Mantener la posici¨®n
Afirma el autor que Europa debe liderar en la reuni¨®n de Bali sobre el cambio clim¨¢tico la lucha por la reducci¨®n de las emisiones.
La Uni¨®n Europea tiene una misi¨®n hist¨®rica que cumplir ante el problema de la alteraci¨®n del clima debido a la interferencia humana. Sir David King, principal asesor cient¨ªfico del Gobierno brit¨¢nico, lo ha calificado como una amenaza global m¨¢s grave que el terrorismo. Tenemos ante nosotros un extraordinario reto que requiere movilizar nuestros mejores recursos de inteligencia, generosidad, fortaleza, creatividad y solidaridad. Y la Uni¨®n Europea ha de mantener con firmeza su liderazgo ante este reto crucial.
Una de las virtudes que tiene el informe Stern sobre la econom¨ªa del cambio clim¨¢tico es que ha analizado y cuantificado mejor que anteriores estudios el hecho de que las tendencias actuales de emisiones probablemente lleven en pocas d¨¦cadas a atravesar umbrales cr¨ªticos en el sistema del clima. Traspasar esos umbrales puede implicar din¨¢micas irreversibles que afecten muy negativamente a nuestra especie y a la biodiversidad. Debidamente evaluados esos costes, y ponderando con criterios de equidad el hecho de que los impactos van a ser especialmente severos en los pa¨ªses menos desarrollados, Stern llega a la conclusi¨®n de que, si no se reconduce, el impacto econ¨®mico del cambio clim¨¢tico puede ser equivalente al que supusieron las dos guerras mundiales o la gran depresi¨®n de 1929. Una p¨¦rdida anual de producto interior bruto (PIB) mundial de hasta el 20%.
El cambio clim¨¢tico es un problema de seguridad global que requiere una movilizaci¨®n internacional
Ante esa situaci¨®n, es esencial que los l¨ªderes europeos compartan una visi¨®n surgida de un firme compromiso ¨¦tico con la preservaci¨®n de la vida sobre nuestro planeta y de solidaridad con los desfavorecidos de la Tierra. Y desde ella, nuestros gobernantes han de enviar un mensaje n¨ªtido a la comunidad internacional en la pr¨®xima reuni¨®n en Bali (Indonesia): el cambio clim¨¢tico es un problema de seguridad global que requiere una movilizaci¨®n internacional, un esfuerzo conjunto, equitativo y a largo plazo.
La Uni¨® Europea E ha mantenido el liderazgo internacional ante el cambio clim¨¢tico desde la Cumbre de la Tierra de R¨ªo de Janeiro en el a?o 1992. Especialmente relevante ha sido su papel para sacar adelante el acuerdo de Kioto y situar, en a?os recientes, el tema al m¨¢s alto nivel en la agenda pol¨ªtica mundial. Justo es reconocer que Gran Breta?a y Alemania han sido los dos pa¨ªses decisivos en ese liderazgo. Hay que a?adir, no obstante, que la visi¨®n y firmeza estrat¨¦gica que la Uni¨®n ha desplegado se hubiese visto fortalecida si los resultados concretos de reducci¨®n de emisiones que se han presentado hasta el d¨ªa de hoy hubiesen sido mejores.
Seg¨²n el ¨²ltimo informe oficial disponible, con datos de 2004, la reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero de los Estados miembros comprometidos bajo el protocolo de Kioto (UE-15) ha sido del 0,9% respecto al a?o de referencia, 1990. Eso significa que va a ser dif¨ªcil lograr el objetivo de -8% en el per¨ªodo 2008-2012. De hecho, las emisiones en 2004 de la UE-15 fueron las m¨¢s elevadas desde 1997, a?o en que se firm¨® el mencionado acuerdo. Los Estados miembros que menos hab¨ªan contribuido a disminuir las emisiones eran Austria, B¨¦lgica, Dinamarca, Irlanda, Italia, Portugal y Espa?a.
