Manifiesto por la responsabilidad social de las empresas
Procedemos de ¨¢mbitos profesionales muy distintos y compartimos una visi¨®n com¨²n sobre la responsabilidad social de las empresas (RSE). Nuestras posiciones pol¨ªticas e ideol¨®gicas son diferentes y, sin embargo, coincidimos en la importancia de la RSE para conformar un mundo m¨¢s justo, socialmente m¨¢s cohesionado, ecol¨®gicamente m¨¢s sostenible. Coincidimos tambi¨¦n en que las empresas socialmente responsables son, por ello, m¨¢s productivas, incrementan su valor y se hacen as¨ª m¨¢s capaces de competir en el mercado global.
Nada personal ni material nos convoca, s¨®lo nuestro inter¨¦s intelectual y nuestras preocupaciones comunes sobre esta cuesti¨®n capital para nuestro pa¨ªs y nuestras empresas. Nos anima nuestra coincidencia en iniciativas y propuestas dirigidas al fomento de una cultura empresarial renovada y comprometida con su entorno social y medioambiental. Desde ¨¢mbitos muy diversos, la pol¨ªtica, la universidad, la comunicaci¨®n, la empresa, trabajamos y desarrollamos habitualmente aspectos y espacios de la RSE, y aunque no siempre somos coincidentes, estamos convencidos de que nuestro pa¨ªs debe hacer un esfuerzo notable para que sus empresas, instituciones y organizaciones corporativas desarrollen una cultura de responsabilidad social creciente que les permita no ser s¨®lo m¨¢s competitivas e incrementar su reputaci¨®n corporativa, sino tambi¨¦n servir de referentes e impulsores del desarrollo de la RSE y la sostenibilidad en nuestro pa¨ªs y en todos aquellos en los que operan.
"Cada empresa es un mundo y s¨®lo a ella le corresponde el dise?o y la implementaci¨®n de las pol¨ªticas de responsabilidad social m¨¢s adecuadas"
"Las empresas socialmente responsables son m¨¢s productivas, incrementan su valor y se hacen as¨ª m¨¢s capaces de competir en el mercado global"
Por ello queremos afirmar que:
1) La RSE, mucho m¨¢s que una t¨¦cnica de gesti¨®n de la empresa o un plano de su actividad interna o externa, es, o debe ser, una forma de concebir la funci¨®n social de las empresas en la nueva sociedad. ?Funci¨®n social de las empresas? S¨ª. Sabemos que la empresa es el motor de la actividad econ¨®mica, que sus objetivos son los beneficios y la rentabilidad en la producci¨®n de bienes y servicios que demanda el mercado, pero el prop¨®sito de la actividad econ¨®mica es acrecentar el bienestar de las personas, y las empresas que sirven a este fin son m¨¢s dignas de estima y legitimaci¨®n social. La empresa no es una isla, por lo que le costar¨¢ alcanzar sus objetivos si se abstrae de su entorno humano, si olvida que sus decisiones afectan a la comunidad en la que opera, si desprecia sus impactos sociolaborales y medioambientales, si act¨²a en m¨²ltiples lugares del mundo sin un suelo m¨ªnimo de dignidad laboral y respeto a los derechos humanos. De todo ello se deriva que la empresa debe integrar en su estrategia el resultado de sus m¨²ltiples di¨¢logos con sus grupos de inter¨¦s, y como consecuencia de ello asumir¨¢ una funci¨®n social inherente a su ser y estar en el mundo. Sin esa visi¨®n, dif¨ªcilmente conseguir¨¢ que su negocio sea pr¨®spero.
2) La RSE no es un movimiento coyuntural. Hay poderosas razones que la impulsan y que surgen de las profundas transformaciones que est¨¢n teniendo lugar en las relaciones entre las empresas y la sociedad. Ciudadanos ya como accionistas, ya como consumidores, titulares de derechos sobre las empresas que dan lugar a una nueva "ciudadan¨ªa corporativa". Organizaciones c¨ªvicas que expresan valores y aspiraciones sociales en t¨¦rminos de demandas ciudadanas a las empresas. Administraciones p¨²blicas que establecen un nuevo marco de relaciones con las empresas. Medios de comunicaci¨®n que informan sobre las actividades internas y externas de las empresas, en un creciente desarrollo de la transparencia en la informaci¨®n econ¨®mica.
