Raci¨®n doble

Los adictos al deporte televisado no hemos dado abasto este fin de semana. Raci¨®n doble de motor: coches, por Tele 5 y TV-3, y motos, por La Primera. Adem¨¢s, raci¨®n doble de bal¨®n: el baloncesto, por la Sexta, y el f¨²tbol por Canal+, el Osasuna-Bar?a coincidiendo con la final del Eurobasket entre la brillante selecci¨®n espa?ola y la rusa. Como para no moverse del sof¨¢. Y si encima, el s¨¢bado por la noche, daban en Versi¨®n espa?ola la excelente comedia de Jos¨¦ Corbacho y Juan Cruz Tapas, entonces ya es que ni dormir. Mucha faena, vamos. Por fortuna, el cierre de esta columna, bastante anterior al de la secci¨®n de deportes, nos exime de comentar la final baloncest¨ªstica: all¨¢ cada uno con su infarto y con esa tripleta freaky de comentadores integrada por Andr¨¦s Montes ("?t¨¢-t¨¢-t¨¢-t¨¢!"), L¨®pez-Iturriaga ("?Ahiv¨¢, ahiv¨¢!") y el bueno de Epi, que trata sin ¨¦xito de introducir cordura y ¨¦l tambi¨¦n acaba tronch¨¢ndose. Uno no entiende nada de baloncesto, pero si supiera, mucho se teme que una alocuci¨®n as¨ª acabar¨ªa carg¨¢ndole.

Dejando de lado los coches, en que la ley del p¨¦ndulo funcion¨® implacable, otorgando la victoria a los Ferrari por delante de los McLaren despu¨¦s de la tensa semana del espionaje industrial entre las dos marcas, el gran momento televisivo se vivi¨® en la Moto GP con el duelo a muerte entre Pedrosa y Rossi que todos los aficionados esper¨¢bamos desde principios de temporada. Gan¨® Rossi, el gato se comi¨® al fin al rat¨®n. El equipo de comentaristas, que es muy bueno, perdi¨® un poco los papeles al final, porque hubo unas vueltas en que no estaba claro qui¨¦n era el gato y qui¨¦n el rat¨®n, pero el zarpazo final de Rossi cort¨® de cuajo toda duda. El piloto de Tavullia no ganar¨¢ este mundial, pero ha demostrado que, si tiene moto, sigue en lo m¨¢s alto de la competici¨®n con toda la simpat¨ªa que le caracteriza. El momento tierno de la retransmisi¨®n lo puso ?ngel Nieto cuando entrevist¨® a su decepcionado hijo Pablo, que tuvo que retirarse, una vez m¨¢s, de la prueba de 125 cent¨ªmetros c¨²bicos. El "?Venga!" del padre que cerr¨® la amarga conversaci¨®n concentr¨® un gran destello de cari?o.