El vigor de un salvaje civilizado Martin
Junto con La llamada de la selva y El lobo de mar, Martin Eden (1909) es otro t¨ªtulo emblem¨¢tico del prol¨ªfico escritor californiano Jack London (1876-1916). En parte autobiogr¨¢fica, la novela recrea la historia de un marinero de veinte a?os, curtido en aventuras y peleas, tosco de modales aunque de acusada sensibilidad e inteligencia, que sufre una transformaci¨®n al conocer a Ruth Morse, una joven algo mayor que ¨¦l, universitaria y perteneciente al mundo de la alta y cultivada burgues¨ªa de San Francisco. Enamorado de ella y de lo que ¨¦l considera "el mundo de la Belleza" -en el que reinan el arte, la literatura y las finas maneras-, al que se accede a trav¨¦s de la educaci¨®n y el conocimiento, Eden sue?a con conquistar el amor de Ruth y con apropiarse de ese nuevo y prometedor ¨¢mbito civilizado que ¨¦l anhela aunque desconoce e idealiza. Con mucho esfuerzo y voluntad, ayudado por Ruth, quien termina por corresponderle en su amor, pero tambi¨¦n revelando sus prejuicios de clase social, el rudo hombre de mar leer¨¢ mucho y estudiar¨¢ sin parar; el problema es que su desmedido af¨¢n lo conducir¨¢ a escribir y hasta a filosofar sobre la existencia; ello constituir¨¢ su pasi¨®n dominante y traer¨¢ unas consecuencias inesperadas.
MARTIN EDEN
Jack London
Traducci¨®n de Marta Sal¨ªs
Alba. Barcelona, 2007
426 p¨¢ginas. 30 euros
Martin Eden, novela de formaci¨®n por antonomasia, fascina por su dinamismo; la inmensa figura del personaje principal, trasunto del propio London -asimismo un incansable luchador y un "hombre hecho a s¨ª mismo"-, todav¨ªa transmite el poder de ese necesario anhelo de superaci¨®n individual, de esas ansias de conocimiento que, inherentes al ser humano en estado puro, sano, fuerte e inteligente, animan los motores vitales para defenderse bien en un mundo que jam¨¢s ha dejado de ser fiero y competitivo. Por supuesto, el f¨¦rreo individualismo del protagonista, su salvaje vitalidad y su clarividencia entra?an sus propios peligros, al igual que la imaginaci¨®n desbordada y las pasiones viscerales que tan poco contribuyen a atrapar esa felicidad que suele huir de los caracteres tr¨¢gicos e imprevisibles.
Esta nueva y excelente traducci¨®n supera cuantas versiones anteriores hay en castellano, todas de penosa factura y mutiladas.
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