Un tubo de pasta de dientes, el ¨²ltimo aliento de La Toja
Henkel apag¨® ayer para siempre las m¨¢quinas de su planta de Culleredo con la promesa de que las sales seguir¨¢n procediendo de la isla
Licor del Polo y Vademecum, dec¨ªan a modo de adi¨®s los ¨²ltimos tubos de pasta de dientes que escupieron las m¨¢quinas en la cinta transportadora antes del apag¨®n final. El d¨ªa de ayer estaba marcado en rojo en el calendario de los trabajadores de la f¨¢brica de La Toja en Culleredo desde hac¨ªa meses. Era el fin de un plan de desmantelamiento que comenz¨® a principios de a?o. Primero se dejaron de producir la crema de afeitar y la gomina, y en agosto, el d¨ªa 14, el gel de ducha de marcas tan conocidas como Fa o La Toja. La maquinaria de cada l¨ªnea se fue desmontando a continuaci¨®n y envi¨¢ndose a las factor¨ªas extranjeras de Schwarzkopf & Henkel, la multinacional propietaria de la planta coru?esa.
Hab¨ªa trabajadores que llevaban 40 a?os fabricando cada d¨ªa jab¨®n y dent¨ªfrico
Hace tres semanas le toc¨® el turno a la tecnolog¨ªa encargada de extraer esas sales minerales que hicieron famoso el jab¨®n de La Toja. El agua llegaba en cisternas desde la isla y, en Culleredo, se obten¨ªan de ella el sodio, el calcio, el hierro y el magnesio que, sumados a otros minerales m¨¢s escasos, hab¨ªan dotado ya en 1905 al jab¨®n gallego de propiedades ¨²nicas. Las pastillas que -en n¨²mero de 2.500 al d¨ªa- produc¨ªa la factor¨ªa de la isla, fundada por el Marqu¨¦s de Riestra, ten¨ªan la rara virtud de hacer infinita espuma, incluso (y esto era lo incre¨ªble) en el agua del mar.
Las pastillas de color beige asalmonado y aquellas otras negras que nacieron 50 a?os m¨¢s tarde, las de Magno, fueron, en realidad, las primeras que anunciaron la muerte de la f¨¢brica. Despu¨¦s de empezar a producirse en A Toxa y despu¨¦s de que el conde de Fenosa, Pedro Barri¨¦ de la Maza, le comprase la marca a los marqueses, la producci¨®n fue trasladada a A Pasaxe (A Coru?a), y m¨¢s tarde a Culleredo. Entre 1985 y 2000, la empresa cambi¨® de manos tantas veces como dedos hay en una (del Banco Pastor a Gillete, y luego a Nobel, y luego a Laboratorios Orive, y luego a Henkel Ib¨¦rica, hasta llegar a Schwarzkopf & Henkel), pero ya hace una d¨¦cada, cuando la casa era Henkel Ib¨¦rica, los m¨ªticos jabones de la R¨ªa de Arousa se dejaron de fabricar en Galicia.
La producci¨®n se traslad¨® a Polonia, y all¨¢ eran enviadas las sales una vez desecadas en la nave cullerdense. Ahora, desde la oficina de Schwarzkopf & Henkel en Barcelona, se asegura que, aunque se ha desmantelado la secci¨®n de extracci¨®n de minerales del agua que funcionaba en Culleredo, el jab¨®n, el gel y los dem¨¢s productos La Toja "seguir¨¢n conteniendo en su f¨®rmula sales de la isla". "Mantendremos gente en A Toxa", anuncia una portavoz de la empresa, "y el jab¨®n que se venda en toda Espa?a o el que compren como recuerdo los turistas en la tienda de la isla, ser¨¢ un pedacito de Galicia que se lleven a casa aunque las pastillas se fabriquen fuera". Lo que no quiere precisar la empresa es d¨®nde (si dentro o fuera de Espa?a) se procesar¨¢n los tanques de agua que se manden desde el balneario.
Toda la producci¨®n de Culleredo (sales de ba?o, dent¨ªfricos, talco, gomina, brillantina, crema de afeitar) se trasladar¨¢ a las f¨¢bricas que posee Schwarzkopf & Henkel en Alemania y Eslovenia. "Los geles, sin embargo, se seguir¨¢n haciendo en Espa?a a trav¨¦s de un proveedor", puntualizan desde Barcelona.
Esta subcontrata (de la que no se revela el nombre), se responsabilizar¨¢ de los ¨²nicos productos de la multinacional alemana que se seguir¨¢n fabricando en territorio espa?ol, incluido el gel de ba?o La Toja. Pura cuesti¨®n de ahorro en gas¨®leo, porque mientras el 88% del dent¨ªfrico que se fabricaba en Culleredo se vend¨ªa en Francia, Alemania, Italia y Grecia, toda la producci¨®n de geles se consum¨ªa en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Lo que no es tan f¨¢cil de entender es que se acarree el agua de A Toxa para ser tratada en otro lugar.
En octubre, la firma seguir¨¢ negociando la venta de la factor¨ªa. Hay dos grupos interesados y, seg¨²n Miguel Agui¨®n, presidente del comit¨¦ de empresa, dispuestos a contratar a los 83 trabajadores que a¨²n no han sido recolocados (20 ya lo est¨¢n) o jubilados (otros 50). Un representante de uno de estos grupos visit¨® el martes a la directiva de Henkel en Alemania, pero su oferta no convenci¨®. La plantilla, no obstante, cree que se llegar¨¢ pronto a un acuerdo. Aunque esto, ayer, no evit¨® las l¨¢grimas. Hab¨ªa gente que llevaba 40 a?os fabricando jab¨®n y pasta de dientes.
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