Verg¨¹enza y error
Gaza, en estado de sitio y ahora declarada "entidad hostil" por Israel, se ha convertido en una de las mayores verg¨¹enzas del mundo, con efectos negativos sobre toda la zona y m¨¢s all¨¢. En la franja, donde han quedado encerradas 1,4 millones de personas -m¨¢s de una tercera parte de los palestinos de los territorios ocupados-, pierden la raz¨®n no s¨®lo Israel, sino tambi¨¦n Estados Unidos y los europeos ante esta pol¨ªtica de castigo colectivo. Pues el Gobierno israel¨ª no declara hostil a Ham¨¢s, que ya lo era, sino a todo un territorio y a sus habitantes.
Tras una retirada de tropas que m¨¢s bien fue un redespliegue, en 2005, Israel sigue ejerciendo un control efectivo sobre las fronteras y el espacio a¨¦reo y mar¨ªtimo de Gaza, que es a¨²n territorio ocupado de hecho y de derecho, lo que implica, por el derecho internacional, obligaciones, entre otras la de velar por el bienestar de la poblaci¨®n civil. Resulta no s¨®lo ilegal e inmoral sino contraproducente el castigo colectivo contra Gaza desde que Ham¨¢s ganara limpiamente en 2006 las elecciones legislativas palestinas, y especialmente desde el bloqueo impuesto en junio, cuando el grupo se hizo con el control efectivo de la franja.
Se est¨¢ castigando a toda una poblaci¨®n por haber votado a Ham¨¢s. ?ste, un grupo terrorista (que en su d¨ªa impuls¨® Israel contra Arafat), pero tambi¨¦n un partido que gan¨® las elecciones en las que una mayor¨ªa de los palestinos vot¨® en contra de la corrupci¨®n del Gobierno de Mahmud Abbas y Al Fatah. Este tipo de castigo colectivo guarda un cierto paralelismo con el inaceptable argumento de Osama Bin Laden de que los ciudadanos norteamericanos no pueden ser inocentes tras haber reelegido en la presidencia de Estados Unidos a George W. Bush.
Aunque la gente pueda ahora ir a la playa, Gaza nunca ha estado en peor situaci¨®n. Los entusiasmos tras la desconexi¨®n israel¨ª en 2005 han dado paso a un des¨¢nimo sin precedentes. Los pasos de Rafah y Karni llevan m¨¢s de tres meses cerrados. Seg¨²n datos de Naciones Unidas, los cortes de electricidad son constantes debido a una falta de capacidad de la central local, y ahora Israel podr¨ªa cortar el fluido y el agua. Hay crecientes tensiones y violencia entre activistas de Al Fatah y Ham¨¢s. Militantes palestinos siguen lanzando cohetes Kassam contra Israel en un n¨²mero significativo, pese a las infruct¨ªferas incursiones israel¨ªes. Desde el 19 de junio, en que se cerraron las fronteras, unos 100.000 palestinos que deb¨ªan entrar o salir se han quedado atrapados fuera o dentro. La industria de Gaza, dependiente de las importaciones, est¨¢ ahogada. El Banco Mundial, que calcula que la econom¨ªa palestina se ha encogido en un 4,2% en el primer trimestre de este a?o tras una reducci¨®n del 8% en 2006, ha tenido que suspender proyectos de infraestructuras por valor de 200 millones de d¨®lares. Pero recuerda que todo plan econ¨®mico para Palestina debe incluir Gaza. Tambi¨¦n lo hace un reciente informe del Gobierno brit¨¢nico, que reclama como prerrequisito para una posible paz una "hoja de ruta econ¨®mica" para impulsar la estabilidad y el desarrollo econ¨®mico en Cisjordania y Gaza.
Israel, EE UU y la UE apuestan ciegamente por castigar a los habitantes de Gaza para que se vuelvan contra Ham¨¢s, lo que no puede sino generar m¨¢s odio y extenderlo a todos los territorios, y por apoyar al presidente Abbas, que carece de todo carisma, aunque fue elegido en las primeras y ¨²nicas presidenciales tras Arafat, y que pierde legitimidad con esta pol¨ªtica. EE UU intenta relanzar una conferencia de paz para noviembre, como si pudiera ignorar o aislar el efecto de Gaza.
Muchos israel¨ªes, con un Gobierno d¨¦bil, no se sienten satisfechos, sino m¨¢s bien inc¨®modos, pues saben que ¨¦se no es el camino y que no corresponder¨ªa a un Estado democr¨¢tico tratar as¨ª a toda una poblaci¨®n vecina. Descubrir que la sociedad israel¨ª ha generado neonazis, aunque sean muy minoritarios, ha producido consternaci¨®n. En cuanto a Europa, s¨®lo aparentemente unida, hace ante Gaza seguidismo de Israel y Washington, pagando otro peaje adicional por el desacuerdo sobre Irak con la Administraci¨®n Bush. ?Hasta cu¨¢ndo la ceguera?
aortega@elpais.es
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