El Chelsea se harta de Mourinho

El f¨²tbol ingl¨¦s perdi¨® ayer a uno de sus personajes m¨¢s influyentes y pintorescos de los ¨²ltimos a?os: Jos¨¦ Mourinho dej¨® de ser entrenador del Chelsea. La casi siempre soterrada y a veces abierta batalla con el propietario del club, el magnate ruso Roman Abramovich, se ha saldado con la marcha del entrenador "por mutuo acuerdo".

El nuevo t¨¦cnico es Avram Grant, ex seleccionador de Israel y amigo del magnate ruso

Cientos de hinchas se manifestaron anoche frente al estadio de Stamford Bridge para protestar por la marcha del que consideran su h¨¦roe: el entrenador que les ha hecho ganar dos de sus tres Ligas en m¨¢s de 100 a?os de historia. Y que ha convertido en estrellas a jugadores como Lampard, Terry, Drogba y Essien. Pero su estilo de juego, basado en la potencia f¨ªsica, el poder¨ªo mental y la fortaleza defensiva, no ha conquistado a la cr¨ªtica ni ha satisfecho a Abramovich, ansioso por ganar la Liga de Campeones -de la que ha sido eliminado dos veces en semifinales- y por recibir la admiraci¨®n del mundo futbol¨ªstico.

La convivencia entre el due?o y el portugu¨¦s se hizo insoportable en los ¨²ltimos meses. Sobre todo porque Abramovich entr¨® una y otra vez en la parcela deportiva -como en el fichaje de Shevchenko-, terreno que Mourinho consideraba de su propiedad. Y la guerra estall¨®. El t¨¦cnico se reuni¨® con el club en la madrugada de ayer y acordaron rescindir los tres a?os de contrato que le quedaban. El entrenador, eso s¨ª, ha puesto a trabajar a fondo a sus abogados, que reclaman una indemnizaci¨®n de m¨¢s de 30 millones de euros. "Si me echan, ser¨¦ millonario y en dos meses tendr¨¦ otro equipo", dijo Mourinho hace unas semanas.

El t¨¦cnico enamor¨® a los ingleses con su car¨¢cter fuerte y su estudiada arrogancia. Y Abramovich le concedi¨® todos los caprichos que pidi¨®: de su billetera salieron casi 280 millones de euros en fichajes. Adem¨¢s de convertirle en el entrenador mejor pagado del mundo: 5,5 millones netos por a?o. Su primera temporada, en la que transform¨® en fortaleza futbol¨ªstica el equipo heredado de Ranieri, le encumbr¨® a la cima. Pero sus provocaciones, a menudo interesadas y barriobajeras, saturaron al p¨²blico y al resto de entrenadores.

Cuando el mundo del f¨²tbol empez¨® a considerar normal que el Chelsea ganara, empez¨® a fijarse no s¨®lo en los resultados, sino en la manera. Y el juego del Chelsea resultaba soso y especulativo. El gran patr¨®n empez¨® a entrometerse y a dise?ar el equipo en su despacho. Abramovich se hab¨ªa gastado una fortuna comprando a Shevchenko y Ballack, dos figuras que Mourinho no quer¨ªa.

El Chelsea perdi¨® el curso pasado su empaque de equipo arrollador. Sus intentos de jugar bonito y con dos delanteros le hicieron perder eficacia. Las desavenencias entre Mourinho y Abramovich se convirtieron en pelea de gallos en enero pasado, cuando el patr¨®n le neg¨® al entrenador los refuerzos defensivos que exig¨ªa. Y continuaron este verano, cuando el ruso cerr¨® el grifo de los fichajes.

El mal inicio de este curso aceler¨® la crisis. La derrota en campo del Aston Villa y los empates de esta semana en Stamford Bridge ante el Blackburn Rovers y el Rosenborg, en Champions, han precipitado el divorcio. Seg¨²n el Chelsea, las diferencias entre ambas partes "empezaban a afectar al equipo. Las relaciones estaban rotas".

El lugar de Mourinho lo ocup¨® ayer casi un desconocido: Avram Grant, ex seleccionador de Israel y amigo de Abramovich, que el domingo tiene la primera gran prueba en la visita al campo del Manchester United. Grant lleg¨® al f¨²tbol ingl¨¦s en 2006 como director de f¨²tbol del Portsmouth, de donde pas¨® al equipo t¨¦cnico del Chelsea. Sin que Mourinho, claro, fuera consultado.