Las universidades catalanas afrontan la jubilaci¨®n de casi 3.000 trabajadores hasta el 2030
A los rectores les preocupa el personal administrativo, ya que se marcha uno de cada cuatro empleados y se busca especializar y tecnificar el cuerpo
Una de las carpetas m¨¢s complicada que los rectores de las universidades tienen sobre la mesa es c¨®mo sustituir todo el personal que se jubilar¨¢ en los pr¨®ximos a?os. El problema no es menor: hasta 2030 se retirar¨¢n unos 1.200 profesores y unos 1.600 trabajadores de administraci¨®n y servicios, lo que supone hasta el 20% de la plantilla. Las cifras se agravan a una d¨¦cada vista, cuando el porcentaje se dispara al 35%. Los rectores consideran que los nuevos planes de creaci¨®n de plazas ayudan, pero son demasiadas en poco tiempo, mientras los sindicatos lamentan que se pierdan plazas de funcionario y se sustituyan con personal laborales.
El envejecimiento de las plantillas es un fen¨®meno que afecta, en mayor o menor medida a todas las universidades. La Fundaci¨®n CyD, en su Anuario 2024, ya alert¨® de que en la pr¨®xima d¨¦cada se jubilar¨¢n en Espa?a casi 25.000 profesores, lo que supone el 18%. Las cifras en Catalu?a muestran la misma pauta. En detalle, de ahora hasta 2030, se retirar¨¢n unos 1.200 profesores permanentes (no se incluyen los asociados), lo que supone el 14%. Aqu¨ª se contabilizan los que se dan de baja forzosa al cumplir los 70 a?os, ya que pueden solicitarlo voluntariamente antes, de manera que el porcentaje crecer¨ªa. La afectaci¨®n es diferente seg¨²n el campus: la menos damnificada es la Pompeu Fabra (6%), y en el lado opuesto est¨¢ la UPC (19%) o la de Lleida (16%).
Si se tuvieran en cuenta los asociados, las cifras se podr¨ªan doblar, como en el caso de la Rovira i Virgili, uno de los campus con m¨¢s docentes temporales de este tipo. Pero en este caso, la v¨ªa de contrataci¨®n es m¨¢s ¨¢gil y difiere de los procesos m¨¢s funcionariales, como en el resto de categor¨ªas, en que es el Gobierno central el que debe autorizar la creaci¨®n de plazas.
Pero si se abre el foco, a una d¨¦cada vista los datos empeoran y el porcentaje se dispara hasta el 30-35%. Dos ejemplos: la Universidad Aut¨®noma de Barcelona ver¨¢ jubilarse hasta 2030 a 300 profesorados, pero en 10 a?os la cifra se multiplica por 2,5 hasta los 724. En la Rovira y Virgili casi se triplica, pasando de los 60 docentes a 180, respectivamente.
Para los rectores, el elevado ¨ªndice de jubilaci¨®n es un tema que les ¡°ocupa y preocupa¡±. En cuanto al profesorado, creen que el problema se ha empezado a encarrilar con el plan de choque iniciado por el Govern hace dos a?os para crear en tres a?os 820 plazas, la mayor¨ªa de lector (personal laboral temporal). O como el reciente programa Mar¨ªa Goyri, que permitir¨¢ a las universidades incorporar 1.168 docentes en los pr¨®ximos cuatro a?os. Con todo, los rectores expresan ciertas reticencias, ya que esta acumulaci¨®n de iniciativas, les ¡°obliga a digerir centenares de contrataciones en muy poco tiempo¡±, tercia Joan Gu¨¤rdia, rector de la UB. ¡°Si has generado un problema durante 10 a?os no es una idea pensar que lo puedes resolver en un a?o. Las universidades no somos la cosa m¨¢s flexible y no podemos incorporar tanta gente y tan deprisa¡±, a?ade Daniel Crespo, rector de la UPC. ¡°Los programas te permiten generar plazas; otra cosa es la capacidad que tenemos para atraer a estas personas¡±, concluye Josep Pallar¨¨s, rector de la Rovira i Virgili.
