Pop de celuloide
Una versi¨®n restaurada de 'Help!' y filmes sobre Lou Reed e Ian Curtis ponen m¨²sica al festival
No le gusta que le llamen el padre de la MTV, ni siquiera quiere que le encasillen como director de musicales. Para Richard Lester (Filadelfia, 1932), que rod¨® las pel¨ªculas m¨¢s famosas de Los Beatles, la m¨²sica s¨®lo era un instrumento para hacer un cine diferente. Casi medio siglo despu¨¦s de su estreno (en 1965), Help!, segundo musical que Lester realiz¨® con los cuatro de Liverpool, se proyect¨® ayer en San Sebasti¨¢n con una nueva copia restaurada. La pel¨ªcula llen¨® de ecos pop un festival que apuesta por el cine en forma de m¨²sica.
Se espera que hoy llegue Lou Reed, antes de que se proyecte el filme sobre ¨¦l de Julian Schnabel
Primero fue Fados, de Carlos Saura, y el maravilloso concierto de fadistas en el teatro Victoria Eugenia que cerr¨® la proyecci¨®n de la pel¨ªcula (que sigue la estela de Sevillanas, Flamenco, Tango...). Se espera que hoy llegue Lou Reed, dos d¨ªas antes de que se proyecte la pel¨ªcula sobre su gira neoyorquina del disco Berlin. Y Control, la pel¨ªcula del fot¨®grafo Anton Corbijn sobre el malogrado l¨ªder de Joy Division, Ian Curtis, cerrar¨¢ el pr¨®ximo viernes la secci¨®n Perlas. Entre su mujer, su amante y los ataques de epilepsia, la pel¨ªcula (rodada en un exquisito blanco y negro) muestra la devoci¨®n de Corbijn por el cantante suicida.
Pero ayer era un d¨ªa para el color y el humor y Richard Lester, uno de los miembros del free cinema de los a?os sesenta, record¨® la ¨¦poca en la que el cine musical y el experimental decidieron darse la mano. Help! tiene un argumento que no es un argumento (una secta persigue el anillo m¨¢gico de Ringo Starr y que s¨®lo es una excusa para crear escenas llenas de ritmo, ideas y disparates. Lester, un tipo de aire elegante y divertido, "y felizmente jubilado", define el filme como "un est¨²pido melodrama victoriano". Milagrosamente, todo encaja, y no es s¨®lo por su prodigiosa y archisabida banda sonora. "Escog¨ª las siete canciones del disco que mejor encajaban con el tempo de la pel¨ªcula, con su ritmo. Las letras no importaban, ni cu¨¢les eran mejores o peores, lo importante era no romper el tempo del filme", recordaba ayer el director de Robin y Marian. Hab¨ªa un gui¨®n, s¨ª, pero tambi¨¦n mucha improvisaci¨®n. "Dej¨¢bamos que las cosas ocurrieran". La escena de la nieve de Ticket to ride se sab¨ªa c¨®mo empezaba pero no c¨®mo acababa. "A veces hab¨ªa un gui¨®n, pero otras los papeles se quedaban en el coche".
El cineasta, afincado en Londres desde 1956, film¨® la pel¨ªcula en las Bahamas y los Alpes con Ringo Starr como protagonista. "Decidimos que Ringo fuera el protagonista porque pensamos que necesitaba ocupar la primera fila, que no le gustaba estar siempre en un segundo plano. Adem¨¢s, su cara de resaca permanente era muy adecuada para la historia. Era la cara de alguien que no quer¨ªa estar ah¨ª. Ringo odiaba la nieve, y la playa, y casi toda la comida. Bastaba con dejarle en lo alto de la monta?a y esperar que bajara para rodar. Era muy divertido".
Si en Help! hay un trasfondo con olor a marihuana y a sue?os multicolor, Berlin, concierto de Lou Reed grabado hace apenas un a?o por Julian Schnabel en el St. Ann's Warehouse de Brooklyn, tiene el aire denso y oscuro de uno de los discos m¨¢s tristes y hermosos de la historia. Amor, desamor y hero¨ªna para un filme que pretende congelar en el tiempo el rescate, 33 a?os despu¨¦s de su grabaci¨®n, de un disco que parec¨ªa fatalmente olvidado.
Babelia
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