Y apareci¨® Rossi

Tener diferentes recursos es lo que convierte a un equipo de meritorio a especial. Andaba el Villarreal m¨¢s espeso de lo habitual. Atacaba sin lucidez. El Murcia no se descompon¨ªa, aguantaba el tipo y daba alg¨²n que otro aviso. Pellegrini mir¨® al banquillo. En ¨¦l hab¨ªa material de calidad para confiar en otro final. Saltaron a la cancha Guille Franco y Rossi a falta de media hora y el panorama segu¨ªa igual de oscuro. Mat¨ªas Fern¨¢ndez entr¨® tambi¨¦n y la cosa comenz¨® a mejorar. Pero bast¨® un instante de inspiraci¨®n, unos segundos de armon¨ªa, para que el Villarreal se hiciese con el partido a falta de cinco minutos. Rossi se asoci¨® con Guille Franco, se plant¨® ante Notario y le elev¨® de manera sublime el esf¨¦rico, que qued¨® encantado con la caricia. Posteriormente, Rossi redonde¨® el resultado tras la asistencia de Mati Fern¨¢ndez en una gran jugada colectiva que arranc¨® con un robo de bal¨®n de Javi Venta.

El conjunto de Pellegrini suele aburrir al contrario a base de paciencia. Le masajea de tal forma que cuando aplica la inyecci¨®n, ¨¦ste ni siente ni padece. Al Murcia no le preocup¨® lo que deparaba en el terreno de juego hasta los ¨²ltimos instantes. Su trabajo qued¨® en nada. El Villarreal posee calidad para ganar un partido en la presentaci¨®n o en el desenlace.

Sin mucha intenci¨®n, el Murcia daba alguna que otra se?al de vida. Regueiro era el que m¨¢s se dejaba ver ubicado en su banda izquierda. Su potente zurda se estrell¨® en el lateral de la red defendida por Viera que, de momento, tiene la confianza de Pellegrini, no tanto de la grada, que atisba en Diego L¨®pez un portero m¨¢s seguro.

El Villareal intent¨® poner una marcha m¨¢s en el segundo acto, lo que provoc¨® una inmediata reacci¨®n en las ¨¢reas, ahora s¨ª visitadas tras un periodo de letargo. El conjunto castellonense fue a por el partido con menos cadencia y el Murcia se qued¨® con el contragolpe. Argumento que se le volvi¨® en contra. El Murcia ten¨ªa cogida la medida al conjunto local, que a punto estuvo de fermentar el partido de tanto madurarlo. Pero apareci¨® Rossi e ilumin¨® al Villarreal. Sus dos goles fueron espl¨¦ndidos. El primero, un toque lleno de sutileza. El segundo, un remate de fe en ser capaz de culminar el juego colectivo del equipo. Un recurso m¨¢s de un equipo especial.