El general
La ¨²ltima batalla del teniente general Gabeiras fue ecol¨®gica. Muy joven, luch¨® como artillero en el bando franquista y luego combati¨® en Rusia en la Divisi¨®n Azul. La vida da muchas vueltas: la primera escritura galaica, en granito y con punz¨®n de s¨ªlex, es el laberinto. Jos¨¦ Gabeiras era jefe de Estado Mayor el 23-F y fue la inteligencia ejecutora que desmont¨® el golpe. El joven artillero vencedor en la guerra, desarm¨® de verdad al franquismo cuatro d¨¦cadas despu¨¦s. Fue ¨¦l, en persona, quien detuvo a los jefes golpistas. Primero, a Armada. Luego, a Milans. Pero el ¨²ltimo puesto del teniente general Gabeiras fue el de presidente de honor del Comit¨¦ Ciudadano de Emergencia para la r¨ªa de Ferrol. A esa misi¨®n se entreg¨® en cuerpo y alma. Y ¨¦se era su blas¨®n, presidir un comit¨¦ ecol¨®gico, cuando falleci¨® en enero de 2005. Amaba la r¨ªa de Ferrol y se opuso a la instalaci¨®n en el interior de la bah¨ªa, en el enclave natural de Moh¨¢, de una gigantesca regasificadora. Le repugnaba la ubicaci¨®n en el coraz¨®n de la r¨ªa de esa planta potencialmente peligrosa, mientras se estaba construyendo un costoso puerto exterior, que ser¨ªa el emplazamiento adecuado. Ahora, los grandes barcos gaseros han de entrar por la angosta embocadura y en horas de pleamar. Pero tambi¨¦n le repugnaba el m¨¦todo. Todo se hizo con el m¨¢ximo sigilo, con una red de poderosas complicidades y con represalias a los t¨¦cnicos o funcionarios discrepantes. El comit¨¦ que presidi¨® Gabeiras ha publicado ahora un libro revelador que pone los pelos de punta: Los muros del silencio. Como los pone la visi¨®n de un documental sobre este asunto, El salario del miedo, obra de Enrique Banet y Mabel Rivera. Cuando se uni¨® a los vecinos opuestos al proyecto, Gabeiras recibi¨® la llamada telef¨®nica de un preboste conservador. Tras una introducci¨®n zalamera, el dirigente pol¨ªtico le espet¨®: "?Sabe usted, general, con qu¨¦ compa?¨ªas anda?". Hay gente que no se corta un pelo. Cuando el negocio est¨¢ en marcha, son muy igualitarios: lo mismo les da amedrentar a una mariscadora que a un ex jefe del Estado Mayor. A los 88 a?os, Gabeiras cumpli¨® con honor y valor su ¨²ltima misi¨®n patri¨®tica: denunciar la injusticia.
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