?Morir¨¢ de ¨¦xito la biolog¨ªa estructural?
Las 40.000 estructuras de macromol¨¦culas biol¨®gicas descifradas en los ¨²ltimos 50 a?os iluminan a nivel at¨®mico multitud de fen¨®menos bioqu¨ªmicos, gen¨¦ticos, biol¨®gicos y m¨¦dicos
La biolog¨ªa estructural es la ciencia joven y revolucionaria de la segunda mitad del siglo XX (Watson y Crick, 1953) que nos revel¨® la estructura ¨²nica de la doble h¨¦lice del ADN, explicando el mecanismo de la duplicaci¨®n del material gen¨¦tico con una escultura molecular maravillosa. Una d¨¦cada m¨¢s tarde, y tras una labor ardua y penosa, Kendrew y Perutz revelaron por primera vez, a escala at¨®mica, las contorsiones viscerales de las estructuras de las primeras prote¨ªnas (hemoglobina y mioglobina). Enterrada en su complejidad at¨®mica (varios miles de ¨¢tomos), las estructuras escond¨ªan el secreto de su funci¨®n como transportadoras de ox¨ªgeno.
Los bi¨®logos del siglo XXI navegar¨¢n en dos direcciones opuestas aparentemente
El 'bistur¨ª' ha resultado ser los intensos rayos X emitidos por los sincrotrones
Estos descubrimientos fueron el origen de la multitud de estructuras tridimensionales de macromol¨¦culas biol¨®gicas que se han determinado hasta el momento. El Protein Data Bank (PDB, accesible en la direcci¨®n de Internet www.rcsb.org) contiene en la actualidad m¨¢s de 40.000 estructuras, y se siguen descubriendo diariamente en los laboratorios del mundo al ritmo de 5.000 anuales.
Las estructuras iluminan y explican a nivel at¨®mico multitud de fen¨®menos bioqu¨ªmicos, gen¨¦ticos, biol¨®gicos y m¨¦dicos, y probablemente servir¨¢n para descubrir nuevas aplicaciones terap¨¦uticas. Esta galer¨ªa enorme de estructuras representa una extensi¨®n -a nivel at¨®mico- de la tradici¨®n anat¨®mica que empez¨® con Andrea Vesalio en el Renacimiento y continu¨® a nivel celular con George Palade en la primera mitad del siglo XX.
El bistur¨ª de la biolog¨ªa estructural at¨®mica de nuestro siglo ha resultado ser los intensos Rayos X emitidos por los sincrotrones. Los sincrotrones actuales son aceleradores de electrones dise?ados especialmente para producir radiaciones con una longitud de onda (propiedad an¨¢loga al color en la radiaci¨®n visible) variable que permite analizar estructuralmente una gran variedad de materiales, tanto biol¨®gicos como inertes.
?ste es precisamente el objetivo del sincrotr¨®n ALBA, que se est¨¢ construyendo en la actualidad en Catalu?a. El proyecto es construir el anillo donde circular¨¢n los electrones en una ¨®rbita circular y completar una serie de estaciones alrededor que aprovechar¨¢n de forma ¨²nica las caracter¨ªsticas de la radiaci¨®n emitida (longitud de onda, intensidad, enfoque y otras) para efectuar distintos experimentos. Los experimentos tendr¨¢n como objetivo: examinar la organizaci¨®n de la materia (cristalina o amorfa); obtener la estructura de materiales cristalinos (prote¨ªnas, complejos macromoleculares); identificar los elementos o especies qu¨ªmicas que est¨¢n presentes, o producir im¨¢genes detalladas de las muestras, adem¨¢s de muchas otras posibilidades.
?Hacia d¨®nde ir¨¢ la biolog¨ªa estructural en nuestro siglo? ?Ser¨¢ posible que a esta etapa de madurez tan extraordinaria le siga un periodo de oscuridad y anonimato, enterrada bajo todas aquellas ciencias a las que ha transformado? Los mismos bi¨®logos estructurales se est¨¢n planteando esta pregunta cr¨ªtica, ya que los m¨¦todos desarrollados en los ¨²ltimos 40 a?os para resolver esa multitud de estructuras al a?o est¨¢n ya bien establecidos y codificados en algoritmos y programas de computadora que las personas no expertas pueden utilizar, sin consultar con los cristal¨®grafos. ?Desaparecer¨¢ la biolog¨ªa estructural de nuestro cat¨¢logo de ciencias din¨¢micas para esconderse en una vejez an¨®nima, o resurgir¨¢ de nuevo con el impulso de nuevas t¨¦cnicas?
En cierta forma, la respuesta a esta pregunta est¨¢ relacionada con la respuesta a una pregunta simple que se repite en las clases de ciencias naturales a lo largo de todo el proceso educativo: ?cu¨¢les son los estados de la materia? La respuesta se suele considerar elemental: s¨®lido, l¨ªquido y gaseoso; todo el mundo sabe eso, ?no? Esa respuesta tan simple no considera expl¨ªcitamente a los seres vivos. Ignora la multitud de organismos que pueblan nuestros mares, pululan en el aire o se multiplican en el suelo. Desde los virus y bacterias diminutos hasta las hermosas ballenas del oc¨¦ano, e incluy¨¦ndonos a nosotros mismos. Nuestros cuerpos tienen consistencia por la presencia de elementos s¨®lidos (por ejemplo, los huesos), funcionan gracias a la circulaci¨®n de l¨ªquidos vitales (la sangre) e intercambian con el exterior gases (aire, anh¨ªdrido carb¨®nico) que son cr¨ªticos para los procesos biol¨®gicos.
