La presidenta de las Cortes somete a la Sindicatura la gesti¨®n de su antecesor
El entorno de Julio de Espa?a cree que esta decisi¨®n s¨®lo intenta deteriorar su imagen
La presidenta de las Cortes, la popular Milagrosa Mart¨ªnez, comunic¨® ayer a la Mesa de las Cortes su decisi¨®n de remitir a la Sindicatura de Comptes -el ente fiscalizador de la Generalitat- la liquidaci¨®n de las cuentas de la C¨¢mara correspondientes a 2006. Esta es la primera vez desde la constituci¨®n de las Cortes en 1983 que se remiten las cuentas fuera para que sean auditadas. La decisi¨®n fue interpretada en el PP como una iniciativa para cuestionar la gesti¨®n del anterior presidente de la C¨¢mara, el popular Julio de Espa?a, que aspira a ser S¨ªndic de Greuges.
El anuncio sembr¨® el nerviosismo en las bancadas de populares y socialistas
La presidenta de la Cortes, Milagrosa Mart¨ªnez, reuni¨® ayer a la Mesa y, entre los asuntos del orden del d¨ªa, comunic¨® que hab¨ªa remitido la liquidaci¨®n de las cuentas a la Sindicatura de Comptes. La iniciativa cont¨® con el asentimiento de los dos socialistas representados en la Mesa, Isabel Escudero y Antoni Such. Sin embargo, cuando la propia presidencia de la C¨¢mara difundi¨® la iniciativa, los nervios empezaron a recorrer las bancadas del PP y del PSPV.
En el Grupo Popular la decisi¨®n de remitir las cuentas a la Sindicatura se interpret¨® como un intento por parte de Milagrosa Mart¨ªnez de desmarcarse de la gesti¨®n de Julio de Espa?a y desvelar parte de la gesti¨®n realizada por el ex presidente de las Cortes. Las mismas fuentes achacaron la decisi¨®n a una directriz de Presidencia de la Generalitat.
Fuentes pr¨®ximas a Julio de Espa?a relacionaron la sorprendente decisi¨®n de Milagrosa Mart¨ªnez con el objetivo de deteriorar la imagen del ex presidente de la C¨¢mara, que aspira a ser S¨ªndic de Greuges tras haber sido elegido senador territorial el pasado mes de julio. "El presidente de las Cortes no puede contratar nada por un monto superior a los 30.000 euros sin someterlo a la Mesa, seguramente pretenden cuestionar alguna de sus decisiones cuestionando alguna subvenci¨®n realizada por importe de 12.000 o 18.000 euros a alguna asociaci¨®n", indic¨® la fuente, que record¨® que los presupuestos de las Cortes, a excepci¨®n de un a?o que Esquerra Unida se abstuvo, se han aprobado siempre. "Y las liquidaciones se han aprobado tambi¨¦n en la comisi¨®n de r¨¦gimen interior", recalc¨®.
Parlamentarios conocedores del funcionamiento de la Mesa apuntaron a que la auditor¨ªa de la Sindicatura de Comptes permitir¨ªa desvelar el coste de los plenos itinerantes de las Cortes, aprobados por la Mesa, pero cuyo coste nunca se someti¨® a aprobaci¨®n. Otras fuentes indicaron que la decisi¨®n de Milagrosa Mart¨ªnez se produce cuando todav¨ªa pueden aparecer gastos realizados por Julio de Espa?a sin la adecuada cobertura presupuestaria y que tendr¨¢ que regularizar la actual Mesa de las Cortes.
En la direcci¨®n del Grupo Socialista, la posibilidad de que se fiscalicen las cuentas de la C¨¢mara tambi¨¦n provoc¨® irritaci¨®n y nervios, hasta el punto de que el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, recrimin¨® a secretario segundo Antoni Such que no se hubiese opuesto a la iniciativa de Milagrosa Mart¨ªnez. Pla argument¨® que la presidenta s¨®lo busca ganar protagonismo pol¨ªtico enviando a un organismo que depende de las Cortes -la Sindicatura de Comptes- la liquidaci¨®n de las cuentas de la C¨¢mara, que es la depositaria de la soberan¨ªa popular.
El malestar por la decisi¨®n de la presidenta de las Cortes se produce despu¨¦s de desvelarse que la C¨¢mara pag¨® en 2004 viajes a varios parlamentarios para acudir a partidos de f¨²tbol.
La iniciativa de Mart¨ªnez sienta precedente dentro y fuera de la Comunidad Valenciana. Si la ley del Tribunal de Cuentas, organismo fiscalizador en el ¨¢mbito estatal, le autoriza a fiscalizar el presupuesto de instituciones como el Congreso de los Diputados, lo cierto es que no se hace y estas instituciones, con interventores propios, se autocontrolan.
La situaci¨®n var¨ªa de una comunidad aut¨®noma otra. En el Pa¨ªs Vasco, por ejemplo, las cuentas de la c¨¢mara auton¨®mica s¨ª son fiscalizadas. Sin embargo, en Andaluc¨ªa la C¨¢mara de Cuentas tampoco fiscaliza las cuentas del Parlamento andaluz. En este caso es la Mesa y tres diputados interventores los que se ocupan de supervisarlas.
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