Las piezas m¨¢s ¨ªntimas de un escultor de metal

"Observo que los artistas j¨®venes s¨®lo quieren ser ¨²nicos, ser los primeros, pero al final lo que hacen es repetir", comenta Andreu Alfaro, mientras camina entre las 91 esculturas que componen la exposici¨®n inaugurada ayer en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). A sus 78 a?os, no ten¨ªa muchas ganas de meterse en el jaleo que supone montar una gran muestra. Hace unos a?os sufri¨® un baj¨®n de salud. Ayer, sin embargo, se le ve¨ªa muy contento mirando algunas de las piezas m¨¢s ¨ªntimas y estimadas, que guardaba en su taller y ha llegado a reconstruir. Sus m¨¢s de dos mil obras le han procurado la consideraci¨®n de ser uno de los m¨¢s importantes escultores espa?oles de la segunda mitad del siglo XX. "Puedo tener buen aspecto, s¨ª, pero no es verdad. Estoy baldado. Mira de qu¨¦ me ha servido hacer tanto deporte...", dice medio en broma.

"Puedo tener buen aspecto, s¨ª, pero no es verdad. Estoy baldado"

El escultor valenciano practic¨® el submarinismo, la nataci¨®n y el baloncesto, trabaj¨® en un matadero, afil¨® los cuchillos de su padre carnicero; siempre admir¨® el trabajo artesano. Por sus manos ha pasado todo tipo material, como queda patente en la exposici¨®n, abierta hasta el 9 de diciembre. "Si hay una caracter¨ªstica en mi obra es ¨¦sa: que he utilizado de todo", dice quien, no obstante, se ha solido identificar con su obra p¨²blica de acero inoxidable que puebla numerosas calles espa?olas, europeas y americanas. "Demasiadas veces [Alfaro] es s¨®lo admirado por sus generatrices", se?al¨® ayer el comisario de la muestra, Vicente Jarque. Alud¨ªa a las grandes esculturas realizadas a partir de una sucesi¨®n de varillas met¨¢licas en funci¨®n de una ley matem¨¢tica. Alfaro "es un artista reconocido, pero poco conocido", a?adi¨® el comisario.

De la madera, el escultor destaca "su ductilidad y la facilidad para encontrarla", y reconoce su preferencia por la antigua, la procedente de derribos; del m¨¢rmol, "su sensualidad, por algo los griegos ya lo utilizaban"; del acero, "sus m¨²ltiples posibilidades, puedes hacer lo que quieras, y puede ser indestructible si lo tratas bien", y del pl¨¢stico, "su transparencia".

?Y qu¨¦ experimenta el artista cuando recorre una ciudad y de repente ve una obra suya que hab¨ªa olvidado en la calle? "Me gusta, claro, pero de inmediato me fijo si se conserva bien. Y la verdad es que la mayor¨ªa se conserva bastante bien. Procuro no pintarlas".

En la exposici¨®n hay un poco de todo. Piezas desde finales de la d¨¦cada de los cincuenta hasta la actualidad. "Ahora ya trabajo muy poco", apunta conforme se apoya, para ser fotografiado, en el pedestal de una elegante escultura que forma parte de su homenaje a Goethe, un escritor con una notable influencia sobre su trayectoria y vida. "No he sido siempre sincero, pero lo he intentado. Por eso siempre he sentido una enorme admiraci¨®n por Goethe, como hombre y como literato, porque era comedido, no se pasaba de la raya, pero siempre dec¨ªa lo que pensaba".

Tampoco Alfaro ha ocultado su opini¨®n, ni su compromiso pol¨ªtico y social, "de izquierdas", participando activamente en numerosos frentes c¨ªvicos en defensa de su lengua aut¨®ctona, de su cultura y de cualquier otra cuesti¨®n de su inter¨¦s. En ese sentido, ha seguido una trayectoria paralela a la de su amigo Antoni T¨¤pies. "El mundo es tan diferente al que quer¨ªamos... Pero este mundo que quer¨ªamos no es posible. Porque todo est¨¢ corrompido. Bueno, tampoco todo", apostilla.

Muy cr¨ªtico se muestra con "los arquitectos de fachadas". "Una cosa importante de la Bauhaus, de Gropius, era la importancia que le daban a la planta del edificio. Ahora s¨®lo hacen fachadas, como Calatrava, y no se preocupan por el interior, que es donde vive el hombre".

Al rescate del artista llega la directora del IVAM, Consuelo Ciscar. Ella explic¨® que la retrospectiva de Alfaro se gest¨® para celebrar el 18? aniversario del museo. No en vano, el escultor fue uno de los promotores art¨ªsticos de la creaci¨®n del IVAM, junto a Manolo Vald¨¦s.