Schuster y la rotaci¨®n cient¨ªfica
El Madrid dar¨¢ descanso a sus jugadores en funci¨®n de un control fisiol¨®gico diario
Bernd Schuster tiene m¨¢s informaci¨®n que ning¨²n otro entrenador en la historia del Madrid. Al cabo de cada entrenamiento, por ejemplo, el t¨¦cnico tiene a su disposici¨®n la tabla del partidillo, o del ejercicio realizado. All¨ª se registra a diario la frecuencia card¨ªaca de todos los jugadores participantes. Cada uno se ejercita con un puls¨®metro. En cada caso, los aparatos se?alan hasta qu¨¦ punto los futbolistas se aproximan a su m¨¢xima capacidad cardiovascular y cu¨¢nto tardan en recuperarse. Despu¨¦s del entrenamiento las cifras se ponderan en relaci¨®n con la calidad del esfuerzo (cu¨¢nto y c¨®mo corri¨® cada uno), los datos de los ¨²ltimos an¨¢lisis de sangre (par¨¢metros hematol¨®gicos, bioqu¨ªmicos y hormonales), los minutos de competici¨®n acumulados, la distancia recorrida por partido (en kil¨®metros), y la intensidad de sus movimientos (kil¨®metros por hora). Con esta base de datos, que se procesan a diario, Schuster decide si rota o no rota. Si lo hace hoy, en Valladolid, sus argumentos ser¨¢n m¨¢s cient¨ªficos que nunca.
"Quiz¨¢ Sneijder deba descansar", dijo el alem¨¢n; "a lo mejor no empieza el partido"
El Madrid se inspira en el Milan, que mide el riesgo de lesiones con un c¨®digo de colores
"Es posible que haya que dar descanso a Sneijder", revel¨® ayer Schuster; "a lo mejor no empieza el partido".
Las palabras de Schuster remiten a Ancelotti. En los mentideros del mundillo del f¨²tbol dicen que todos los d¨ªas, en Milanello, aparece un se?or con una bata blanca que advierte a Carlo Ancelotti, el entrenador del Milan: "?Ojo que este jugador est¨¢ amarillo!". Mientras el verde da v¨ªa libre, el color de la bilis es se?al de alarma. Cuando el hombre de la bata anuncia el amarillo, Ancelotti sabe que tiene que dar descanso al sujeto en cuesti¨®n. El siguiente estado, rojo, alerta sobre el agotamiento y el peligro inminente de lesi¨®n.
Este m¨¦todo, fundado en una estructura llamada Milan Lab, goza de cierta fama entre los m¨¦dicos que trabajan en la industria del f¨²tbol. En junio pasado, el presidente del Real Madrid, Ram¨®n Calder¨®n, dijo que quer¨ªa importarlo: "Nosotros tenemos que tener nuestro propio Milan Lab". La contrataci¨®n de Walter di Salvo, ex preparador f¨ªsico del Manchester, forma parte de un proyecto que se desarrolla en coordinaci¨®n con los servicios m¨¦dicos del Madrid, que cuentan desde hace a?os con un departamento de fisiolog¨ªa (Luis Serratosa) y otro de medicina del deporte (Juan Carlos Hern¨¢ndez).
"Estamos controlando perfectamente a cada jugador", dijo Schuster ayer, para explicar la necesidad de hacer alineaciones que descarten a los hombres m¨¢s fatigados. "Sabemos el estado en el que se encuentra cada jugador, y muchos de los que no han tenido minutos ya est¨¢n listos".
El entrenador alem¨¢n presta atenci¨®n a los datos que le pasan los cient¨ªficos. "Los jugadores no pueden disputar todos los partidos de la temporada", aseguran en el club; "y contamos con indicadores que avisan cu¨¢ndo llega el momento de dar descanso". Uno de los sistemas inform¨¢ticos que avisan del desgaste de los futbolistas est¨¢ conectado a una red de c¨¢maras en el Bernab¨¦u. Este programa mide los kil¨®metros que hace cada jugador, detecta las carreras explosivas y calcula la velocidad de cada movimiento. Luego, los t¨¦cnicos analizan los datos: "Para un fondista, un sprint a 19 kil¨®metros por hora implica un gran esfuerzo. Para un velocista, ir a esa velocidad no supone un gran desgaste. El an¨¢lisis de los datos s¨®lo tiene sentido si se particulariza".
Schuster sabe que, en partidos como el de hoy, puede hacer uno o dos cambios estrat¨¦gicos. "Somos uno de los equipos que m¨¢s partidos exigentes juegan en Europa", record¨®, "y tendremos que medir muy bien los esfuerzos". Una de las novedades respecto a la temporada pasada es la intensidad de los entrenamientos de los suplentes. Ahora se ejercitan hasta los d¨ªas de partido. Esto es importante para rotar con eficacia. Pero, como dice uno de los t¨¦cnicos, "no hay entrenamiento m¨¢s espec¨ªfico que un partido. Pero si los mismos jugadores disputan todos los partidos se produce una curva de rendimiento. Es necesario una variabilidad: entrenamiento/recuperaci¨®n. S¨®lo jugar, al final, es fatal. El entrenamiento, como el ritmo del partido, es insustituible. Es como comer y beber".
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