Una de cada 10 adolescentes que abortan lo hace por segunda vez
M¨¢s de la mitad de las menores que quedan embarazadas detiene la gestaci¨®n - El total de abortos en Espa?a bate sus m¨¢ximos cada a?o, con 91.600 intervenciones en 2005
Las adolescentes se quedan embarazadas y abortan. Y a pesar de haber pasado por esa desagradable experiencia vuelven a quedarse embarazadas y vuelven a abortar. El 99% de los embarazos entre las adolescentes no son deseados, pero en 2005 m¨¢s de 9.600 menores de edad se encontraron con esa sorpresa, un 8% m¨¢s que el a?o anterior y 5.504 recurrieron al aborto.
Un porcentaje elevado repite el error. Calculado sobre las menores de 15 a 19 a?os, 1.421 muchachas pasaron en 2005 por las cl¨ªnicas para interrumpir por segunda vez otro embarazo temprano, el 11% de las que abortaron a esa edad, un porcentaje creciente cada a?o. Todas ellas son las cifras m¨¢s altas de que se tiene constancia: 12.883 abortos, un 49% sobre el n¨²mero de embarazos entre los 15 y los 19 a?os. Una cifra que se ha duplicado en una d¨¦cada.
Uno de cada siete j¨®venes sustituye los preservativos por la ineficaz y peligrosa marcha atr¨¢s en sus relaciones sexuales, y los abortos no dejan de aumentar. En una d¨¦cada el porcentaje de abortos entre las menores de edad ha pasado de ser alrededor del 35% a superar el 57%.
Margarita Delgado, experta dem¨®grafa del CSIC, insiste en que falta formaci¨®n para la gente joven, pero no s¨®lo eso, dice, "es necesario tambi¨¦n que se pongan los medios precisos porque de poco servir¨¢ que se les conciencie de que hay que protegerse si luego los preservativos son caros o las listas de espera para conseguir una cita en los centros de planificaci¨®n se alargan m¨¢s de lo debido".
Planificaci¨®n
Coincidiendo con el D¨ªa Mundial de la Anticoncepci¨®n, celebrado ayer, la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n advirti¨® de que siete de cada 10 adolescentes no han pasado por un centro de planificaci¨®n familiar. En la ciudad de Madrid, para asistir a una cita en un centro de planificaci¨®n familiar hay que esperar algo m¨¢s de dos meses. En esta comunidad, la ¨²nica donde ya se registran por separado los abortos de inmigrantes y espa?olas, m¨¢s del 50% de las interrupciones corresponden a extranjeras. Cabe inferir que en el resto de las comunidades, las extranjeras est¨¦n tambi¨¦n contribuyendo al aumento de los abortos, pero Margarita Delgado quiere ser cautelosa con esta reflexi¨®n hasta tener los datos exactos. "Y m¨¢s cautelosa a¨²n en lo que a adolescentes se refiere, porque la franja de edad mayoritaria de la poblaci¨®n inmigrante no suele ser esa, sino algo mayores. Tenemos que esperar a los datos disgregados, que ya se est¨¢n recabando, pero s¨ª es cierto que, coincidiendo con el aumento del flujo migratorio, tambi¨¦n aumentan los abortos".
El porcentaje de abortos sobre los embarazos no ha dejado de subir desde 1990. Los datos de 2005 doblan los de aquel a?o, pasando de un 8,4% de embarazos interrumpidos al 16,3%, es decir, 91.664 abortos. En estas cifras se tienen en cuenta todas las franjas de edad, desde los 15 a los 49 a?os, pero se aborta m¨¢s cuando se es m¨¢s joven y cuando se es m¨¢s mayor. El 49,6% de las chicas embarazadas entre 15 y 19 a?os lo hicieron en 2005, el porcentaje m¨¢s alto de todas las franjas de edad. Y un 32% de las mujeres embarazadas de 45 a 49 a?os abort¨® tambi¨¦n ese a?o, el ¨²ltimo del que se tienen datos. Si bien, en esta edad s¨®lo hubo en toda Espa?a 382 interrupciones de la gestaci¨®n en total, mientras que de 15 a 19 a?os tuvieron que pasar por ello 12.883 j¨®venes.
De los 25 a los 39 a?os se aborta menos respecto a los embarazos que se producen; son edades en las que las mujeres deciden tener hijos. Sin embargo, en el c¨®mputo total, los abortos entre los 20 y los 29 a?os suponen el mayor porcentaje sobre el total de las interrupciones del embarazo que se producen.
El presidente de la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n, Ezequiel P¨¦rez, dijo que el n¨²mero de embarazos entre las chicas de 10 a 14 a?os es "an¨¦cd¨®tico".
La inexistente educaci¨®n sexual de los colegios
El aborto no es un m¨¦todo anticonceptivo. La marcha atr¨¢s no sirve en las relaciones sexuales. Si no se usa preservativo se corre el riesgo de afrontar un embarazo no deseado y numerosas enfermedades de transmisi¨®n sexual. ?Saben todo esto los j¨®venes?Los expertos que se acercan a los institutos a informar a los adolescentes sobre sexualidad se encuentran todav¨ªa con antiguas y estramb¨®ticas leyendas que circulan sobre c¨®mo evitar un embarazo. En medio de este desconocimiento al que ahora se incorporan alumnos llegados de pa¨ªses con menos recursos e informaci¨®n, una nueva asignatura obligatoria, Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, incluye en sus contenidos la educaci¨®n afectivo sexual. La Iglesia ha puesto el grito en el cielo.La educaci¨®n sexual en los centros educativos, a la que los expertos atribuyen una relaci¨®n directa en el aumento o descenso de los embarazos y abortos a edades tempranas, ha sido en los ¨²ltimos a?os un conocimiento que hab¨ªa de transmitirse en los colegios, sin ser una asignatura concreta. Nunca ha funcionado a plena satisfacci¨®n, pero hubo a?os mejores. Hace d¨¦cadas, el colectivo Harimaguada, con ra¨ªces en Canarias, implant¨® pioneros programas de educaci¨®n sexual en los centros educativos, que alcanzaban a todas las edades, desde infantil al instituto. Su experiencia fue referente en muchas comunidades y sus novedosos materiales formativos se repartieron por toda Espa?a. Entonces, en los ochenta, principios de los noventa, contaban con apoyo institucional, de las consejer¨ªas, del Gobierno. Ahora, muchas de aquellas iniciativas han quedado suspendidas. "Hay una doble moral, por un lado a los j¨®venes se les da mucha informaci¨®n, pero no se ponen medios a su alcance", explica Ana Pino, del colectivo Harimaguada. Pino, psic¨®loga, dice que los profesores "no ense?an educaci¨®n sexual porque nadie les ha preparado para ello" . "Todos los recursos, educativos, sociales, han sufrido recortes y la educaci¨®n afectivo sexual es cosa de todos, de familias, de educadores, de medios de comunicaci¨®n". Pino se queja de que sus propios materiales, anticuados, ya no son atractivos para los j¨®venes, pero nadie apoya su reedici¨®n a pesar, dicen, de que se los piden desde todas partes.Tambi¨¦n explica que ahora se toman, sobre todo, medidas puntuales y preventivas, algo, a su juicio, "insuficiente, que no capacita a los j¨®venes de forma integral" para afrontar una sexualidad sana y completa.La nueva asignatura, Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, devuelve ahora a los colegios el debate sobre sexualidad, pero ?est¨¢n ya los profesores suficientemente formados?
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