De la profundizaci¨®n social y el Apocalipsis
En los pr¨®ximos meses, la VIII Legislatura de Cortes Generales se ir¨¢ acercando a su fin. Atravesamos este tiempo con la dulce sensaci¨®n de que por fin parece que se ha conseguido imponer, en la agenda p¨²blica, un cierto debate sobre pol¨ªticas sociales. Aunque sea al final, bienvenido sea.
El miedo que el Partido Popular ha tenido siempre al debate de los asuntos sociales, unido a sus necesidades electorales, inclin¨® su estrategia pol¨ªtica hacia otras coordenadas: intentar construir una realidad propia en el relato de los atentados del 11 de marzo de 2004 con la que lavar su conciencia por sus mentiras de Estado, mantener prietas las filas de su electorado sobre la permanente anunciaci¨®n del Apocalipsis de la patria y tratar de tapar a toda costa la psada gesti¨®n del Gobierno central.
El miedo que el PP ha tenido siempre al debate de los asuntos sociales inclin¨® su estrategia hacia otras coordenadas
La derecha ha sustituido las labores de oposici¨®n por las labores de agitaci¨®n patri¨®tica
El rechazo a la dial¨¦ctica sobre la agenda principal del Gobierno socialista ha sido una constante con la que han pretendido evitar una mayor visualizaci¨®n de las prioridades de Zapatero, esto es, crecimiento econ¨®mico, creaci¨®n de empleo, ampliaci¨®n del estado de bienestar y profundizaci¨®n en materia de libertades c¨ªvicas. Aunque esto ¨²ltimo no han podido evitarlo -el PP ya nos ha manifestado que el matrimonio es ¨¢mbito de la Iglesia y no del C¨®digo Civil y que educaci¨®n para la ciudadan¨ªa es Lucifer hecho asignatura- pero en todo lo dem¨¢s, la pr¨¢ctica pol¨ªtica del Partido Popular ha rechazado, de forma permanente, cualquier discusi¨®n de estos temas sobre la m¨¢xima de no dar m¨¢s espacio visual a la gesti¨®n del Gobierno.
Los cap¨ªtulos de oposici¨®n por parte de la derecha han sido principalmente tres a lo largo de todo el periodo; atentado del 11-M -hubo conspiraci¨®n, el PSOE lo sabe y miente-, la patria -Espa?a se rompe- y ETA -Zapatero traiciona a los muertos-.
Sin embargo, la agenda de reformas iniciada hace cuatro a?os tiene una importancia considerable para la sociedad en su conjunto. Son muchos los sectores sociales que han sido sujetos de pol¨ªticas desarrolladas por el Gobierno y las mejoras son cuantificables y se pueden observar bien en el impacto que han tenido en la sociedad en su conjunto.
Por ejemplo, la reforma laboral de julio de 2006 que ha servido para la conversi¨®n de cientos de miles de contratos temporales en indefinidos y que ha dotado de mayor estabilidad a muchas familias.
Sobre esto, el Partido Popular no dedic¨® ni un minuto de intervenci¨®n institucional o p¨²blica. Nada dijo y nada aport¨®.
Tampoco lo hizo con la aprobaci¨®n del nuevo Estatuto del Trabajador Aut¨®nomo, que sirvi¨® para reconocer los derechos laborales reivindicados hist¨®ricamente por este colectivo. En Euskadi, por ejemplo, 180.000 personas se han visto positivamente afectadas por esta reforma.
Ning¨²n debate ha propuesto tampoco la derecha sobre los incrementos del Salario M¨ªnimo Interprofesional o sobre los incrementos de las pensiones m¨ªnimas que se han producido en esta Legislatura. Sobre los esfuerzos realizados por la administraci¨®n central y orientados al mantenimiento o mejora del poder adquisitivo de sectores importantes de la poblaci¨®n, nada sabemos de la posici¨®n de la derecha.
Y as¨ª, habr¨ªa muchos m¨¢s ejemplos, estudiantes, con los notables incrementos de partidas destinadas a becas para j¨®venes con rentas bajas, inversiones en infraestructuras y modernizaci¨®n, recursos destinados a la Ley de dependencia o al d¨¦ficit de la sanidad p¨²blica en toda Espa?a.
Con todo, han pasado ya cuatro a?os y son muchas las dudas que nos quedan de la posici¨®n del Partido Popular en infinidad de temas. S¨®lo ahora, a escasos meses de unas nuevas Elecciones Generales, es cuando empezamos a vislumbrar, siquiera un poco, una posici¨®n cr¨ªtica, m¨¢s o menos definida en la derecha, sobre las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno en el ¨¢mbito del fomento de la natalidad o de la ayuda al alquiler. Ya era hora.
La sensaci¨®n que queda es que la pol¨ªtica denunciada por la derecha ha estado situada a una inusual distancia de la acci¨®n de Gobierno. Desde la ¨®ptica de la pol¨ªtica econ¨®mica, laboral y de transformaci¨®n social, eje central de la Legislatura, la imposibilidad de encontrar al Partido Popular en un debate serio ha sido una constante durante cuatro a?os.
El proceso de sustituci¨®n de las labores de oposici¨®n por las labores de agitaci¨®n patri¨®tica ha impedido una mejor alimentaci¨®n de un periodo de transformaci¨®n importante para el desarrollo del modelo de bienestar y para la vida cotidiana de muchos ciudadanos en nuestro pa¨ªs.
Y ahora, s¨®lo ahora es cuando se puede escuchar al Partido Popular siquiera una m¨ªnima aportaci¨®n al debate suscitado por las ¨²ltimas medidas aprobadas por el Gobierno.
Quiz¨¢ ahora que ya est¨¢n tranquilos porque ETA anunci¨® la ruptura del alto el fuego, ahora que ya no tienen recursos con los que prolongar m¨¢s las barbaridades que hicieron y dijeron sobre el 11-M y que es evidente que Espa?a no est¨¢ rota, es cuando no tengan m¨¢s opci¨®n que debatir sobre las ¨²ltimas medidas sociales aprobadas por el Gobierno en materia de ayudas a la natalidad o al alquiler de vivienda. Tras el rid¨ªculo anuncio del Apocalipsis, tras cuatro a?os sin aportar nada, bienvenidos sean porque les est¨¢bamos esperando.
Eduardo Madina es diputado del Partido Socialista de Euskadi en el Congreso de los Diputados.
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