"Me enfrento a lo que me produce rechazo"
Un ¨¢spero monolito de piedra se alza en medio de la nada. Ibon Aranberri (Itziar-Deba, 1969), que realizaba fotos a¨¦reas para su trabajo Pol¨ªtica hidr¨¢ulica, se queda mentalmente con ¨¦l. En la galer¨ªa Pepe Cobo yace ahora despiezado y numerado, aparentemente convertido en varias esculturas de familiares formas geom¨¦tricas. Pero no es la escultura lo que le interesa a este artista, sino lo escult¨®rico. Para ello se basa en el modelo arcaico del monolito y lo ata al extremo abstracto. Principio y fin. Negaci¨®n y afirmaci¨®n de la forma.
PREGUNTA. En esta exposici¨®n vemos cierta voluntad escult¨®rica frente a la propuesta documentalista de anteriores muestras.
"Despu¨¦s de la Documenta quer¨ªa probar hasta qu¨¦ punto soy capaz de realizar un ejercicio en clave convencional"
RESPUESTA. S¨ª, hay una voluntad escult¨®rica y adem¨¢s definitoria de la escultura. Me interesa tanto probar las posibilidades de la forma y del objeto, la materialidad arcaica, as¨ª como en otros casos he trabajado con informaci¨®n, con la textualidad de la materia. Me interesa la descomposici¨®n siniestra de la idea de la escultura, que parece casi como un cad¨¢ver.
P. ?Por eso titula la muestra Found dead?
R. No es una exaltaci¨®n, ni siquiera una defensa de la disciplina sino al rev¨¦s: lo que trato de probar es un cap¨ªtulo diferenciado. Casi incr¨¦dulo ante el propio objeto de representaci¨®n.
P. Que es ruina.
R. La vida de la ruina aparece no s¨®lo como motivo, sino como ontolog¨ªa de la pieza, que b¨¢sicamente tiene que ver con la modernidad. Tanto la fotograf¨ªa como la escultura han sido los dos medios clave que han configurado un prop¨®sito experimental amplio. Aqu¨ª hay un di¨¢logo con esa idea cl¨¢sica del aura de la fotograf¨ªa en blanco y negro. Yo no planteo una relaci¨®n ir¨®nica sino una especie de oportunidad concedida a la escultura. Despu¨¦s de la Documenta me apetec¨ªa probar hasta qu¨¦ punto soy capaz de realizar un ejercicio en unas claves convencionales.
P. Usted toma como posici¨®n un distanciamiento algo c¨ªnico respecto a la historia del arte.
R. No parto de cero ni me planteo el debate sobre la modernidad. Pertenezco a una generaci¨®n pos-ochenta. No nos hemos planteado esa batalla a muerte con la etapa anterior. Simplemente la hemos adoptado como herencia. De modo que ese revisionismo que se puede extraer de mi trabajo proviene de una posibilidad educadora m¨¢s que de una tendencia de actualidad. Por eso planteo un arquetipo pasado de moda, para quiz¨¢ reconocerme en esas claves invalidadas. No es la escultura sino la dial¨¦ctica de la forma.
P. Es posible que con esta muestra lo metan en el saco de los escultores vascos: Oteiza, Chillida...
R. Es un acto consciente. Precisamente me enfrento a aquello que me produce rechazo. Es donde uno se pone a prueba y por eso hay un juego de autoprovocaci¨®n. Hay cierto peligro de acabar ensimismado, cierto peligro de autofascinaci¨®n. Me lo planteo como un cap¨ªtulo en mi trabajo. No es que de pronto me haya convertido en...
P. Escultor vasco.
R. Vaya, no es que me haya pasado a la piedra. Pero s¨ª me interesa, quiz¨¢, equiparar un pedrusco a un texto. Algo romanticista. Me atrae el paisaje de la ruina.
P. Una ruina sin historia.
R. Son ruinas que borran toda huella al convertirse en un escenario fantasmag¨®rico que cubre una masa inerte. Que generan a su vez otra historiograf¨ªa, tanto de la destrucci¨®n como de una idea de futuro bastante apocal¨ªptica.
P. Hay una de las piezas que recuerda, en ese contexto, al monolito de 2001 Odisea del espacio ...
R. Trato de diferenciar el lugar de actuaci¨®n, en este caso, una galer¨ªa comercial con sus reglas de juego y sus limitaciones. En la segunda sala hay una pieza, un tablero pulido de m¨¢rmol, que genera una escultura como las de Serra. Es un gesto naif para simbolizar cierta masculinidad tot¨¦mica. La primera sala alude a la escultura cl¨¢sica, cargada de su simbolog¨ªa. Es comunicadora. En cambio, la escultura abstracta de la modernidad termina en todo lo contrario. En una forma ensimismada, autosuficiente, autorreferencial, opaca. La abstracci¨®n total, el prisma de 2001 en contraposici¨®n al arca¨ªsmo del monolito. Lo que tampoco dista mucho de la propia noci¨®n de la escultura en su desaparici¨®n. A partir de este punto pasa a ser la negaci¨®n total. No es la escultura. Es lo escult¨®rico.
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