De paseo por el abismo

Dios los cr¨ªa y ellos se juntan. Cada uno en su estilo, unos en formato de equipo m¨¢s que compenetrado y otro ejerciendo de llanero solitario, pero ambos rodando en ca¨ªda libre por la ladera menos complaciente del rock actual. As¨ª son los asturianos Manta Ray y el tejano -de adopci¨®n- Micah P. Hinson, los dos oficiantes, el jueves, del primer aniversario de la recomendable web barcelonesa El Lorito a su paso por Valencia. Los primeros, pese a irradiar una leve sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu mecanicista (quiz¨¢ demasiados conciertos sin novedades a sus espaldas), volvieron a lucir con m¨¢s fuerza cuanto m¨¢s abundaron en esas dentelladas el¨¦ctricas que, con ritmo marcial, han conseguido plasmar en sus dos magn¨ªficos ¨²ltimos trabajos. Posiblemente se encuentren ya al final de un ciclo, pero no por ello hay que desde?ar en lo m¨¢s m¨ªnimo la rara cualidad serpenteante de un temario aventurado e inconformista como pocos en este pa¨ªs, reforzado por un directo siempre eficaz. M¨¢s extrema es a¨²n la apuesta en escena de Micah P. Hinson, por cuanto ¨¦l solo se lo guisa y se lo come, apenas en compa?¨ªa de su guitarra el¨¦ctrica y un bater¨ªa ocasional. Sus imprevisibles directos -present¨® abundante material nuevo- ostentan siempre la garant¨ªa de su cavernoso vozarr¨®n, milagrosamente salido de un cuerpo enclenque al que, si hubiera que calibrar por su prestaci¨®n vocal, podr¨ªa consider¨¢rsele como el primo hermano de Kurt Wagner (Lambchop), con quien tambi¨¦n comparte afici¨®n por el consumo casi compulsivo de tabaco. Con todo, su empecinamiento en conversar con las primeras filas del p¨²blico entre canci¨®n y canci¨®n -dejando ver una faceta de desenfadado entertainer que contrasta con la sordidez de sus letras y de su biograf¨ªa-y la aridez de un formato tan austero como el escogido, no son los mejores garantes para que su propuesta, uno de los m¨¢s descarnados y viscerales trasuntos de la Am¨¦rica interior, se deguste en las mejores condiciones.