Al Oerter, cu¨¢druple campe¨®n ol¨ªmpico de disco
El lanzador estadounidense ha sido el ¨²nico en batir los r¨¦cords con cada medalla de oro
Alfred Oerter, nacido en Astoria (Nueva York), gan¨® cuatro medallas de oro consecutivas en los Juegos Ol¨ªmpicos de los a?os 1956, 1960, 1964 y 1968. Con la muerte de Oerter -el pasado lunes a los 71 a?os aquejado de hipertensi¨®n y problemas cardiacos-, el mejor disc¨®bolo de la historia, "el atletismo ha perdido a uno de sus mayores h¨¦roes", seg¨²n el presidente de la IAAF, Lamine Diack, que le defini¨® como "un coloso".
El mismo coraz¨®n que le permiti¨® ser el m¨¢s grande en los momentos oportunos y en los sitios adecuados le fall¨® el lunes. En un hospital cercano a su casa en Fort Myers Beach, en la costa oeste de Florida, con vistas al golfo de M¨¦xico, falleci¨® a los 71 a?os Alfred Oerter, Al, para todos los que se han asombrado con las haza?as del atletismo, el deporte rey ol¨ªmpico, y con las gestas m¨¢s importantes del deporte de todos los tiempos. El cu¨¢druple campe¨®n ol¨ªmpico de lanzamiento de disco en ediciones consecutivas y con r¨¦cords en cada ocasi¨®n, un caso ¨²nico, sufr¨ªa una insuficiencia cardiaca tras haber luchado contra la hipertensi¨®n arterial desde muy joven. Ya era un gigante ca¨ªdo desde los 115 kilos que pesaba y los 1,92 metros que med¨ªa en su mejor forma. La que le llev¨® a ser el segundo deportista de la historia ol¨ªmpica, y primero en el atletismo, en ganar cuatro medallas de oro consecutivas en la misma prueba. S¨®lo ¨¦l y dos m¨¢s tienen ese r¨¦cord, aunque otros hayan ganado m¨¢s medallas y en m¨¢s Juegos Ol¨ªmpicos. Pero s¨®lo hay una pareja como ¨¦l. El regatista dan¨¦s Paul Elvstroem le precedi¨® con sus triunfos en la clase finn, la ¨²nica individual de vela, en Londres 48, Helsinki 52, Melbourne 56 (donde Al empez¨® a ganar), y Roma 60. Y el tambi¨¦n atleta Carl Lewis le igual¨® con sus cuatro victorias en salto de longitud (no pudo en la velocidad) en Los ?ngeles 84, Se¨²l 88, Barcelona 92 y Atlanta 96. Pero Lewis no bati¨® los r¨¦cords ol¨ªmpicos en cada ocasi¨®n como Oerter, que sigue as¨ª siendo excepcional.
Los deportistas pasan a la historia por sus logros, pero tambi¨¦n por la casualidad. Al Oerter gan¨® su primer oro ol¨ªmpico en Melbourne 56 al ser repescado por la lesi¨®n de Ron Drummond. El joven Al, a sus 20 a?os, promet¨ªa, pero s¨®lo hab¨ªa sido cuarto en las pruebas de selecci¨®n, fuera de los tres inscritos. Y pese a que su compatriota Fortune Gordien era el gran favorito, le derrot¨® por metro y medio. Empezaba la leyenda. No era el favorito, pero ganaba. Era muy r¨¢pido en los giros y con su t¨¦cnica lleg¨® a batir cuatro veces el r¨¦cord del mundo, y fue el primero, en 1962, en pasar de los 60 metros, uno de los l¨ªmites m¨¢gicos del lanzamiento de disco. Pero llegaba casi siempre con peores marcas que otros rivales, los plusmarquistas mundiales del momento, a las grandes competiciones. Y venc¨ªa. En Roma 60, tras recuperarse de un grave accidente de coche en 1957, se impuso a Rink Babka por otro metro y medio. En Tokio 64 fue a¨²n m¨¢s ¨¦pico. Con un collar¨ªn por problemas cervicales, se lo quit¨® en el quinto intento para superar al checo Ludvik Danek, por medio metro. Y en M¨¦xico 68 repiti¨® la maravilla con casi dos sobre el alem¨¢n oriental Milde y Danek, otra vez. Pas¨® casi inadvertido entre tantas proezas de aquellos Juegos Ol¨ªmpicos memorables, las de Beamon, Fosbury, Smith, Evans... pero lo logr¨®.
Se retir¨® discretamente y se dedic¨® a la pintura. Intent¨® volver para ganar los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨² 80. Ten¨ªa 43 a?os. Fue cuarto de nuevo en la selecci¨®n, pero aunque se hubiera repetido la repesca de carambola de 1956 el boicot de Estados Unidos a Rusia por su invasi¨®n de Afganist¨¢n acab¨® con todo. Ya hab¨ªa hecho bastante. Al dar la noticia de su muerte, su mujer, Cathy, lo defini¨® el lunes: "Fue un gigante dulce. Y tan grande como su vida".
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