Miedo y solidaridad en el barrio
Los vecinos temen que el violador vuelva a Canyelles, la zona donde vivi¨® varios a?os, pero se vuelcan en proteger a sus padres
Los vecinos de Canyelles, un barrio barcelon¨¦s humilde y de clase trabajadora levantado a finales de los a?os setenta, tienen el coraz¨®n dividido. La excarcelaci¨®n, hoy, de Jos¨¦ Rodr¨ªguez Salvador ha generado recelo y temor. Algunos han amenazado con manifestarse y "liar una buena" si al violador del Vall d'Hebron se le ocurre poner un pie en las empinadas calles de Canyelles. Al mismo tiempo, exhiben abiertamente su solidaridad con los padres del reo, a los que consideran "v¨ªctimas inocentes" de una tragedia que viene de lejos.
"Claro que estamos inquietos. M¨¢s le vale que no venga, porque sus padres no se merecen esto", dice Mercedes casi con l¨¢grimas en los ojos. Ella y otros vecinos s¨®lo tienen palabras amables para Jos¨¦ Rodr¨ªguez y C¨¢ndida Salvador. Granadinos de origen, llegaron a Barcelona, como tantos otros, buscando una oportunidad laboral. ?l fue obrero de la construcci¨®n. Ella, modista, y arreglaba los bajos de los pantalones a los vecinos del barrio por un precio razonable. Hoy est¨¢n jubilados, rondan los 80 a?os y su salud es precaria.
"No est¨¢n bien de salud y no est¨¢n para aguantar estos trotes", asegura un familiar cercano de Jos¨¦ Rodr¨ªguez Salvador, con quien, admite, no mantiene ning¨²n contacto desde hace mucho tiempo.
En un barrio donde todo el mundo conoce a todo el mundo, la pareja de ancianos soport¨®, durante los primeros a?os de prisi¨®n de su hijo, miradas y comentarios poco agradables, seg¨²n los vecinos. "Ahora que empezaban a vivir m¨¢s tranquilos...", recuerda Manolo, presidente de la asociaci¨®n de vecinos y amigo de Jos¨¦ senior y de C¨¢ndida.
En un ejemplo de solidaridad colectiva, sus allegados desean proteger a la familia a toda costa. Por ese motivo, algunos no entienden la presi¨®n medi¨¢tica en torno al caso del violador del Vall d'Hebron: "A quienes hay que ir a buscar es a los jueces y a los pol¨ªticos, que dejan salir a tipos como ¨¦ste", dice airadamente un vecino, que prefiere no revelar su nombre. Y a?ade: "Menos a¨²n con los padres, que son buen¨ªsimas personas y siempre han ayudado en todo".
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