Bush llama a la ONU a combatir las tiran¨ªas
El presidente de EE UU anuncia nuevas sanciones contra los militares que gobiernan Myanmar
Transformado s¨²bitamente en un promotor de la paz y los derechos humanos, el presidente estadounidense, George Bush, sorprendi¨® ayer a la Asamblea General de la ONU con un discurso humanista, solidario, olvidando por un momento su discutida guerra contra el terrorismo y recordando a los gobernantes sentados en tan ilustre foro su responsabilidad en luchar contra la opresi¨®n, contra los reg¨ªmenes tir¨¢nicos y a favor de los derechos expl¨ªcitamente reconocidos en la hist¨®rica Declaraci¨®n Universal que da sentido a esta organizaci¨®n. Como menci¨®n especial dentro de las dictaduras a combatir, Bush anunci¨® nuevas sanciones contra el r¨¦gimen militar de Myanmar (antigua Birmania) por la represi¨®n de la revuelta encabezada por los monjes budistas.
"El largo periodo de un r¨¦gimen cruel est¨¢ llegando a su fin", afirm¨® sobre Cuba
"Toda naci¨®n civilizada tiene la responsabilidad de actuar a favor de los pueblos que sufren", dijo
Fue un Bush irreconocible, sin duda interesado en rebatir la imagen de autoritario militarista que buena parte del mundo tiene de ¨¦l y en pasar a la historia con algo menos de rencor. No habl¨® de Irak o Afganist¨¢n, m¨¢s que para elogiar a sus pueblos. No advirti¨® sobre batallas sin fin contra los enemigos de Occidente ni quiso siquiera recordar las amenazas reales que los dirigentes de Al Qaeda han hecho contra Estados Unidos. Tampoco profundiz¨® en el conflicto palestino-israel¨ª, probablemente porque, despu¨¦s de un d¨ªa de intensas negociaciones al respecto, carece de razones para ser optimista. Pas¨® de largo tambi¨¦n del tema de moda en este tipo de reuniones, el cambio clim¨¢tico, que Bush piensa abordar, de acuerdo con sus propias l¨ªneas de actuaci¨®n, a finales de esta semana en una cumbre convocada en Washington.
En lugar de eso, Bush aprovech¨® su participaci¨®n anual en una reuni¨®n con m¨¢s enemigos que amigos para llamar a la unidad contra la represi¨®n y la pobreza. "Podemos tener nuestras diferencias", dijo Bush en la apertura de la 62? Asamblea General de la ONU, "pero tenemos que ponernos de acuerdo cuando gente inocente se ve obligada a vivir atrapada entre el asesinato y el miedo, cuando los ni?os se ven condenados al hambre o a la muerte por la picadura de un mosquito". "No estamos cumpliendo nuestras obligaciones con el mundo", denunci¨® el presidente estadounidense, que lleg¨® a reconocer indirectamente alg¨²n error tambi¨¦n en su lucha antiterrorista al afirmar: "En ¨²ltima instancia, el mejor camino para combatir a los extremistas es derrotar su oscura ideolog¨ªa con una visi¨®n m¨¢s esperanzadora, la visi¨®n de libertad con la que se fund¨® esta organizaci¨®n".
"Toda naci¨®n civilizada", record¨®, "tiene la responsabilidad de actuar a favor de los pueblos que sufren bajo la dictadura". Cit¨¢ndolos por su nombre, a?adi¨®: "Bielorrusia, Corea del Norte, Siria e Ir¨¢n son reg¨ªmenes brutales que privan a sus pueblos de los derechos fundamentales que brillan en la Declaraci¨®n Universal de la ONU". Y aludiendo a las responsabilidades internacionales, Bush mencion¨® la obligaci¨®n moral de los pa¨ªses de "estar al lado de los pueblos de L¨ªbano, Afganist¨¢n e Irak, que est¨¢n reclamando la ayuda de toda naci¨®n civilizada".
