Arte para desenterrar la memoria
Francesc Torres presenta en Nueva York una instalaci¨®n y un libro con fotograf¨ªas y documentaci¨®n de la exhumaci¨®n de una fosa de la Guerra Civil en Burgos
Confiesa que su empe?¨® es ganar la Guerra Civil. No con sangre, claro, sino desenterrando los cuerpos de los que perdieron entonces para restituirles la memoria y la raz¨®n. Francesc Torres (Barcelona, 1948) lleva a?os trabajando en proyectos en los que arte y pol¨ªtica se entrelazan de manera delicada.
En esta ocasi¨®n, la dificultad ha sido a¨²n mayor ya que su empe?o en documentar la exhumaci¨®n de una fosa de la Guerra Civil en el marco de un proyecto "art¨ªstico" tuvo que sortear m¨²ltiples obst¨¢culos -no consigui¨® los permisos en Catalu?a- hasta que finalmente pudo llevarse a cabo. Todo el proceso y el porqu¨¦ de su empe?o se explica con detalle en el libro Oscura es la habitaci¨®n donde dormimos (Actar), en el que documenta la exhumaci¨®n de una fosa con 46 republicanos asesinados por falangistas en el pueblo de Villamayor de los Montes (Burgos), que incluye fotograf¨ªas del proceso de exhumaci¨®n y del posterior entierro de los restos, testimonios de los vecinos, el informe forense y otros documentos como la escalofriante lista con el nombre y edad de los muertos, tres de los cuales est¨¢n sin identificar.
El material, en formato de proyecciones, es la base tambi¨¦n de una instalaci¨®n con el mismo t¨ªtulo del libro que hoy se inaugura en el International Center of Photography de Nueva York, en el marco de todo un programa de actos que incluye otras tres exposiciones relacionadas con la Guerra Civil espa?ola de Robert Capa, Gerda Taro y el grafismo de la Rep¨²blica.
"Me alegro de ense?ar las im¨¢genes de la fosa en este contexto porque en cierta manera cierra el ciclo de lo que muestran las otras fotograf¨ªas de Capa y Taro", comenta Torres, consciente de que era muy delicado exhibir sus im¨¢genes en un espacio muse¨ªstico en el que podr¨ªa ser acusado de utilizar material sensible para fines puramente est¨¦ticos. "Mi objetivo aqu¨ª ha sido intentar reducir a cero la distancia entre mis intereses como ciudadano y mis intereses como artista", a?ade. "La ¨²nica manera de abordar este material con una carga emocional tan fuerte era intentando de hacerlo m¨ªo para mostrar una historia que no se pod¨ªa explicar de otra manera". La excavaci¨®n, naturalmente, la realizaron arque¨®logos y t¨¦cnicos de otras disciplinas con el apoyo de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica y el artista, adem¨¢s de aportar parte del presupuesto para sacarla adelante, gracias a las ayudas que hab¨ªa recibido de dos fundaciones americanas, se limit¨®, seg¨²n indica, a situarse como observador y documentar todo el proceso. "Las im¨¢genes tienen un sentido est¨¦tico, pero no el sentido de bonito sino de ¨¦tico. Creo que el arte funciona a veces a un nivel distinto al de otros lenguajes porque el tipo de reacci¨®n y la respuesta emocional que provocas es dif¨ªcil de conseguir de otra manera. Lo complicado es conseguir el equilibrio".
"Mi inter¨¦s era m¨¢s pol¨ªtico que otra cosa", a?ade. "Creo que la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica y la exhumaci¨®n de las v¨ªctimas es una asignatura de mucho calibre que tenemos pendiente y que otros pa¨ªses con conflictos m¨¢s recientes han sabido resolver. Hace 70 a?os de la Guerra Civil y no hemos sido capaces de solucionar este tema; realmente parece incre¨ªble que haya tantas dificultades para hacerlo". En el texto que abre el libro, realmente un documento desgarrador y al tiempo emocionante de lo que supone abrir una fosa, Torres dispara contra la "hipocres¨ªa oficial" con respecto a la historia de los pol¨ªticos y de gran parte de la sociedad espa?ola, a¨²n temerosa y cobarde, dice, a la hora de enfrentarse al pasado.
Acostumbrado a trabajar en el m¨¢s politizado ambiente del arte conceptual de Estados Unidos, en donde ha residido durante muchos a?os, Torres tampoco est¨¢ muy satisfecho del contexto cultural espa?ol. "Estoy muy descorazonado por el nivel de capacidad cr¨ªtica y de la falta de riesgo ideol¨®gico en el mundo del arte", a?ade. "Ahora parece como si el siglo XX no hubiera existido y s¨®lo se espera de los artistas que decoren los espacios de poder, sea econ¨®mico o pol¨ªtico. Durante el pasado siglo el arte quer¨ªa intervenir en la historia, pero ya ha desistido. Esto es lo que me provoca cierta angustia y asco intelecutal y por lo que decid¨ª involucrarme a fondo en este proyecto".
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