Todo ello en un contexto de cambios sociol¨®gicos e ideol¨®gicos sobre la legitimaci¨®n social del empresario y de revaluaci¨®n del papel de la empresa en la sociedad, que est¨¢n impulsando una nueva ¨¦tica de la empresa y una nueva exigencia de transparencia, que fundamenta nuevos compromisos con la sociedad.
3) Al igual que en los a?os ochenta, una nueva cultura de la calidad penetr¨® en los procesos productivos de todo el mundo, la RSE viene para quedarse, impulsada por estos cambios. Todas estas circunstancias se han acentuado como consecuencia del incremento del impacto real de las empresas sobre la sociedad, ya sea porque sus decisiones afectan a comunidades enteras, ya porque sus condiciones laborales configuran el h¨¢bitat sociolaboral, ya porque sus procesos productivos alteran gravemente el ecosistema. Las empresas son mucho m¨¢s poderosas frente al Estado y los sindicatos, en cuanto que, en ¨²ltima instancia, son quienes mueven y generan los flujos econ¨®micos; pero son tambi¨¦n mucho m¨¢s vulnerables ante los ciudadanos y la sociedad, precisamente porque ese poder les sit¨²a en el centro de sus intereses. Las empresas son m¨¢s determinantes de la sociedad resultante, y, por eso, muchos creemos que debemos hacerlas protagonistas de un modelo social justo, digno y sostenible.
Por eso les reclamamos que sean socialmente responsables. La RSE se configura as¨ª como el necesario antecedente de un nuevo contrato social, que concibe las empresas / instituciones con base en valores que crean valor. La empresa de finales del siglo XX y de principios del XXI, la empresa del futuro, debe jugar un rol diferente al que hasta ahora protagonizaba. Los ciudadanos demandan a las empresas y a sus gestores, que son parte de la propia sociedad, que, sin olvidar sus objetivos y deberes (crear riqueza y dar resultados, ofrecer empleo, ser eficientes, productivas e innovadoras) sean capaces de trabajar y prestar servicios en un escenario m¨¢s humano y habitable.
4) Naturalmente, esta cultura de la empresa no viene obligada por la ley. La RSE la concebimos como una actitud voluntaria, basada en el cumplimiento de las normas e inspirada en la b¨²squeda de respuestas responsables a las demandas y a los problemas que plantean a la empresa sus grupos de inter¨¦s. No es posible regular la voluntariedad, pero aceptamos y recomendamos la intervenci¨®n p¨²blica en aquellos aspectos que favorezcan la expansi¨®n y el fomento de esta cultura y la transparencia y la competencia leal en sus pr¨¢cticas.
5) No hay una ¨²nica manera de concebir y aplicar la RSE a las empresas. Hay enormes diferencias entre los sectores de actividad econ¨®mica, entre los pa¨ªses en los que las empresas desarrollan su actividad, en el tama?o de ¨¦stas y en los ritmos y urgencias de cada una de ellas. Admitimos la conveniencia de homologar los sistemas de reporte y verificaci¨®n de la RSE, pero consideramos fundamental insistir en la flexibilidad y en la individualizaci¨®n empresarial a la hora de poner en pr¨¢ctica pol¨ªticas de RSE. Cada empresa es un mundo, y s¨®lo a ella le corresponde el dise?o y la implementaci¨®n de las pol¨ªticas de RSE m¨¢s adecuadas.