En el campo de las dictaduras, Bush tuvo unas palabras para Cuba, pa¨ªs del que afirm¨® que "el largo periodo de un r¨¦gimen cruel est¨¢ llegando a su fin", y para el que tambi¨¦n pidi¨® apoyo a fin de que sus ciudadanos puedan gozar de "libertad de expresi¨®n, libertad de asociaci¨®n y elecciones libres".
El presidente estadounidense dedic¨® un apartado especial a Myanmar, de la que dijo que "atraviesa por una situaci¨®n que repugna a los norteamericanos". Bush anunci¨® nuevas sanciones contra el r¨¦gimen militar de ese pa¨ªs, entre ellas la prohibici¨®n de actividades financieras en Estados Unidos y de visados para entrar en este pa¨ªs a los principales responsables del Gobierno y a sus familiares. Bush pidi¨® a los dem¨¢s pa¨ªses que se sumen a estas sanciones. El presidente de EE UU denunci¨® que los militares de Myanmar "restringen las libertades de expresi¨®n, de reuni¨®n y de culto, persiguen a las minor¨ªas ¨¦tnicas y fuerzan a los ni?os a trabajar". "El tr¨¢fico de seres humanos y las violaciones son comunes", a?adi¨®.
Bush es famoso por sus simpat¨ªas hacia la perseguida oposici¨®n birmana y Estados Unidos lleva a?os aplicando, sin mucho ¨¦xito, sanciones econ¨®micas contra ese pa¨ªs, como la prohibici¨®n de sus productos en los mercados estadounidenses. Myanmar consigue sobrevivir a ese embargo, en gran parte, gracias al apoyo de su poderoso vecino, China, que apoya el r¨¦gimen de los militares e invierte importantes sumas en ese pa¨ªs. China ha tratado recientemente de acercar las posiciones de la antigua Birmania y EE UU, pero ese intento, que siempre choc¨® con la petici¨®n norteamericana de poner en libertad a la famosa disidente Aung San Suu Kyi, se ha estrellado ahora del todo por la represi¨®n de la revuelta de los monjes.
El caso de Myanmar es uno de los ejemplos mencionados por Bush de por qu¨¦ los estadounidenses desconf¨ªan de la ONU y de su eficacia. Y habl¨® de la necesidad de reformas. Se refiri¨® primero a la urgencia para hacer m¨¢s operativo y cre¨ªble el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, del que forman parte algunas de las dictaduras mencionadas ayer por Bush, y que se ha convertido desde hace a?os en un foro propagand¨ªstico sin ninguna capacidad de vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo.
Pero el presidente norteamericano aludi¨® tambi¨¦n a la posibilidad de reformar el Consejo de Seguridad, y mencion¨® particularmente a Jap¨®n como una naci¨®n preparada para integrar ese organismo. "Estoy abierto a todas las ideas", afirm¨®. El Consejo de Seguridad, poder ejecutivo de la ONU, est¨¢ formado por cinco pa¨ªses permanentes con derecho a veto (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido) y 10 naciones divididas por regiones que asisten de forma rotatoria por dos a?os.
Durante mucho tiempo esa forma de Gobierno ha sido denunciada por los pa¨ªses pobres, que se ven limitados a hacer o¨ªr su voz en la Asamblea General, y por otros pa¨ªses grandes, como Jap¨®n y Alemania, que se sienten con los mismos derechos a participar. Ayer, sin decirlo expl¨ªcitamente, Bush sugiri¨® que su Gobierno favorecer¨ªa la ampliaci¨®n del Consejo de Seguridad si se produce, al mismo tiempo, una reforma del Consejo de Derechos Humanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Myanmar
- Asamblea General ONU
- George W. Bush
- Derechos humanos
- Pol¨ªtica exterior
- Estados Unidos
- Cumbres internacionales
- Budismo
- Sudeste asi¨¢tico
- ONU
- Eventos
- Relaciones internacionales
- Asia
- Gente
- Organizaciones internacionales
- Gobierno
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Defensa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Religi¨®n
- Sociedad