"Hace a?os que no salgo a cenar"

??igo Bandr¨¦s, de 28 a?os, no leer¨¢ ma?ana este art¨ªculo donde ¨¦l mismo aparece. Quiz¨¢ lo hubiera hecho hace dos a?os, cuando ganaba un poco m¨¢s que ahora. Pero hoy, cuando por su trabajo percibe una media de 1.000 euros al mes, ha dejado de comprar el peri¨®dico. Es otra de las cosas de las que su sueldo no le permite disfrutar.

??igo trabaja como aut¨®nomo en proyectos de intervenci¨®n social. Estudi¨® econom¨ªa y trabaja desde 2003. "Hemos ido a peor, ahora gano un poco menos", cuenta. "Pero hago lo que quiero. Tengo mucha libertad, y eso no lo compensa m¨¢s sueldo", agrega con cierto optimismo. Desde hace a?os, dice, no va a cenar fuera "ni un d¨ªa", y cuando decide hacer una escapada de fin de semana, "las cuentas se descuadran completamente".

Vive en un piso compartido con tres compa?eros m¨¢s y paga unos 300 euros al mes. La "precariedad", revela, le ha ense?ado "a vivir con menos".

Como a Isa Rodr¨ªguez, que, con 26 a?os y la carrera de cine terminada, trabaja como gestora de cobros de los morosos de una compa?¨ªa telef¨®nica. Gana 725 euros al mes, que le alcanzan tan s¨®lo "para llegar justita a final de mes". El piso donde vive, claro, lo comparte con otras dos personas y paga 325 euros por una habitaci¨®n.

Tambi¨¦n sale poco, y dice que, cuando lo hace, no se gasta demasiado en copas. Los menos de 1.000 euros que gana al mes le obligan a trabajar en vacaciones y a hacer horas extras para poder, cada tres a?os, ir de visita a su M¨¦xico natal. Ni lujos ni caprichos. Y muy poco descanso.

?Cambiar de trabajo? "Conseguir empleos basura es relativamente f¨¢cil. Pero algo que te guste y bien pagado, algo de cine, que es lo que he estudiado, es casi imposible", explica casi desenga?ada.