Un hombre sin fronteras
Franco Battiato presenta su disco 'Il vuoto' en Barcelona y en Madrid
En los a?os ochenta Franco Battiato alcanz¨® ventas millonarias con discos como La voce del padrone, Ecos de danzas sufi o N¨®madas y se hizo popular en Espa?a gracias a canciones en castellano como Centro de gravedad permanente. El m¨²sico italiano supo unir el pop, la electr¨®nica, el bel canto y los sonidos del Mediterr¨¢neo en un estilo genuino. "Estamos perdiendo el sentido de la existencia de la m¨²sica con este terrible frenes¨ª de los tel¨¦fonos m¨®viles. Todo pasa por una distribuci¨®n superficial de la m¨²sica. Es como un ruido", dice.
Para su nuevo disco, Il vuoto, Battiato ha vuelto a contar con las letras del octogenario fil¨®sofo Manlio Sgalambro. Ayer lo present¨® en Barcelona (L'Auditori) y ma?ana lo har¨¢ en Madrid (Palacio Municipal de Congresos-Campo de las Naciones). Il vuoto significa el vac¨ªo. "No se trata de ese vac¨ªo que nos provoca v¨¦rtigo o miedo. El del budismo es una sensaci¨®n de plenitud total", explica. A Battiato le fascinan los textos suf¨ªs: "Nac¨ª metaf¨ªsico. Me gusta todo aquello que me abre la mente. El sufismo est¨¢ muy pr¨®ximo a san Francisco de As¨ªs o santa Teresa de ?vila y ha tenido personajes extraordinarios. Un suf¨ª, si lo es de verdad, nunca har¨¢ da?o a otra persona. Es la diferencia entre lo que se cuenta del islam y lo que es. Tambi¨¦n los cat¨®licos tenemos curas que no son dignos de la religi¨®n cristiana".
"Me ocupo de lo que no se ocupa la contemporaneidad, que es de la excelencia"
"He le¨ªdo la conversaci¨®n entre Bush y Aznar y es para ponerse a temblar", asegura Franco Battiato (Jonia, Sicilia, 1945). "En Italia est¨¢ de moda que cualquier pol¨ªtico de derechas nos diga que somos antiestadounidenses. S¨ª, lo somos, pero no del pueblo sino del gobierno de este necio".
Battiato ha escrito ¨®peras cl¨¢sicas -Genesi, Gilgamesh, Cavaliere dell'intelletto-, m¨²sica sacra -Messa arcaica- y para ballet -Campi magnetici-; pinta -firma sus ¨®leos con el nombre de S¨¹phan Barzani- y hace 20 a?os fund¨® una peque?a editora "porque quer¨ªa publicar los libros de Gurdjieff". "El hombre no deber¨ªa ponerse l¨ªmites. Yo pensaba ser un compositor sin la destreza para tocar el piano. Eleg¨ª una sonata del d¨¦cimo curso de conservatorio, que es como escalar una monta?a, y a los tres meses estaba toc¨¢ndola con soltura. La gente no se lo pod¨ªa creer". En 2003 dirigi¨® la pel¨ªcula Perduto amore y, en 2005, Musikanten, en la que Alejandro Jodorowsky hac¨ªa el papel de Beethoven -"durante el rodaje quer¨ªa que lo llam¨¢ramos Ludwig", recuerda sonriendo-. El 22 de octubre se estrenar¨¢ en Roma su tercer largometraje, Niente ¨¨ come sembra (Nada es lo que parece). "Me ocupo de lo que no se ocupa la contemporaneidad, que es de la excelencia, de personas excepcionales. Porque ver en televisi¨®n lo que hacen 10 idiotas en una isla...".
"Preguntarme si creo en la reencarnaci¨®n es como preguntarme si creo en la vida", afirma. "No es algo racional, pero lo comprendes al mirar los ojos de un ni?o. He visto ni?os viejos de dos mil a?os". En 1991 escribi¨® en su canci¨®n Pobre patria: "Los gobernantes, cu¨¢ntos perfectos e in¨²tiles bufones en esta tierra que el dolor ha devastado". "Nada ha cambiado, pero llegar¨¢ un momento en que el pol¨ªtico tenga que ser alguien que se ocupe de los intereses de los ciudadanos y no de los suyos". Hace 10 a?os, Battiato particip¨® en Palermo en el homenaje a Giovanni Falcone, el juez asesinado por la Mafia. Ni Prodi ni D'Alema ni Berlusconi estuvieron all¨ª. "Lo terrible del sur de Italia es que mucha gente piensa que no fue malo haberlo eliminado", se lamenta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.