El Mar¨ªa Moliner da la bienvenida a 'blog', 'farlopa', 'batasuno' y 'flipante'

En 1998 la editorial Gredos alumbr¨® la segunda edici¨®n del Diccionario de uso del espa?ol Mar¨ªa Moliner. Desde entonces, no han parado de pensar en la tercera -cuya edici¨®n comparten Gredos y C¨ªrculo de Lectores-. Y desde ayer, ya empiezan a pensar en la cuarta. "Con un diccionario no se descansa nunca. En este caso, hubo unos primeros a?os de tanteo, pero nos pusimos a trabajar m¨¢s intensamente a partir de 2002. Recogimos materiales, preparamos nuevos criterios y as¨ª hasta hoy", explica Joaqu¨ªn Dacosta, coordinador de la tercera edici¨®n quien, junto al ministro de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina; el director general de C¨ªrculo de Lectores, Joan Tarrida; la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, y el acad¨¦mico Manuel Seco -prologuista de esta edici¨®n-, present¨® ayer la renovada versi¨®n de este cl¨¢sico de la lexicograf¨ªa.

Alrededor de 30 profesionales, entre redactores, revisores, correctores y documentalistas, trabajaron durante casi una d¨¦cada en la actualizaci¨®n y revisi¨®n de los contenidos y la introducci¨®n de algunos cambios formales -como, por ejemplo, de una nueva tipograf¨ªa- para clarificar el texto y facilitar la consulta de una obra que ya ha vendido m¨¢s de 300.000 ejemplares.

"El diccionario se ha adaptado a los tiempos pero sigue siendo fiel al mismo criterio: apertura a la hora de acoger nuevos t¨¦rminos, voces coloquiales, extranjeras...". Las cifras: dos vol¨²menes, 3.700 p¨¢ginas, 90.045 entradas (12.000 nuevas) y casi 190.000 acepciones y subacepciones. Y novedades de todo l¨¦xico y condici¨®n: chat, buz¨®n de voz, jam session, pilates, isoflavona, aromaterapia, b¨ªfidus, feng shui, hetero, Eur¨ªbor, cayuco, batasuno, euroesc¨¦ptico, salir del armario, farlopa, flipante...

Unas entran y otras salen. "Hemos eliminado algunas voces muy antiguas que no estaban documentadas, pero muy pocas. Es necesario mantener el l¨¦xico anticuado porque la gente sigue leyendo El Quijote y, adem¨¢s, muchas pueden resucitar con el tiempo", se?ala Dacosta. "Es cierto que vivimos un proceso de aceleraci¨®n hist¨®rica y que el lenguaje var¨ªa mucho, pero nosotros no podemos incluir la ¨²ltima invenci¨®n l¨¦xica de un periodista. Para que introduzcamos una entrada tiene que haber documentaci¨®n suficiente y tener una permanencia de al menos dos a?os".

Y, una vez m¨¢s, el Mar¨ªa Moliner demuestra que no teme a los extranjerismos. "Adoptamos los que se usan y lo hacemos para que se escriban como debe ser, tanto en su forma original como en la castellanizada".