Siempre Ra¨²l

La m¨ªstica entre Ra¨²l y la Liga de Campeones no tiene fin. Es una relaci¨®n tan universal como productiva para el Madrid, cuyo capit¨¢n es el m¨¢ximo goleador en la historia del torneo: 57 goles en 111 partidos. Ante el Werder Bremen, Ra¨²l acudi¨® puntual a la cita europea: un gol, una asistencia y, como siempre, el puls¨®metro revolucionado. Y, una vez m¨¢s, Chamart¨ªn le despidi¨® con honores cuando, a punto de caer el tel¨®n, Schuster decidi¨® que nadie mejor que su primer corneta para dar la bienvenida a Robben, el gancho veraniego que le faltaba a la grada.

En Higua¨ªn se adivina a un jugador con un repertorio muy interesante

Con Ra¨²l como protagonista indiscutible, el Madrid gan¨® un duelo que apenas pudo gobernar. Salvo en la segunda mitad del primer acto, el equipo alem¨¢n mantuvo siempre el debate con el Madrid. El grupo de Schuster no hizo un f¨²tbol oper¨ªstico, pero es un equipo mucho m¨¢s alegre y chisposo que aqu¨¦l que conquist¨® la ¨²ltima Liga. Y, mientras perfila su gui¨®n, es un fiel retrato de los equipos en los que ha estado el t¨¦cnico alem¨¢n: todos despegan como tiros. Es el caso de este Madrid, con menos alardes que al principio en sus dos ¨²ltimas citas, pero que ya ha encadenado cuatro victorias consecutivas.

Ante el Werder Bremen, la puesta en escena del Madrid result¨® demasiado previsible. Desconectados Gago y Guti, y demasiado contenidos Ramos y Marcelo por los costados, el equipo se mostr¨® espeso. De nada le sirvi¨® al equipo el gol de Ra¨²l, que hizo diana en el primer remate que hubo en Chamart¨ªn. Nada noticioso cuando se trata de Ra¨²l y la Champions. Olvidado Capello, Ra¨²l, de nuevo a un paso de la porter¨ªa adversaria, se ha activado. De alguien como ¨¦l no cabe esperar que se rinda jam¨¢s. Su gol, un complicado remate de cabeza, fue contrarrestado de inmediato por Sanogo, que se benefici¨® de un hecho extraordinario: un error de Casillas, al que se le ablandaron las manoplas tras el remate del marfile?o. Un accidente pasajero. Apenas cinco minutos despu¨¦s el portero local impidi¨® que el Werder empinara el marcador al evitar con el pie un disparo del sueco Rosenberg.

La rehabilitaci¨®n de Casillas espabil¨® al Madrid, que present¨® su mejor partitura antes del descanso. Con Ra¨²l al frente, Higua¨ªn secund¨® a su capit¨¢n y se despert¨® todo el Madrid. Se atrevi¨® Marcelo, que percuti¨® una y otra vez, y Gago -que, en ocasiones, hace m¨¢s faltas de las necesarias- y Guti hicieron algunas se?ales de humo a Van Nistelrooy. Higua¨ªn tuvo mucho que ver en todo lo que ocurri¨®.

En el ex jugador del River Plate se adivina a un jugador con un repertorio muy interesante. Le incomoda anclarse en la orilla, pero tiene velocidad para el desborde. Le atrae la posici¨®n de enganche, por detr¨¢s del punta, donde se aplica como un ge¨®metra, porque entiende el juego y es preciso como asistente. Frente al Werder Bremen dej¨® pistas magn¨ªficas, como dos servicios excelentes a Van Nistelrooy. A su llegada, en el ¨²ltimo mercado invernal, dej¨® dudas de su relaci¨®n con el gol, pero aprob¨® al final de temporada y en tres jornadas de Liga ya lleva un gol. Sin el tono f¨ªsico adecuado, fue relevado en el segundo tiempo por Robinho. Para entonces el Madrid ya hab¨ªa perdido el hilo al encuentro. Diego, el brasile?o que pilota al Bremen, le amenazaba una y otra vez. Para suerte local, en el entorno de Diego el conjunto de Schaaf no tiene gran cosa. Ha vendido a 12 jugadores, entre ellos a su estrella, Klose, y Borowski y Frings -los dos pretorianos que le quedan- est¨¢n lesionados. Demasiados azotes para cualquier equipo.

Con el Bremen descarado y el Madrid agrietado, el partido se convirti¨® en una ruleta hasta que Ra¨²l apareci¨® de nuevo. Esta vez para versionar a Guti, de quien recibi¨® un pase ajustado para convertirlo en una magn¨ªfica cesi¨®n a Van Nistelrooy, otro que flirtea como pocos en la Champions, en la que ya ha festejado 54 goles. Dos puntadas de Ra¨²l y asunto finiquitado. As¨ª es este chico, siempre insaciable, m¨¢xime en la Liga de Campeones.

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