Atormentado Valencia
El equipo de Quique se mide al Schalke cargado de dudas y desconfianzas
Nadie se f¨ªa de nadie en el Valencia, que lleg¨® ayer a Gelsenkirchen para medirse hoy al Schalke con un ba¨²l lleno de desconfianzas. Entre el t¨¦cnico, Quique Flores, y los jugadores. Entre ¨¦stos y el cuerpo m¨¦dico. Entre el presidente y los futbolistas. Y as¨ª sucesivamente. El pen¨²ltimo ejemplo, el viernes, cuando el presidente, Juan Soler, entr¨® intempestivamente en las oficinas de Paterna para amenazar a los tres capitanes, Albelda, Baraja y Angulo, con que o mejoraban su rendimiento o se iban a enterar de qui¨¦n era ¨¦l. "Y no me repliqu¨¦is que yo soy el presidente y vosotros s¨®lo pod¨¦is hablar en el campo".Vale. Los capitanes no sal¨ªan ayer todav¨ªa de su asombro. ?Y el t¨¦cnico? "Son cosas del club que no comento".
El presidente Soler amenaz¨® a los tres capitanes para que mejoren su rendimiento
Apesadumbrado, Quique se tens¨® inopinadamente ayer cuando le preguntaron si hab¨ªa dormido bien. La pregunta era inocente, pero se lo tom¨® como un ataque personal. "El d¨ªa que tenga sue?o, te lo dir¨¦", le espet¨® al reportero. Por si fuera poco, el preparador madrile?o hubo de enfrentarse a la presi¨®n que ejerci¨® la prensa alemana, que le pregunt¨® por qu¨¦ el portero internacional Hildebrand no es titular. "Estamos contentos con dos grandes porteros", replic¨® Quique, sin desvelar qui¨¦n ocupar¨¢ esta noche la porter¨ªa. Un error de Ca?izares ante el Valladolid y unas declaraciones de Hildebrand en este peri¨®dico anunciando que hablar¨¢ con el entrenador si sigue de suplente, aumentaron las suspicacias.
La tensi¨®n campa a sus anchas en el club, donde observan c¨®mo el equipo lleva camino de despe?arse pese a los resultados: dos triunfos y una derrota en la Liga. El juego es p¨¦simo y as¨ª lo proclam¨® el s¨¢bado el p¨²blico en Mestalla tras una victoria inmerecida ante el Valladolid (2-1). Entonces actuaron casi todos los suplentes y hoy vuelven los titulares, quienes tampoco ofrecieron mejor imagen en los dos primeros encuentros del campeonato. ?Las soluciones? Pasan por mejorarlo "todo", admiti¨® Quique, "la coordinaci¨®n defensiva, el robo de bal¨®n, la fluidez...". Y va a ser de manera "progresiva".
"Soy un entrenador de jugadores", proclam¨® el entrenador, cuya obviedad esconde una acusaci¨®n de los futbolistas, que le imputan haberse vendido al poder presidencial. Quique ha chocado con los pesos pesados del vestuario desde la pretemporada. El preparador les pide que asuman m¨¢s responsabilidades y ¨¦stos se sienten maltratados por aqu¨¦l, que vino de vacaciones con un l¨¢tigo entre los dientes. Entremedias, los ocho fichajes del verano van entrando eventualmente en el equipo. No se enteran de la pel¨ªcula. Y pese al mal momento de forma de algunos de sus compa?eros, ninguno puede considerarse titular. Son, hasta que demuestren lo contrario, jugadores de complemento. El ¨²ltimo en llegar, el mediocampista portugu¨¦s Manuel Fernandes, declar¨® ayer que quiere jugar de mediocentro y no de interior izquierdo, donde le ubic¨® Quique ante el Valladolid.
La ola de pesimismo contrasta con el aire de regeneraci¨®n del Schalke, el eterno Poulidor del f¨²tbol alem¨¢n. Muchas veces segundo en este campeonato, su trofeo m¨¢s valioso es la Copa de la UEFA de 1996/97. El s¨¢bado, unos 10.000 de sus seguidores recorrieron 750 kil¨®metros para ver en directo el meritorio empate del equipo ante el gigante rojo, el Bayern de M¨²nich (1-1), l¨ªder de la Bundesliga. El Schalke es un equipo joven, con una media de 24 a?os, que trata de mantenerse entre los grandes. "Preveo un partido muy f¨ªsico", analiz¨® Quique. "Son buenos en las jugadas de estrategia y en los disparos lejanos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.