Grotescas historias de perdedores
El Reina Sof¨ªa descubre el oscuro universo de la pintora portuguesa Paula Rego
Rivera, Zurbar¨¢n, Vel¨¢zquez o Goya est¨¢n en las ra¨ªces de su pintura. Pero tambi¨¦n Freud, Bacon o Balthus impregan sus cuadros. Paula Rego (Lisboa, 1935) protagoniza la gran exposici¨®n del oto?o en el Centro de Arte Reina Sof¨ªa con una retrospectiva en la que se incluyen m¨¢s de 200 obras. Presente en las colecciones de los principales museos europeos, es la primera vez que se puede contemplar en Espa?a la obra de esta artista. La galer¨ªa Marlborough completa la presentaci¨®n con una selecci¨®n de obra gr¨¢fica de la artista.
Rego asisti¨® ayer a la presentaci¨®n de la exposici¨®n desbordante de entusiasmo y agradecimiento hacia el comisario, Marco Livingstone, y hacia la ¨²ltima directora del museo, Ana Mart¨ªnez de Aguilar. Y explic¨® que su trabajo consiste en contar historias al margen de modas art¨ªsticas.
Lo cierto es que la contemplaci¨®n de sus cuadros es un recorrido por historias duras. Historias de humillaciones, de soledades, de perdedores. Y siempre protagonizadas por mujeres afeadas por el sufrimiento. Algunas de esas historias las ha sufrido ella misma -Salazar vomitando la patria (1960)-, las ha vivido de cerca o se las han contado. El resultado llena siempre de inquietud a quienes las contemplan.
Rego es, adem¨¢s, una gran conocedora de todas las t¨¦cnicas de creaci¨®n. Por ello, entre esos dos centenares de obras hay pintura, grabado, collage, pastel y dibujo.
La exposici¨®n est¨¢ organizada en orden cronol¨®gico. Arranca con las primeras obras, casi juveniles, realizadas en la d¨¦cada de los cincuenta. Son escenas en las que se combina lo grotesco con el humor y que est¨¢n impregnadas del trazo de los grandes caricaturistas alemanes, como se puede ver en Excesos de fiesta de cumplea?os (1953). El uso del collage y del colorido de los cuadros de Mir¨® se ve en Retrato de una dama (1959). Su adentramiento en los dramas vividos por mujeres, empieza a retratarlos plenamente a comienzos de la d¨¦cada de los ochenta. El d¨ªptico Mono rojo pega a su mujer y Su mujer le corta la cola al mono rojo (1981) es un claro ejemplo del camino que toma para enunciar a las v¨ªctimas de los matones y de los torturadores.
A finales de esa d¨¦cada y durante la siguiente hace pinturas protagonizadas por mujeres con figuras contorsionadas y rostros oscurecidos. Parecen salidas de manicomios o escondidas en conventos. Tienen miradas oscuras e inquietantes y todas sufren. Pein¨¢ndose, Basureros, Novia, Durmiente o Polilla, son algunos ejemplos. La hipocres¨ªa social en torno al aborto es uno de los temas que m¨¢s preocupa a la artista y conmueve al espectador. El aborto, tr¨ªptico realizado en 1998, es una de las obras estrella de la muestra y recuerda a los mejores momentos art¨ªsticos de Francis Bacon. La guerra y sus efectos no pod¨ªa faltar y Rego la muestra a trav¨¦s de figuras deformes y perdidas que pasean sus despojos por bosques de dolor.
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