªas tur¨ªsticas de Noruega: una hilera de casitas y almacenes de colores chillones, hoy d¨ªa convertidos en tiendas de recuerdos, bares y restaurantes. En los siglos XIV y XV, cuando la Liga Hanse¨¢tica controlaba el comercio exterior noruego, la zona que va desde el bryggen hasta la vregaten (o calle de Arriba, que era la dedicada al comercio y la manufactura) era conocida como el barrio alem¨¢n. Merece la pena pasear por sus estrechas callejuelas de aire expresionista, que todav¨ªa conservan la antigua normativa hanse¨¢tica sobre el ancho y largo, as¨ª como sobre la distancia entre un edificio y otro, aunque s¨®lo sea porque ah¨ª la lluvia no se cuela.
Tanta madera por todas partes trajo como consecuencia que Bergen fuera la ciudad de los incendios (?de 1170 a 1955 hay contabilizados hasta 34!), incendios a los que hay que agradecer dos cosas. Por un lado, la mejora en el conocimiento sobre distintos aspectos de la vida medieval, porque las construcciones se han ido levantando sobre los restos de las antiguas y los arque¨®logos han podido seguir la historia de la ciudad capa por capa, a trav¨¦s de los siglos.
Del incendio de 1955 todav¨ªa se acuerdan muchos habitantes mayores; al excavar la zona para volver a construir, salieron una gran cantidad de utensilios medievales como joyas, cacharros de cocina, zapatos, productos textiles, peines de madera o de cuerno de arce, as¨ª como restos de semillas, que hoy recoge el Museo Bryggen, abierto al p¨²blico para su visita. La segunda cosa que hay que agradecer a la historia incendiaria de esta ciudad es que Bergen cuente con los sistemas contra incendios m¨¢s eficaces de Europa, a la vista en pr¨¢cticamente todos los edificios p¨²blicos.
Muy cerca del Museo Bryggen se puede visitar la Torre de Rosenkrantz, erigida en 1560 por el se?or feudal de la fortaleza de Berenshus, Don Erik Rosenkrantz, a petici¨®n del rey Federico II, que hizo venir a alba?iles y canteros de Escocia para seguir la moda constructiva de las torres fortificadas del mismo periodo. Justo al lado se encuentra la Nave de Hakon, construida por el rey Hakon Hakonsson a mediados del siglo XIII como lugar para la celebraci¨®n de recepciones. Se reconstruy¨® despu¨¦s de que sufriera importantes da?os en 1944, cuando un barco de municiones alem¨¢n estall¨® en el puerto; el edificio sirve tambi¨¦n para recepciones de la casa real noruega.
Bayas de las nubes
La oferta gastron¨®mica es excelente. En el propio bryggen hay varios restaurantes, pero si lo que se desea es comer pescado o marisco, yo recomendar¨ªa el Enhjorningen, donde la carta de pescado es tan amplia y exquisita que se puede encontrar hasta carne de ballena. Por lo visto, despu¨¦s de una ¨¦poca en que estaba prohibido pescarla por el peligro de extinci¨®n, prolifer¨® de tal manera (con el consiguiente peligro para la fauna marina), que ahora se permite la pesca y se puede adquirir en los mercados y comer en los restaurantes sin ning¨²n remilgo. Otro plato absolutamente recomendable es el bacalao, que en noruego, siempre que est¨¦ cocinado, recibe este mismo nombre. De postre, yo sugerir¨ªa otro producto t¨ªpico: las llamadas bayas de las nubes, un delicioso fruto, entre la grosella y la frambuesa, algo m¨¢s ¨¢cido, que se acompa?a de helado.
Hay por ¨²ltimo una excursi¨®n que uno no se debe perder en Bergen. Al final del vregaten, cerca del mercado, est¨¢ el terminal del funicular que sube hasta el monte Gloyen, a 320 metros por encima del nivel del mar. Si el tiempo lo permite, se puede contemplar Bergen y los alrededores desde la cima. La bajada andando son 45 minutos, pero merece la pena.
Cristina S¨¢nchez-Andrade es escritora. Su ¨²ltimo libro publicado se titula Coco (RBA, 2007)
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- SAS (www.flysas.es; 807 11 21 17) vuela a Bergen con una escala. Ida y vuelta desde Madrid, a partir de 250 euros, precio final.- KLM (www.klm.es; 902 22 27 47), tambi¨¦n con una escalada, ida y vuelta, desde 290 euros.Excursi¨®n a los fiordos- Noruega en la C¨¢scara de una Nuez (www.norwaynutshell.com; 00 47 81 56 82 22) es el nombre de una interesante excursi¨®n a los fiordos. Dura todo el d¨ªa y comienza en Bergen con un paseo en tren hasta Myrdal, para dirigirse luego al espectacular paisaje que ofrece el valle de Flam. Una vez aqu¨ª, un crucero de dos horas permite ver el famoso Naeroyfjord hasta llegar a Gudvangen, en donde se coge un autob¨²s que nos lleva de vuelta a Voss y, por ¨²ltimo, el tren hasta Bergen. Precio: 820 coronas (103 euros). El circuito se puede realiza durante todo el a?o.DormirHOTELES- Best Western Grand Hotel Terminus (www.ght.no; 00 47 55 21 25 00). La habitaci¨®n doble, unos 130 euros.- Radison SAS Hotel Norge (www.bergen.radissonsas.com; 00 47 55 57 30 00). La doble, 225 euros. HOSTALES- Bergen Vandrerhjem Montana (00 47 55 20 80 70; www.montana.no). La habitaci¨®n doble, desde 75 euros.- Bergen Vandrerhjem YMCA (www.vandrerhjem.com; 00 47 55 60 60 55). La habitaci¨®n doble, 105 euros.- Marken Gjestehus (www.marken-gjestehus.com; 00 47 55 31 44 04). Habitaci¨®n doble, 80 euros.Informaci¨®n- Oficina de turismo en Bergen (00 47 55 55 20 00; www.visitbergen.com).- Turismo de Noruega en Madrid (www.visitnorway.com; 913 19 73 03).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.