Pasacalles circense en la Castellana

En carromato, como antes. El Circo Museo Raluy lleg¨® ayer a Madrid a la antigua usanza. Los veh¨ªculos restaurados desde hace d¨¦cadas por el cabeza de esta familia circense catalana, Luis Raluy, recorrieron la ciudad. Lo hicieron, sin embargo, de manera muy discreta, sin anunciar a los cuatro vientos que el circo ya est¨¢ en Madrid. "El Ayuntamiento no nos deja usar megafon¨ªa", se excus¨® un portavoz. La peque?a comitiva de cuatro carromatos de los siglos XIX y XX atraves¨® la capital a m¨¢s de cuarenta kil¨®metros por hora por el paseo de la Castellana, el paseo de Recoletos o el paseo del Prado. Llegaron hasta ronda de Atocha, donde se encuentra el Circo Price. All¨ª actuar¨¢ el Raluy a partir de ma?ana y hasta el pr¨®ximo domingo. Ser¨¢n seis d¨ªas en los que los espectadores podr¨¢n disfrutar de payasos y acr¨®batas.

"Quiero ver a los elefantes", dec¨ªa una ni?a, que tambi¨¦n hab¨ªa visto pasar al circo y que paseaba con su padre por la zona. Algo bastante dif¨ªcil, porque la familia Raluy se dedica a las acrobacias, a los equilibrios y a los saltos imposibles, pero no utiliza animales en su espect¨¢culo, seg¨²n figura en su web (www.raluy.com). El Raluy, con m¨¢s de 75 a?os de existencia, es, adem¨¢s de circo, un museo. Se debe a los carromatos antiqu¨ªsimos que conservan. "Es un circo hist¨®rico, un circo-museo porque el espectador puede ver c¨®mo se viajaba en aquellos tiempos con los antiguos carruajes", relat¨® Manuel Raluy, codirector del circo junto a su hermano Carlos. ?ste, exultante, dec¨ªa: "Ha sido maravilloso ver a los madrile?os saludarnos. Nos hemos emocionado mucho". Seg¨²n ¨¦l, "Madrid es una ciudad con sentimiento hacia el circo". Por eso, argumentaba, "el Raluy quiso hacer un pasacalle, como se ha hecho toda la vida".

El espect¨¢culo podr¨¢ verse en el Circo Price, por entre 20 y 26 euros, en el siguiente horario: martes, a las 21.00; de mi¨¦rcoles a viernes, a las 19.00 y 21.30; s¨¢bado, a las 17.00 y 20.00, y el domingo, a las 17.00.