Reino Unido retirar¨¢ mil soldados de Irak y entregar¨¢ Basora antes de Navidad
Los conservadores acusan al primer ministro, Gordon Brown, de oportunismo preelectoral
Los intentos del primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, por distanciarse de la manipulaci¨®n pol¨ªtico-medi¨¢tica practicada por su antecesor, Tony Blair, pueden saltar muy pronto por los aires. Ayer vol¨® hasta Bagdad para anunciar la repatriaci¨®n antes de Navidad de 1.000 de los 5.500 soldados brit¨¢nicos en Irak y la entrega del control de la provincia de Basora a los iraqu¨ªes. El anuncio fue calificado de c¨ªnico por los tories, y de oportunista por muchos comentaristas, porque Brown parece haber buscado, sobre todo, reventar el congreso que el Partido Conservador celebra estos d¨ªas en Blackpool.
El l¨ªder conservador, David Cameron, no tuvo m¨¢s remedio que felicitarse porque las tropas brit¨¢nicas puedan volver a casa, pero el responsable tory de Defensa, Liam Fox, acus¨® a Brown de estar "encantado de utilizar nuestras Fuerzas Armadas para hacerse una foto preelectoral". "Mucha gente va a ver en eso un acto de cinismo, que es lo que es", a?adi¨®. El ex primer ministro John Major inst¨® a Brown a decidir ya mismo si convoca elecciones y dejar de convertir cada decisi¨®n en un acto de oportunismo.
La verdad es que se hace muy dif¨ªcil no considerar oportunista el viaje de Brown a Bagdad, coincidiendo con el congreso tory y cuando el pa¨ªs est¨¢ pendiente de que el primer ministro decida o no convocar elecciones anticipadas en las pr¨®ximas semanas. Sobre todo, porque el anuncio ni es sorprendente ni es inesperado.
Londres anunci¨® hace un mes la concentraci¨®n en la base del aeropuerto de Basora de los 5.500 soldados brit¨¢nicos que quedan en Irak. Entonces ya dijo que 500 de ellos iban a volver a casa de forma inminente -y de hecho ya han vuelto 250 soldados que no han sido reemplazados-, y los expertos consideraban que las tropas brit¨¢nicas en Irak podr¨ªan quedar reducidas a entre 1.500 y 2.500 soldados antes de la primavera.
Tras la reciente visita a Londres del jefe de las tropas de EE UU en Irak, el general David Petraeus, se daba por seguro que Washington hab¨ªa dado su visto bueno a los planes de reducci¨®n de tropas del Ej¨¦rcito brit¨¢nico y que esos planes iban a ser anunciados por Brown la semana que viene en el Parlamento. Su decisi¨®n de hacerlo ayer en Bagdad se ha interpretado como un acto propagand¨ªstico y aumenta las posibilidades de que haya elecciones generales de forma inminente.
Brown se entrevist¨® en Bagdad durante una hora con el primer ministro iraqu¨ª, Nuri al Maliki, que se mostr¨® confiado en que en un plazo de dos meses el Ej¨¦rcito brit¨¢nico transfiera a su Gobierno el control de la provincia de Basora (sur), la ¨²nica de las cuatro provincias que quedaron bajo control brit¨¢nico tras la invasi¨®n de 2003 que a¨²n no ha sido transferida a las autoridades locales. Una vez realizado ese traspaso, las tropas brit¨¢nicas que queden en Irak tendr¨¢n como misi¨®n seguir entrenando al Ej¨¦rcito iraqu¨ª, y mantenerse en el pa¨ªs como fuerza de vigilancia t¨¢ctica por si los iraqu¨ªes requieren su ayuda.
La retirada de tropas es una muy buena noticia para el Ej¨¦rcito brit¨¢nico -que lleva meses diciendo que tiene ya muy poco que hacer en el pa¨ªs ¨¢rabe, pero mucho trabajo pendiente en Afganist¨¢n- y para la opini¨®n p¨²blica. Es, en teor¨ªa, una estupenda noticia para Gordon Brown, que nunca se ha visto castigado pol¨ªticamente por la crisis de Irak y que ve as¨ª reducirse las posibilidades de que eso pueda llegar a ocurrir. Pero el oportunismo pol¨ªtico del anuncio de ayer puede volverse contra ¨¦l. Brown se ha disparado en los sondeos desde su llegada al poder porque su imagen de hombre m¨¢s preocupado por el fondo que por la forma contrastaba con la obsesi¨®n de Tony Blair por la imagen y la agenda medi¨¢tica.
Pero los analistas m¨¢s veteranos advierten que la convocatoria de elecciones en oto?o, en medio del fr¨ªo y la oscuridad, puede ser vista por los electores como una decisi¨®n oportunista que busca sobre todo aprovechar el mal momento de los conservadores en las encuestas y beneficiar al Partido Laborista, pero que no hay ninguna raz¨®n de inter¨¦s general que lo justifique. El anuncio de ayer en Bagdad puede reforzar esa imagen de un Brown oportunista y medi¨¢tico, m¨¢s parecido al viejo Tony que al nuevo Gordon.
El lunes, el Partido Conservador lanz¨® una propuesta de recorte de impuestos que busca el apoyo de sus bases sin enemistarse con el electorado centrista. Hoy, el l¨ªder del partido, David Cameron, pronunciar¨¢ su esperado discurso de clausura del congreso. Una buena oportunidad de calibrar la temperatura pol¨ªtica y empezar a cruzar apuestas electorales.
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