El valor de la coordinaci¨®n

Con una ley integral "bien pensada y bien atada", la descoordinaci¨®n entre la Ertzaintza, los juzgados y, sobre todo, entre diputaciones y ayuntamientos supone para la presidenta nacional de la asociaci¨®n feminista Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz, el principal obst¨¢culo que impide que las maltratadas vean sus derechos y su seguridad garantizados.

Ruiz se mostr¨® esperanzada en conversaci¨®n con este peri¨®dico con "la actitud de cambio, sensibilidad y ganas de hacer" de diversos ayuntamientos y algunas concejales y jueces. A¨²n as¨ª, apost¨® porque un ¨®rgano como Emakunde coordine a las instituciones y reclam¨® que entre ellas no exista la idea de que "unos se quitan el sitio a otros".

Otra dificultad, se?al¨®, es que algunos jueces deniegan ¨®rdenes de protecci¨®n "porque no creen a las mujeres". Ello ocurre, explic¨®, porque carecen de la formaci¨®n y sensibilizaci¨®n adecuadas, las v¨ªctimas acuden sin informaci¨®n sobre sus derechos y recursos y son defendidas por abogados de oficio que, por la rapidez del proceso, "no las escuchan ni preparan bien el caso". Carecer de orden de alejamiento conlleva "no tener la titularidad de v¨ªctima, sin la cual se le niegan todas las ayudas, y la consideraci¨®n de v¨ªctima en el proceso de separaci¨®n".

Ruiz critic¨® que Interior siga sin crear una unidad de la Ertzaintza especializada en violencia contra las mujeres, "algo urgente y que la ley contempla". Se?al¨® que aunque se concedan viviendas, las mujeres siguen sin estar protegidas en ellas.

Uno de los aspectos m¨¢s dolorosos a los que se enfrentan las maltratadas es que, aunque la ley lo contemple, tras interponer la denuncia no se suspende el r¨¦gimen de comunicaciones del presunto agresor con sus hijos, lo que las obliga a verles y, si no lo hacen, a perder la patria potestad.