Visita al cintur¨®n de asteroides
Una nave de la NASA ir¨¢ hacia el planeta enano Ceres mientras se preparan dos telescopios
Mientras el presidente Bush sue?a con que el hombre vuelva a la Luna, aunque no proporciona los fondos necesarios, m¨¢s de 50 naves rob¨®ticas de la NASA est¨¢n explorando ahora mismo el espacio lejano y cercano y tambi¨¦n la Tierra desde el espacio. Y otras 40 misiones est¨¢n en preparaci¨®n y desarrollo. Una de ellas, Dawn (Amanecer en ingl¨¦s) parece que por fin va a ser lanzada ma?ana para explorar el cintur¨®n de asteroides en los pr¨®ximos ocho a?os.
El ¨²ltimo retraso de la misi¨®n tuvo lugar hace s¨®lo dos meses, para dar paso al lanzamiento de la Mars Phoenix hacia Marte cuando se produjeron dificultades t¨¦cnicas en cabo Ca?averal. Sin embargo, la idea de esta exploraci¨®n de la peligrosa zona entre Marte y J¨²piter repleta de centenares de miles de rocas grandes y peque?as, data de 1994. Christopher T. Russell, de la Universidad de California, su promotor, se dio cuenta posteriormente de que a partir de 2011 dos de los mayores asteroides, Ceres y Vesta, se iban a aproximar entre s¨ª. Entonces propuso una misi¨®n que visitara ambos, que fue aprobada en 2000. Resulta que ahora Ceres ya no es un asteroide sino que ha sido ascendido a la categor¨ªa de planeta enano, la misma a la que ha descendido Plut¨®n. La misi¨®n ha pasado a ser planetaria.
Sin embargo, las cosas se complicaron, el proyecto iba retrasado y el a?o pasado la NASA lo cancel¨® sin m¨¢s, dada la escasez de fondos que tiene para cumplir las ¨®rdenes de Bush de volver a la Luna y m¨¢s all¨¢. El laboratorio de la NASA que ha construido Dawn (el Jet Propulsion Laboratory) apel¨® esta decisi¨®n y la misi¨®n volvi¨® al calendario, para alivio de Russell y todos los dem¨¢s integrantes del equipo. Y si no sale por fin antes de noviembre, no podr¨¢ llegar a su lejana cita porque la mec¨¢nica celeste impera. El plan es que la sonda llegue a Vesta dentro de cuatro a?os, y desde all¨ª se desplace a Ceres, para lo que tardar¨¢ otros tres a?os.
La forma de propulsi¨®n de Dawn ha sido el origen de sus problemas y retrasos pero tambi¨¦n lo que le permite este complicado itinerario. Son motores i¨®nicos, que funcionan con gas xen¨®n y proporcionan una aceleraci¨®n muy peque?a pero constante con mucha eficiencia. As¨ª lleg¨® la sonda europea Smart a la ¨®rbita de la Luna y ahora la NASA tiene inter¨¦s en utilizar esta tecnolog¨ªa.
Simplemente llegar ya no es objetivo suficiente para una misi¨®n espacial que se precie. Lo que Dawn pretende hacer es viajar 4.500 millones de a?os hacia el pasado, mediante la observaci¨®n detallada de dos cuerpos celestes que est¨¢n en el mismo estado en que quedaron entonces, cuando se form¨® el Sistema Solar. Lleva una c¨¢mara y dos espectr¨®metros que pueden detectar elementos qu¨ªmicos y compuestos minerales. Tambi¨¦n lleva en un chip los nombres de 360.000 entusiastas del espacio, recogidos mediante una campa?a por Internet. Se situar¨¢ en ¨®rbita de cada cuerpo celeste y lo observar¨¢ con sus instrumentos.
Vesta es conocido por los terr¨¢queos, porque hasta aqu¨ª han llegado algunos de sus pedazos, en forma de meteoritos. Uno de cada 20 de los encontrados en la Tierra procede de este asteroide. Ceres, de mayor tama?o, tiene la forma redondeada que le ha permitido situarse en la categor¨ªa de los planetas enanos.
Mientras Dawn era colocado encima del cohete Delta II que debe lanzarlo desde cabo Ca?averal, en Alemania se presentaba, ya casi terminado, el telescopio espacial europeo Herschel, un proyecto de la ESA, cuyo contratista principal es la empresa Thales Alenia. El plan es que sea lanzado a finales de julio de 2008, a bordo de la versi¨®n pesada del cohete Ariane 5, desde Kourou, en compa?¨ªa de otro telescopio espacial que tambi¨¦n lleva el nombre de un f¨ªsico distinguido, Planck.
El espejo de Herschel, que observar¨¢ en toda la gama de radiaci¨®n infrarroja, destaca por su tama?o, lo que implica una gran complejidad t¨¦cnica. Mide 3,5 metros de di¨¢metro, lo que le convertir¨¢ en el mayor telescopio espacial mientras llega el sucesor del famoso Hubble, el James Webb, que tendr¨¢ un espejo de 6,5 metros.
Los telescopios para infrarrojo pueden observar la radiaci¨®n t¨¦rmica que es invisible para el ojo humano y que emiten todos los objetos celestes. De especial inter¨¦s es la observaci¨®n de objetos, como estrellas y galaxias, muy fr¨ªos (y distantes), que no son visibles para los telescopios ¨®pticos, y los que, por estar rodeados por nubes de polvo y gas tampoco se pueden ver. Una complicaci¨®n es que los instrumentos de observaci¨®n tienen que estar muy fr¨ªos, a una temperatura cercana al cero absoluto (-273,15 grados cent¨ªgrados) para que su propia radiaci¨®n t¨¦rmica no interfiera en las observaciones, y otra es que tienen que estar en el espacio porque en la Tierra la atm¨®sfera bloquea gran parte de la radiaci¨®n infrarroja. Herschel lleva tres instrumentos avanzados y un sistema criog¨¦nico para enfriarlos. Se situar¨¢ a 1,5 millones de kil¨®metros de la Tierra, en el segundo punto de Lagrange, mucho m¨¢s lejos que el Hubble, que est¨¢ en ¨®rbita terrestre baja.
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