El Ej¨¦rcito birmano sale a la calle para detener las protestas de los monjes budistas
Los militares imponen el toque de queda en Myanmar en respuesta a las manifestaciones
Cientos de soldados y polic¨ªas armados con rifles salieron ayer a las calles de Yangon, la antigua capital de Myanmar (antes Birmania), para intentar poner fin a las mayores protestas registradas contra el r¨¦gimen militar que gobierna con mano dura el pa¨ªs asi¨¢tico desde 1962. Cientos de agentes rodearon la pagoda de Sule, centro de las manifestaciones encabezadas los ¨²ltimos d¨ªas por monjes budistas, muy respetados por los birmanos. Por la noche, los militares impusieron el toque de queda. El despliegue se produjo despu¨¦s de una manifestaci¨®n que reuni¨® a 150.000 personas en favor de la democracia.
Las movilizaciones se repitieron ayer pese a que las autoridades recorrieron las ciudades para advertir desde camiones, y por medio de meg¨¢fonos, de que cualquiera que observara las protestas pod¨ªa ser condenado a tres a?os de c¨¢rcel, y aquel que participara se arriesgaba a 10 a?os de prisi¨®n. Mientras, ocho veh¨ªculos cargados con polic¨ªas antidisturbios y otros cinco camiones con soldados entraron en la ex capital. No hubo violencia, ya que el despliegue se produjo tras la masiva manifestaci¨®n por el centro. De noche, se decret¨® el toque de queda en Yangon y Mandalay, las dos mayores ciudades.
Persiste el temor a una dura represi¨®n por la Junta Militar que gobierna en la antigua Birmania. Los soldados han tomado posiciones para intimidar a los manifestantes y que no vuelvan a repetirse las protestas. La jornada record¨® a muchos uno de los d¨ªas m¨¢s negros de la historia moderna de Myanmar, en 1988, cuando murieron m¨¢s de 3.000 personas que protestaban contra el r¨¦gimen en enfrentamientos con los militares.
En otra posible se?al de que la confrontaci¨®n se acerca, una fuente confirm¨® a la agencia Reuters que la dirigente opositora Aung San Suu Kyi, todo un s¨ªmbolo en el pa¨ªs y premio Nobel de la Paz, fue trasladada de su domicilio, donde permanece detenida desde junio de 2003, a la prisi¨®n de Insein el domingo pasado, un d¨ªa despu¨¦s de que saliera a la puerta de su casa para mostrar su apoyo a los monjes.
El presidente de la Junta Militar, el general Than Shwe, considerado un experto en la guerra psicol¨®gica, se reuni¨® ayer con otros jefes castrenses en su cuartel general de Naypyitaw. Algunos analistas afirman que este movimiento ha pillado desprevenida a la Junta Militar, una de las dictaduras m¨¢s opacas del mundo.
Las protestas empezaron el 19 de septiembre, tras la decisi¨®n del r¨¦gimen de subir un 500% el precio del combustible, y poco a poco han ido adquiriendo tintes pol¨ªticos. En una de las manifestaciones la polic¨ªa agredi¨® a unos monjes, lo que provoc¨® una reacci¨®n de solidaridad entre los religiosos, que salieron a la calle. A las marchas se ha unido la Liga Nacional para la Democracia, la ¨²nica formaci¨®n pol¨ªtica que resiste a la fuerte presi¨®n de la Junta Militar y que est¨¢ dirigida por Suu Kyi. El movimiento ya se conoce como la revoluci¨®n azafr¨¢n, por el color de las t¨²nicas budistas.
Durante su marcha pac¨ªfica ayer por el centro de Yangon, los manifestantes gritaban "democracia, democracia", mientras eran aplaudidos y vitoreados por ciudadanos desde atestados balcones y azoteas.
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