Fin de semana tr¨¢gico
Las noticias que llegan desde las carreteras espa?olas son poco tranquilizadoras. Durante el fin de semana pasado han muerto 32 personas en accidentes de tr¨¢fico, 14 m¨¢s que en el mismo fin de semana de 2006. Es de nuevo la confirmaci¨®n de que la siniestralidad de tr¨¢fico se resiste a bajar de forma continuada despu¨¦s de la aplicaci¨®n del carn¨¦ por puntos, aunque estad¨ªsticamente se comprueba que en lo que va de a?o se han registrado 500 fallecimientos menos en las carreteras que el a?o pasado. Pero se da la circunstancia de que en dos terribles siniestros ocurridos el s¨¢bado en la localidad lucense de Sarria y en la onubense de Valverde del Camino murieron cuatro j¨®venes de entre 15 y 17 a?os. Ninguno llevaba el cintur¨®n de seguridad puesto, y el conductor del veh¨ªculo estrellado en Sarria presentaba una tasa de alcohol en sangre muy superior a la permitida.
Las muertes del pasado s¨¢bado dibujan el perfil cada vez m¨¢s claro de accidentes que se producen los fines de semana, en los que se ven involucrados j¨®venes que practican el botell¨®n y se desplazan en trayectos relativamente cortos entre zonas de copas. Los ingredientes letales son la euforia del fin de semana, inexperiencia al volante, alcohol y exceso de velocidad. Por razones que la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico deber¨ªa analizar, entre estos grupos de j¨®venes no han calado los mensajes contundentes de que el cintur¨®n de seguridad es obligatorio porque salva vidas y que el consumo de bebidas alcoh¨®licas dispara la probabilidad de sufrir un accidente mortal. La capacidad persuasiva y concienciadora de las campa?as institucionales parece que ha tocado techo. Es momento de reclamar actuaciones espec¨ªficas para combatir el dantesco goteo de muertes durante los fines de semana.
Las autoridades locales deber¨ªan implicarse m¨¢s en el control del tr¨¢fico en las zonas de riesgo durante los viernes, s¨¢bados y domingos. En teor¨ªa, no debe ser dif¨ªcil identificar esas zonas en cada localidad y organizar controles de velocidad, cintur¨®n y alcohol. Pero, de nuevo, las soluciones conocidas para un grave problema social no pueden aplicarse por falta de recursos. En la pr¨¢ctica, faltan agentes en las carreteras, radares que detecten inmediatamente las infracciones de circulaci¨®n y tramitaciones r¨¢pidas de las sanciones. Por desgracia, tambi¨¦n faltan instrumentos legales que permitan a la Guardia Civil o a la Polic¨ªa Local detener inmediatamente a esos homicidas potenciales al volante que son los conductores bebidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.