Para el responsable del campus de Girona, Quim Salvi, otro problema es que estos programas ¡°est¨¢n pensados para incorporar profesor lector, que son los que est¨¢n al inicio de la carrera acad¨¦mica. La entrada de profesores e investigadores experimentados no est¨¢ contemplada¡±. Salvi admite tambi¨¦n que no todas las universidades juegan en las mismas condiciones y que a las alejadas de Barcelona les puede resultar m¨¢s dif¨ªcil atraer unos perfiles determinados. ¡°Las universidades territoriales tenemos que aportar una energ¨ªa extra para vencer la gravedad que supone tener Barcelona tan cerca. El talento por inercia natural tiene tendencia a concentrarse¡±, apunta al rector, quien pide convocatorias de plazas exclusivas para estos campus territoriales.
En una l¨ªnea parecida se expresa el rector del campus de Lleida, Jaume Puy. ¡°Las infraestructuras de investigaci¨®n est¨¢n desigualmente distribuidas. La mayor¨ªa se encuentran en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Un investigador busca un entorno humano y material que favorezca la obtenci¨®n de resultados, as¨ª que s¨ª resulta dif¨ªcil captar seg¨²n qu¨¦ tipo de talento¡±. Puy tambi¨¦n solicita que la entrada de los nuevos docentes se solape con los salientes para ¡°no perder el conocimiento y la experiencia, y todo lo que se han logrado durante una vida de dedicaci¨®n a la universidad¡±.
Desde el sindicato CGT, la creaci¨®n de plazas de lector de estos programas es, por un lado, positiva porque permite renovar la plantilla y consolidar el personal con a?os de contratos precarios. Pero tambi¨¦n alertan de riesgos. ¡°El peligro es c¨®mo se est¨¢ captando el talento: ?queremos recuperar el talento de aqu¨ª que se tuvo que marchar hace unos a?os o apostamos por extranjeros y fomentamos los expat?¡±, apunta Ermengol Gassiot, delegado sindical en la UAB. Gassiot tambi¨¦n lamenta que las plazas de funcionarios que se jubilar¨¢n se est¨¢n sustituyendo con contratos laborales.
Marc Maci¨¤, presidente del comit¨¦ de empresa del PDI laboral en Lleida (UGT), cree que el problema es a medio plazo: ver c¨®mo se cubrir¨¢n las bajas previstas en 10 a?os. ¡°Ser¨ªa necesario llegar al 1% de inversi¨®n del PIB, tal y como marca la LOSU, pero eso sin presupuestos no ser¨¢ posible y volveremos a entrar en el agujero negro de los contratos precarios¡±.
El reto de especializar los administrativos
M¨¢s preocupaci¨®n genera el personal administrativo: en seis a?os se retirar¨¢n unos 1.600 trabajadores (el 20%), pero el porcentaje se elevar¨¢ al 35% en una d¨¦cada. En este caso, el campus que menos afectado se ver¨¢ ser¨¢ la Pompeu Fabra (12% de plantilla), pero volver¨¢ a sufrir m¨¢s la UPC y la UAB (22%). No obstante, en este caso, el quebradero de cabeza no est¨¢ en buscar sustitutos, sino en qu¨¦ tipo de personal de reposici¨®n.
¡°Ya no vale solo renovar este personal, tenemos que modernizar sus funciones, tecnificarlo. Ya no necesitamos gente que escriba a m¨¢quina y haga actas, sino gente que gestione proyectos de 100 millones de euros o que vaya a captar talento¡±, apunta Javier Lafuente, rector de la UAB. Coincidiendo esta ampliaci¨®n de funciones, el personal conocido hasta ahora como PAS se rebautizado como PTGAS (personal t¨¦cnico, de gesti¨®n, administrativo y de servicios).
Caterina Tic¨®, presidenta del comit¨¦ de empresa del PTGAS de la Universidad de Lleida, apunta que esta especializaci¨®n es positiva, pero para las universidades tambi¨¦n tiene el h¨¢ndicap que es un personal menos vers¨¢til, mientras que los funcionarios con perfil m¨¢s general ¡°se pueden mover de un puesto a otro, seg¨²n como quieran las universidades¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.