6) Somos conscientes de que a corto plazo las pol¨ªticas de RSE pueden implicar incrementos de costes. Pero estamos convencidos de que s¨®lo desarrollando pr¨¢cticas hacia la excelencia en todos los planos, las empresas podr¨¢n seguir siendo l¨ªderes en el mundo o aspirar a serlo. Queremos que nuestras empresas sean respetadas, estimadas, bien consideradas. Que se constituyan en referentes de Espa?a en todo el mundo. Queremos competir con calidad y con responsabilidad social. Queremos contribuir con nuestras empresas a hacer las exigencias de un modelo de desarrollo sostenible y a dignificar el trabajo y el empleo del futuro. Por ello, m¨¢s que de incremento de costes podemos hablar de inversi¨®n en un sistema de gesti¨®n m¨¢s innovador.
7) Nos preocupa la creciente confusi¨®n entre RSE y acci¨®n social de las empresas. El marketing social no es responsabilidad social, y algunos quieren quedarse s¨®lo en eso, y aunque hay extraordinarias, y cada vez mejores, iniciativas de acci¨®n social, la RSE es mucho m¨¢s que acciones sociales puntuales. Porque queremos que la competencia en materia de RSE sea leal y no se manipule este valor defendemos una cultura integral de la RSE, basada en el di¨¢logo con los colectivos y grupos de inter¨¦s de la empresa y realizada paulatina pero seriamente. De manera flexible pero integral a todos los planos de la actividad empresarial.
8) En el mismo sentido queremos destacar la importancia de la calidad en el empleo como una base ineludible de una pol¨ªtica integral de RSE. El trabajo no es como cualquier otro factor de producci¨®n. No es un insumo de costes, no es una mercanc¨ªa. Por el contrario, el mercado de trabajo es una instituci¨®n social, es decir, un marco de normas sociales que dignifican el empleo. La devaluaci¨®n constante y creciente de las condiciones laborales en la globalizaci¨®n productiva nos obligan a destacar el plano de las relaciones laborales en cualquier aproximaci¨®n a una pol¨ªtica integral de RSE. No hay RSE sin cumplimiento de la ley y sin trabajo decente. Desde 1999, la OIT reitera que la finalidad primordial del empleo en el mundo es "promover oportunidades para que los hombres y las mujeres puedan conseguir un trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana".
Por todo ello nos proponemos:
- Expresarnos colectivamente para hacer m¨¢s fuerte nuestra voz, m¨¢s plural nuestra visi¨®n, m¨¢s representativas y por tanto m¨¢s importantes nuestras propuestas. Queremos promover esta reflexi¨®n y animar esta reconversi¨®n cultural de las empresas en Espa?a y en todo el mundo.
- Proponer iniciativas a la comunidad empresarial, universitaria, a las instituciones, a las organizaciones sociales y c¨ªvicas en general, que se relacionan con este tema. Queremos ofrecer nuestras propuestas, nuestras alternativas y, modestamente, nuestras soluciones a los innumerables problemas que conlleva esta cultura empresarial y que son objeto de debate actualmente en todos los pa¨ªses europeos.
- Nos proponemos contribuir al debate p¨²blico ofreciendo visiones cr¨ªticas que enriquezcan y mejoren las pr¨¢cticas y las iniciativas que se producen en esta materia.
Porque sabemos que son muchos los obst¨¢culos y las dificultades que implica una pol¨ªtica integral de RSE. Ya sea porque hacen falta muchos a?os para difundir estas ideas y plasmarlas en pr¨¢cticas generales. Ya sea porque, objetivamente, la traslaci¨®n de la RSE a las pymes es laboriosa y compleja. Ya sea por la inexistencia de par¨¢metros internacionales homologados para evaluar los comportamientos empresariales responsables. Ya sea porque no hay todav¨ªa una sociedad informada suficientemente para ejercer sus exigencias de responsabilidad social a las empresas, en sus opiniones, en su consumo, en el ahorro y orientaci¨®n ¨¦tica de sus inversiones. Por ¨¦stas y otras razones sabemos que la RSE debe ser difundida, explicada, razonada, fomentada.
Por todo esto firmamos este manifiesto y nos comprometemos a seguir hablando, escribiendo y trabajando a favor de la responsabilidad social de las empresas.
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