Espa?a promover¨¢ por ley la prohibici¨®n de las bombas de racimo pese a fabricarlas

El Gobierno espa?ol se comprometer¨¢ por ley a promover y apoyar las iniciativas "que tengan por objetivo la restricci¨®n y, en su caso, la prohibici¨®n de las bombas de racimo, especialmente peligrosas para las poblaciones civiles". As¨ª figura en una enmienda transaccional, a la Ley sobre el Control del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso, que el PSOE ha ofrecido a los dem¨¢s grupos. La paradoja estriba en que, seg¨²n Greenpeace, empresas espa?olas fabrican bombas de racimo y, de momento, no hay intenci¨®n de que dejen de hacerlo.

Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) hab¨ªa pedido la prohibici¨®n de las bombas de racimo (proyectiles que dispersan una gran cantidad de bombetas y convierten la zona afectada en un campo minado) mediante la t¨¦cnica de asimilarlas a las minas antipersona, vedadas en Espa?a por una ley de 1998.

El PSOE no ha aceptado esta f¨®rmula pero s¨ª, con matizaciones, la propuesta de Izquierda Unida-ICV, que compromete al Gobierno a "promover y apoyar las iniciativas nacionales e internacionales, tanto en el ¨¢mbito de Naciones Unidas como en los organismos multilaterales competentes, que tengan por objetivo la restricci¨®n y, en su caso, la prohibici¨®n de las bombas de racimo".

Carles Campuzano, de CiU, considera que, aunque la enmienda no obliga autom¨¢ticamente a suspender la producci¨®n de bombas de racimo, ser¨¢ pol¨ªticamente insostenible comprarlas o exportarlas una vez que se reconozca, en el articulado de una ley, que son "especialmente peligrosas para las poblaciones civiles".

En una reciente respuesta parlamentaria al diputado Joan Herrera, el Gobierno admiti¨® que en Espa?a se fabrican "dos modelos de bombas dispensadoras de submuniciones", que "cumplen con los requerimientos t¨¦cnicos de autodestrucci¨®n y autoneutralizaci¨®n" y que proporcionan "capacidades necesarias para el mantenimiento de la operatividad de las Fuerzas Armadas". En consecuencia, conclu¨ªa, "no se considera conveniente la prohibici¨®n de su fabricaci¨®n".

Seg¨²n un informe de Greenpeace, las Fuerzas Armadas espa?olas poseen tres bombas de este tipo: la CBU-100B (Rockeye), la antipista BME-330 y la granada de mortero MAT-120. La primera es importada de EE UU y las dos ¨²ltimas se fabrican en Espa?a. Las empresas espa?olas productoras son, seg¨²n el mismo informe, Instalaza, SA, Explosivos Alaveses, Santa B¨¢rbara e Internacional Tecnology. El pasado martes, activistas de Greenpeace colgaron una pancarta en la bas¨ªlica de El Pilar de Zaragoza para protestar contra la fabricaci¨®n de bombas de racimo.

Al margen de esta disposici¨®n, otra enmienda prev¨¦ que la Comisi¨®n de Defensa del Congreso emita un dictamen sobre las exportaciones anuales espa?olas de armamento y material de doble uso, "con recomendaciones de cara al a?o siguiente". De esta forma, el Congreso no s¨®lo ser¨¢ informado sobre las ventas de armas, sino que tendr¨¢ oportunidad de pronunciarse sobre las mismas e influir en futuras operaciones mediante recomendaciones gen¨¦ricas de cuyo grado de cumplimiento deber¨¢ dar cuenta el secretario de Estado de Comercio en su comparecencia anual siguiente.

En 2006, Espa?a export¨® armamento por 845 millones de euros, el doble que en 2005.