El 83% de los ciudadanos quiere que los inmigrantes adopten costumbres occidentales
Los ciudadanos vascos no viven la inmigraci¨®n como un problema. Al contrario, m¨¢s de la mitad considera que es bueno que la sociedad est¨¦ formada por diferentes culturas, etnias y religiones. Sin embargo, hasta un 83% considera que los extranjeros deber¨ªan esforzarse por adoptar las costumbres y las tradiciones occidentales. La sociedad se muestra as¨ª partidaria de la diversidad cultural, pero plantea una integraci¨®n basada en el modelo de la plena asimilaci¨®n. En Euskadi, residen en la actualidad alrededor de 98.000 inmigrantes (el 4,6% de la poblaci¨®n vasca), de los que cerca del 70% se encuentra en situaci¨®n regular.
La sociedad acepta que los extranjeros accedan a la sanidad y la educaci¨®n, pero se muestra reacia a darles viviendas
Los sondeados defienden la diversidad cultural, aunque se resisten a modificar sus h¨¢bitos por la presencia de for¨¢neos
El director de Inmigraci¨®n considera que los vascos no viven la presencia de extranjeros como un problema
Para Jos¨¦ Antonio Oleaga, profesor de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) y director de investigaci¨®n del Observatorio Vasco de Inmigraci¨®n-Ikuspegi, la cuesti¨®n se presenta clara: "Los vascos est¨¢n abiertos a la diversidad, pero siempre y cuando los puntos en com¨²n tengan como base lo aut¨®ctono".
?sta es una de las principales conclusiones del primer bar¨®metro sobre percepciones y actitudes hacia la inmigraci¨®n elaborado por Ikuspegi, un organismo financiado por el Departamento de Asuntos Sociales, pero de funcionamiento aut¨®nomo, y la UPV, presentado ayer. En un momento en el que es cada vez m¨¢s creciente la presencia de inmigrantes en Espa?a y la llegada de otros en situaci¨®n irregular, los resultados de la encuesta de Ikuspegi, sobre una muestra de 1.200 personas, no arrojan ning¨²n cambio destacable de tendencia con relaci¨®n a otros estudios, aunque s¨ª marcan n¨ªtidamente una senda: el apoyo de los ciudadanos a la integraci¨®n, pero sobre la base de las costumbres propias.
Al ser inquiridos para que citen los tres problemas m¨¢s importantes de Euskadi, los sondeados apenas mencionan la inmigraci¨®n (un 4,2% como primera rsspuestas espont¨¢nea y un 15% total), muy lejos de la vivienda (20,5% y 51%, respectivamente), el paro (16,7% y 46,8%) y el terrorismo (28,5% y 45,8%). Casi queda a la cola, junto a la educaci¨®n, cuando los ciudadanos enumeran las principales dificultades que debe superar la comunidad. Y, lo que resulta m¨¢s trascendente, la importancia como problema se reduce a¨²n m¨¢s (4,2%) cuando se consulta si la inmigraci¨®n constituye o no un problema personal, no de Euskadi. Este dato supone, seg¨²n Xabier Aierdi, profesor de la UPV y director de Ikuspegi, una muestra evidente de que los vascos no viven la inmigraci¨®n como un problema.
Otro apartado de la encuesta se refiere a la diversidad cultural y ah¨ª las conclusiones son diferentes. Un 57% cree que es bueno que la sociedad est¨¦ formada por diferentes culturas, otro 53% rechaza que las pr¨¢cticas religiosas de los inmigrantes pongan en peligro del estilo de vida de la comunidad y otro 64% tambi¨¦n rechaza que para ser aceptados, los inmigrantes deban abandonar su cultura y costumbres. Sin embargo, y con la idea de lograr una mejor convivencia en Euskadi, los vascos entienden que los elementos comunes deben articularse en base a las costumbres y tradiciones aut¨®ctonas.
As¨ª, para lograr esa mejora en la convivencia el 50% piensa que los ciudadanos aut¨®ctonos no deben esforzarse por conocer y adaptarse a las costumbres de los inmigrantes y para otro 57%, la plena aceptaci¨®n pasa por la renuncia por parte de los extranjeros de aquellos aspectos de su religi¨®n o su cultura que entren en conflicto con la legislaci¨®n local. Todo ello conduce inexorablemente a ese 83% que piensa que los inmigrantes deben esforzarse en adoptar las tradiciones de vida del mundo occidental y, por lo tanto, propias de la comunidad vasca.
Cuando se interpela acerca de los derechos y el acceso en igualdad de condiciones a los mismos servicios, los sondeados hacen una distinci¨®n entre los inmigrantes que residen en situaci¨®n legal y los sin papeles. En la asistencia sanitaria y la educaci¨®n no hay mayores problemas para otorg¨¢rsela a todos, pero cuando se trata de las ayudas sociales y, especialmente, las viviendas protegidas se ponen muchas pegas. Hasta el punto de que uno de cada cuatro ciudadanos defiende que no se otorguen esos pisos a ning¨²n inmigrante, ni regular ni irregular. El acceso a la vivienda es citado de manera invariable en todas las encuestas como el principal problema al que se enfrenta la sociedad vasca.
A la vista de los resultados, el director de Inmigraci¨®n, Roberto Marro, recalc¨® la idea de una sociedad vasca tolerante con los extranjeros, a los que incluso ven como soluci¨®n para ocupar determinados puestos de trabajo (en el servicio dom¨¦stico o en la construcci¨®n), pero resistente a mofidicar sus h¨¢bitos de vida por su presencia.
Nacionalismo y euskera
El bar¨®metro de Ikuspegi tambi¨¦n se interesa por los efectos que la inmigraci¨®n pueda tener en la identidad vasca y, especialmente, en el euskera como una de sus principales aportaciones. Las conclusiones que extraen los expertos son que la poblaci¨®n no siente amenazada su identidad vasca ni el euskera por la llegada de extranjeros.
Para refrendarlas apuntan que el 60% no cree que la inmigraci¨®n vaya a suponer una p¨¦rdida de la identidad y el 57,8% tampoco cree que vaya a frenar las aspiraciones del nacionalismo vasco, aunque para otro 22% s¨ª que lo har¨¢.
Mientras, el 57,3% declara que el goteo de extranjeros no frenar¨¢ el desarrollo general del euskera y el mismo porcentaje opina que no se reducir¨¢ el uso de la lengua vasca en las zonas donde es el idioma preponderante, por encima del castellano.
En cambio, en el ¨¢mbito de la ense?anza el castellano es el idioma m¨¢s elegido por los inmigrantes que recalan en Euskadi. Cerca del 50% de ellos estudia en esta lengua, mientras que el resto se reparte entre el modelo biling¨¹e y el que se desarrolla ¨ªntegramente en euskera.
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