Un terrorista vestido con un 'burka' mata a 15 personas en Pakist¨¢n

Un terrorista suicida vestido con un burka hizo explotar ayer la carga que llevaba escondida en un control policial en la localidad de Bannu (noroeste de Pakist¨¢n), causando la muerte de 15 personas y heridas a otras 31. Entre los fallecidos hay tres maestras que esperaban el autob¨²s y cuatro agentes. No estaba claro si el atacante, que llevaba la carga en un rickshaw (moto-taxi de dos o tres ruedas), era hombre o mujer, oculto bajo el vestido tradicional que cubre a las mujeres de la cabeza a los pies.

Desde el sangriento asalto a la Mezquita Roja de Islamabad, en julio, en el que murieron numerosos radicales, los islamistas han centrado sus ataques en las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona tribal de Pakist¨¢n. Bannu est¨¢ en el borde de la regi¨®n tribal de Wazirist¨¢n del Norte, basti¨®n de los radicales asociados a Al Qaeda.

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"El terrorista era un hombre", asegur¨® un alto cargo de la polic¨ªa local, que cont¨® que varios agentes lo siguieron cuando sali¨® de un hospital porque "su forma de caminar les llam¨® la atenci¨®n". "No andaba como una mujer". Sin embargo, el jefe de polic¨ªa de Bannu Ameer Hamza Mahsud dijo que las investigaciones hab¨ªan confirmado que el atacante era una mujer, y a?adi¨® que ten¨ªan informaci¨®n de inteligencia previa que alertaba de la posibilidad de atentados por suicidas femeninas.

El incremento de la violencia islamista coincide con la cercan¨ªa de la elecci¨®n presidencial. Pervez Musharraf aspira a conseguir el 6 de octubre otro mandato al frente del pa¨ªs. Muchos paquistan¨ªes est¨¢n descontentos con ¨¦l por su apoyo a la guerra contra el terrorismo liderada por EE UU tras los atentados del 11-S.

Por otra parte, el Gobierno paquistan¨ª suspendi¨® ayer a los dos jefes de polic¨ªa de Islamabad, despu¨¦s de la violenta represi¨®n, el s¨¢bado, de una manifestaci¨®n de abogados que protestaban por la decisi¨®n del Tribunal Supremo de permitir a Musharraf presentarse a la elecci¨®n sin renunciar antes a su puesto de jefe del Ej¨¦rcito. Decenas de letrados, algunos periodistas y un ministro resultaron heridos.