Espa?a, quinto emisor en cifras absolutas de la Uni¨®n Europea con un 9% del total, presentaba en 2004 un resultado sonrojante, con un incremento del 48% de sus emisiones respecto al a?o base, expresi¨®n de la desidia ante el cambio clim¨¢tico por parte de los sucesivos gobiernos del Partido Popular. El Ministerio de Medio Ambiente de Cristina Narbona ha tratado de reconducir la situaci¨®n durantes estos tres a?os, pero los resultados alcanzados a d¨ªa de hoy son escasos, reflejo del poco peso que han tenido las consideraciones ambientales en el modelo de desarrollo econ¨®mico que ha prevalecido estos a?os. En consecuencia, nuesto pa¨ªs carece en la actualidad de credenciales en la escena internacional para aparecer como un pa¨ªs de referencia en los temas que afectan al cambio clim¨¢tico.
Entre los d¨ªas 3 y 14 de diciembre va a reunirse en Nusa Dua (Bali) la conferencia de las partes de la Convenci¨®n de las Naciones Unidas para el cambio clim¨¢tico, a la que se espera asistan representantes de 180 pa¨ªses. Es una reuni¨®n muy importante, puesto que la intenci¨®n es que queden delineados los acuerdos internacionales para el per¨ªodo posterior a 2012. Desde la perspectiva de la Uni¨®n Europea es fundamental que se mantenga como referencia central el objetivo de no sobrepasar en 2 C? el incremento en la temperatura media de la atm¨®sfera, ya que a partir de ese umbral los efectos de retroalimentaci¨®n positiva pueden comenzar a acelerarse.
Lo anterior requiere defender un l¨ªmite m¨¢ximo de concentraci¨®n en la atm¨®sfera de 450 partes por mill¨®n (ppm) de CO2 equivalente. Para ello ser¨¢ necesario que a mediados del siglo XXI se hayan reducido las emisiones totales de la humanidad a la mitad, lo que s¨®lo ser¨¢ posible si los pa¨ªses ricos llevan a cabo una reducci¨®n del 70%-80% de las suyas.
Esos son los objetivos cruciales en el cuadro de mando. Subir a bordo a la Administraci¨®n norteamericana post-Bush, as¨ª como a las grandes econom¨ªas emergentes de India, Brasil, China, M¨¦xico, Indonesia, Sud¨¢frica, son dos elementos cr¨ªticos en la estrategia. Un tercer elemento ser¨¢ implicar de manera mucho m¨¢s directa a la iniciativa privada.
Se calcula que entre los a?os 2000 y 2030 la inversi¨®n en la generaci¨®n de energ¨ªa a nivel mundial se va triplicar y el 86% de esa inversi¨®n va a ser privada. El que se invierta en e¨®lica, solar biomasa, hidr¨¢ulica en lugar de carb¨®n o petr¨®leo va a determinar en muy buena medida las emisiones de las pr¨®ximas d¨¦cadas. La inversi¨®n privada ha de percibir con nitidez el compromiso de la comunidad internacional de avanzar hacia una econom¨ªa baja en carbono.
La Uni¨®n Europea integra a 500 millones de personas. Es la primera potencia comercial del mundo. Su capacidad cient¨ªfica, tecnol¨®gica, investigadora, innovadora y financiera es muy poderosa. Ante la reuni¨®n de Bali, la Uni¨®n Europea ha de continuar emitiendo una se?al de firmeza estrat¨¦gica, claridad en los objetivos y flexibilidad en los instrumentos que contribuya a crear consensos y avanzar de manera eficaz e igualitaria en la lucha por la mitigaci¨®n de las emisiones. Ante la importante reuni¨®n de diciembre en Bali, la Uni¨®n Europea ha de mantener la posici¨®n.
Antxon Olabe es economista ambiental y analista de Naider.
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