"Bergman no era Dios"
La actriz Liv Ullmann recibe el Premio Donostia y recuerda al que fue su compa?ero y maestro
Con su cl¨¢sico mo?o, un poco de colorete y las arrugas y kilos que corresponden a sus 68 a?os, Liv Ullmann recog¨ªa ayer el Premio Donostia por su carrera. La actriz noruega, durante a?os compa?era sentimental de Ingmar Bergman y despu¨¦s una de sus m¨¢s fieles colaboradoras y amigas, habl¨® del cineasta sueco midiendo con cuentagotas su memoria. Sentada en una enorme butaca de una suite del hotel Mar¨ªa Cristina, con su aspecto de matrona n¨®rdica, concedi¨® entrevistas cronometradas a grupos de periodistas que apenas pod¨ªan hacer una pregunta por cabeza. Pese a la fugacidad de los encuentros, la actriz despleg¨® una calidez confortable. Es f¨¢cil imaginarla, con toda su personalidad de gran mujer concentrada en los ojos y la sonrisa, charlando tranquilamente junto a una chimenea.
"Ya no puedo separar a la persona de la artista, aunque durante a?os lo intent¨¦"
"Todos necesitamos un maestro, pero un maestro que no nos trate como ni?os"
Las preguntas sobre su relaci¨®n con Bergman, fallecido el pasado 30 de julio, fueron insistentes y a Ullmann se le termin¨® escapando una l¨¢grima cuando record¨® el ¨²ltimo d¨ªa del rodaje de Sarabanda, ¨²ltimo filme del cineasta en el que ella y Erland Josephson interpretan a un matrimonio que se reencuentra despu¨¦s de 30 a?os. "Ingmar casi no hablaba, pero nos enviaba constantes se?ales de humo. Est¨¢bamos muy cerca el uno del otro y ¨¦l me conoc¨ªa perfectamente. Fue un rodaje extra?o, en digital, estaba su inspiraci¨®n pero no la c¨¢mara. El ¨²ltimo d¨ªa de rodaje hubo una fiesta, pero ¨¦l no fue. Me dijo que quer¨ªa coger un avi¨®n a su isla lo antes posible. Nos dio las gracias al equipo y se march¨®. Era su despedida. ?l lo sab¨ªa, nosotros lo sab¨ªamos...".
Liv Ullmann record¨® como Bergman y ella encontraron, hace 40 a?os, la casa de la isla de F?roo en la que el cineasta decidi¨® instalarse hasta el final de su vida. "Cuando nos conocimos hicimos un viaje juntos a la isla. Un d¨ªa est¨¢bamos dando un paseo por la playa y ¨¦l me dijo que est¨¢bamos conectados de una manera dolorosa, la frase me impact¨®, aunque seguramente se la repiti¨® a otras mujeres. En cualquier caso, ¨¦l encontr¨® all¨ª su hogar, all¨ª construy¨® su casa y all¨ª fuimos muchas veces con nuestra peque?a hija".
Ullmann dirigi¨® en 2000 Infiel, un drama demoledor escrito por Bergman sobre la mentira y la culpa y sus consecuencias irreparables. "?l confiaba mucho en m¨ª, siempre est¨¢bamos de acuerdo. Escribi¨® el gui¨®n de Infiel para m¨ª, pero discutimos cuando yo decid¨ª que el personaje del anciano se iba a llamar Bergman. ?l no quer¨ªa y no le gust¨® que yo lo hiciera, discutimos mucho, aunque al final entendi¨® mis motivos".
"Con su muerte yo no me he quedado hu¨¦rfana, en ning¨²n sentido", matiza la actriz, "ese dolor profundo s¨®lo le pertenece a sus hijos. Yo le extra?o como mujer y como amiga". "Bergman fue muy importante en nuestras vidas, pero no era Dios. Logr¨® que un grupo de personas, un grupo de mujeres y amigos, nos sinti¨¦ramos fuertes a su lado. ?l nos hac¨ªa pensar que todo lo que hac¨ªamos ten¨ªa un sentido, y eso era algo maravilloso que no pod¨ªa quitarnos nadie. Todos necesitamos un maestro, pero un maestro que no nos trate como ni?os. Y ¨¦l era de ese tipo".
Ullmann, que ya hab¨ªa anunciado su retirada del cine, volver¨¢ a trabajar el pr¨®ximo a?o en su pa¨ªs, Noruega, donde en 2005 tuvo que abandonar el proyecto de llevar al cine Casa de mu?ecas de Ibsen. "All¨ª nunca me han tratado demasiado bien. No he trabajado all¨ª en 40 a?os, pero ahora me han ofrecido un gui¨®n maravilloso y volver¨¦ para rodar". La actriz y directora asegura que acepta premios como el de San Sebasti¨¢n porque para ella son una plataforma para hablar de otras "mujeres". Miembro destacado de la ONG International Rescue Committee (IRC), dedicada a la atenci¨®n a los refugiados, y embajadora de la Unicef, Ullmann, cree que los artistas -mucho m¨¢s que los pol¨ªticos "con sus discursos vac¨ªos"- pueden ayudar a hacer posible un mundo mejor: "Y muchas mujeres sufren este mundo de hombres. Aceptar un premio como este me da la oportunidad de hablar de cosas que son importantes para m¨ª. Todav¨ªa creo en la posibilidad de tener una vida ¨¦tica". "A estas alturas", a?ade Ullmann, "no puedo separar a la persona de la artista, aunque durante muchos a?os lo intent¨¦. Pero ahora s¨®lo soy yo, como puedo. Cuando eres joven tienes la tentaci¨®n de ser muchas personas diferentes, pero es algo que poco a poco desaparece, hasta que descubres que el lugar m¨¢s confortable es ser quien eres. Recuerdo que Ingmar me dec¨ªa que estamos hechos de una sola pieza y que yo sol¨ªa responderle que eso no era verdad, pero me temo que ten¨ªa raz¨®n".
Para Liv Ullmann hoy m¨¢s que nunca es importante rescatar el cine de Bergman y no condenarlo a las "filmotecas". "Necesitamos ese cine. Necesitamos conocer la obra de gente que nunca se vendi¨® a Hollywood. Yo le admiraba much¨ªsimo por eso. Ese cine puede y debe hacerse, aunque no existan ni productores ni distribuidores dispuestos a defenderlo".
La actriz recomienda entonces una comedia que pudo ver el d¨ªa de su llegada a San Sebasti¨¢n en la secci¨®n Perlas de Zabaltegui, Un funeral de muerte. "No pod¨ªa parar de re¨ªrme. Estaba sentada al lado de un se?or espa?ol que no volver¨¦ a ver en mi vida pero durante m¨¢s de una hora me re¨ª sin parar a su lado. ?No les parece maravilloso poder disfrutar todav¨ªa as¨ª?".
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