El intercambio de materia, energ¨ªa e informaci¨®n con el medio que les rodea es precisamente lo que caracteriza a los seres vivos y los separa de la materia inerte. Termodin¨¢micamente, los seres vivos son sistemas abiertos. Esta caracter¨ªstica es la clave para entender el concepto de vivo frente a no vivo, y representa algo m¨¢s tangible que los conceptos de esp¨ªritu, alma o el¨¢n vital, entre otros, que se han usado a lo largo del tiempo para explicar esa dicotom¨ªa fundamental. La combinaci¨®n de ser sistemas termodin¨¢micamente abiertos y estar compuestos de entidades moleculares extremadamente complejas (prote¨ªnas, ¨¢cidos nucleicos, l¨ªpidos, iones, etc¨¦tera) caracteriza plenamente a los seres vivos y apunta a su riqueza estructural y funcional.
Los bi¨®logos estructurales actuales se han dado cuenta de que para entender el funcionamiento de los organismos m¨¢s all¨¢ de sus partes integrantes tienen que extender sus estudios estructurales en dos direcciones aparentemente opuestas. En las revistas especializadas se ha sugerido que los bi¨®logos estructurales actuales han de abandonar los confines de las t¨¦cnicas que conocen bien (cristalograf¨ªa de macromol¨¦culas, microscop¨ªa) y navegar hacia el este y el oeste de este meridiano, tratando de descubrir otros continentes estructurales.
Por el este, digamos, han de tratar de establecer t¨¦cnicas experimentales que les permitan obtener la estructura de entidades moleculares complejas usando muestras sin cristalizar, usando los sincrotrones de la cuarta generaci¨®n o X-ray Free Electron Lasers (XFEL) con unas intensidades y coherencia muy superiores a las actuales. Los experimentos iniciales para establecer esta t¨¦cnica experimental se est¨¢n llevando a cabo ahora en el m¨¢s avanzado de los XFEL (llamado FLASH), recientemente estrenado en Alemania.
Por el oeste, las nuevas t¨¦cnicas de reconstrucci¨®n de im¨¢genes usando radiaci¨®n de sincrotrones (Diffraction Enhanced Imaging, DEI) permiten ver de forma detallad¨ªsima los ¨®rganos y tejidos de poco contraste (por ejemplo, los pulmones y cart¨ªlagos) en estados normales y patol¨®gicos.
A medida que los bi¨®logos estructurales naveguen durante el siglo XXI en estas dos direcciones aparentemente opuestas, se encontrar¨¢n m¨¢s tarde al otro lado de la esfera y se dar¨¢n cuenta de que su conocimiento del funcionamiento y operaci¨®n de los seres vivos ser¨¢ muy superior al que tenemos en la actualidad. Podr¨¢n estudiar en el espacio y en el tiempo la microestructura (el orden interno, las regularidades, las interacciones entre las piezas moleculares) y adem¨¢s el movimiento de las mol¨¦culas componentes (iones, prote¨ªnas, l¨ªpidos, etc¨¦tera) que les permitir¨¢n entender mejor el funcionamiento de los seres vivos. Podr¨¢n estudiar las piezas y la circulaci¨®n (los flujos) de los elementos y compuestos qu¨ªmicos dentro de los organismos. Esto les llevar¨¢ a una biolog¨ªa de sistemas mucho m¨¢s rigurosa.
Cele Abad Zapatero es profesor adjunto en el Center for Pharmaceutical Biotechnology de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) y autor de Crystals and life: a personal journey (IUL, 2002).
Escultor de prote¨ªnas
Un cient¨ªfico artista ha esculpido a escala macrosc¨®pica, usando una variedad de materiales, los avances de la biolog¨ªa estructural molecular en sus obras. Hace unos a?os, Julian Voss-Andreae, nacido en 1970 en Alemania y residente en Estados Unidos, realiz¨® una representaci¨®n art¨ªstico-escult¨®rica (Heart of Steel, 2005) de la hemoglobina. Recientemente, ha completado la escultura (Birth of an Idea, 2007) del canal celular de potasio (KcsA) descubierto por Roderick MacKinnon (premio Nobel, 2003), que representa otro de los hitos de la biolog¨ªa estructural moderna. En este caso, fue el propio MacKinnon quien se la encarg¨®.
Tambi¨¦n trabaja Voss-Andreae en una gran escultura en acero inoxidable para el nuevo Instituto Scripps en Florida basada en el anticuerpo molecular.
Antes de dedicarse al arte, este escultor realiz¨® experimentos de f¨ªsica cu¨¢ntica en el laboratorio del prestigioso Anton Zeilinger, en Viena. El a?o pasado present¨® la escultura Quantum man, de 2,5 metros de altura, formada por 115 delgadas l¨¢minas de acero situadas en paralelo.Zeilinger coment¨® en Science entonces que esta representaci¨®n de un hombre en movimiento refleja el mensaje cu¨¢ntico.
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